En muchas ocasiones, las empresas ofrecen trabajo a los estudiantes de 42 demasiado pronto. Cuando aún no han terminado el itinerario formativo completo, tras el que esta escuela de programación promete una empleabilidad del 100%, ya hay compañías sedientas de talento tecnológico que se interesan por ellos.

"Si sale al mercado gente que no está lo suficientemente madura, puede ser contraproducente. Intentamos orientar a los estudiantes para que, si se lo pueden permitir, se queden más tiempo. Claro que hay gente que necesita ya pagar facturas...", reflexiona el responsable de 42 Málaga, Luis González Quero, en un balance con este periódico.

El 17 de abril de 2022 se inauguró oficialmente la sede en la Costa del Sol de esta iniciativa formativa gratuita y disruptiva de Fundación Telefónica. Este lunes celebra su primer aniversario; que se celebrará con distintos eventos a lo largo de la semana, desde conciertos o charlas sobre cine hasta un hackaton final de ciberseguridad abierto a todo los públicos.

"Sabíamos que 42 iba a ser un éxito porque el tejido de Málaga es el que es, pero ha duplicado las expectativas. Hemos llegado en un momento de explosión a la ciudad", plantea González Quero, que resalta lo inédito de la colaboración público-privada que se da en la ciudad —el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía está entre los impulsores de la escuela aquí—: "Todo fluye porque todo el mundo quiere que 42 funcione y se lo cree"

Cuentan actualmente con más de 400 estudiantes, en torno al 21% de ellos chicas, de 20 nacionalidades distintas, con unos 30 años de media. Y es el principio: "El primer año fue establecernos y sentar los mimbres del proyecto. Ahora estamos empezando a trabajar el terreno, haciendo cada vez más productos adaptados a diferentes públicos", adelanta la codirectora de la iniciativa en Málaga, Carmen H. Ledesma.

Entre esos nuevos lanzamientos, se encuentra un bootcamp de ciberseguridad, formaciones en colegios e institutos, un programa breve para fomentar vocaciones femeninas u otro de computación cuántica con IBM. También se han acercado a la Universidad para que les considere "no enemigos, sino aliados" y aspiran a alcanzar la transversalidad: "Cuanta más gente de Letras sepa hablar balleno, como llamamos en el staff al lenguaje de la programación, tendremos más pensamiento crítico y mejores productos", subraya Ledesma.

A lo largo de la conversación, insisten especialmente en la actividad que fomentan los propios estudiantes, incluidos hasta un 20% de los actos celebrados en la sede organizados por ellos. "Hay una diversidad de eventos apabullante, hasta presentaciones de libros. Nos unimos mucho con las empresas porque creemos que todo el tejido que nos rodea tiene mucho que aportar", explica la responsable de comunicación y eventos de 42 Málaga, Laura G. Núñez.

"Nos nutre muchísimo estar donde estamos, en el Polo Nacional de Contenidos Digitales, rodeados de empresas que se han lanzado. Queremos que nuestros alumnos consideren esa posibilidad", incide Núñez sobre la cultura de emprendimiento que les cerca. De hecho, han comenzado a abrir las instalaciones a organizar eventos externos a la organización cuando consideren que tengan sentido.

Cuestionados por los retos que se han encontrado, Gónzalez Quero resalta la importancia que le dan a la presencialidad y las dificultades que han encontrado para instaurarla tras el auge de las formaciones telemáticas con la pandemia; Ledesma habla de asentar "un proyecto súper disruptivo e innovador" en un contexto complejo y Núñez hace hincapié en "crecer de manera sostenible y con cabeza".

"Creemos que un año es lo que hace falta para la formación, ¡pero hay empresas que contratan a estudiantes tras haber pasado solo por nuestro proceso de selección, las piscinas!", resume el responsable de 42 Málaga. Se los quitan de las manos... y ya miran de reojo a toda Andalucía para capturar el talento del resto de provincias.