El eje entre la Málaga tecnológica y Valencia se sigue reforzando. A Wains, Zexel y Agrow, startups de la Costa del Sol en programas de la capital del Turia; se les ha sumado este inicio de curso otras tres compañías tecnológicas paisanas: Origin.Algae, Growii y Kiota.

Las tres se han sumado al macroprograma de incubación y aceleración de empresas tecnológicas Lanzadera, impulsado por el dueño de Mercadona, Juan Roig. En aquella gran sede del emprendimiento, que visitó EL ESPAÑOL de Málaga en julio, ya estaban presentes Wains y Zexel, mientras que Agrow se sitúa en la aceleradora especializada en agua GoHub.

Ahora, esta segunda promoción de prometedoras compañías innovadoras que se suman a programas en Valencia marca una tendencia de cooperación entre los ecosistemas, en el que Málaga aporta talento e ideas en estadios iniciales y la ciudad del Turia —con más camino recorrido como ecosistema startup— otorga formación y pericia que luego revertirán en la Costa del Sol.

"Esto es un proceso de ida y vuelta. El hecho de salir y conocer más lo que hay fuera, primero, convierte a los emprendedores malagueños en embajadores. Hay que garantizar que no haya una diferencia tan grande que desincentive la vuelta; pero a poco que no se haga mal —y Málaga está haciéndolo bien— se está abriendo camino", reflexiona en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga el CEO de Kiota, Raúl Estrada: "El eje Valencia-Málaga creo que tiene unas similitudes impresionantes, es una conexión muy, muy buena para potenciar".

Desde su perspectiva, el ecosistema de la Costa del Sol tiene potencial para hacer más fuerte otras conexiones, por ejemplo, con las compañías tecnológicas de Sevilla. En el caso de su compañía, que entró en Lanzadera en septiembre, gracias a la presencia en Lanzadera han ganado "muchísimo" a nivel de networking y han recibido "mentoría de muchísima calidad".

Otro de los protagonistas es el CEO de Growii, Elías Hernández. A este periódico, relata que para ellos fue "bastante fortuito" verse en el programa de Roig, porque no tenía previsto desplazarse: "Nos tiraron la caña alrededor de finales de mayo y querían convencernos de que en Lanzadera es donde teníamos que estar. Nos ofrecieron los recursos y las condiciones oportunas para el momento en el que estamos. Hay muchas incubadoras en España, pero Lanzadera tiene ese aspecto polifacético de tener casi todo tipo de empresas aquí, es una carrera casi infinita", reflexiona.

"Málaga es y sigue siendo nuestro casa, yo viajo constantemente; pero, para aprovechar el programa que aquí se planteaba, decidimos venirnos. En Málaga hay muchas oportunidades, pero quizás sí le falta recorrido aún que seguramente conseguirá en el futuro. No ha pasado muchísimo tiempo desde que empezó la comunidad...", reflexiona Hernández.

Desde su perspectiva, es normal que se produzca algo así: "No se puede pedir todo a una ciudad. Debe evolucionar en el tiempo y exigirle según el momento en el que está. No porque Málaga no tenga algo significa que le falta, sino que está en proceso. Como emprendedor y como malagueño, creo que hay que ver con perspectiva cómo estábamos a lo mejor hace cinco años".

La tercera pata de esta nueva promoción es el CEO de Origin.Algae, Manuel Díez, está entusiasmado con el aprendizaje que está llevando a cabo su startup en apenas un mes en el programa: "Nos sentimos totalmente cambiados. Los fundadores que entramos en Valencia hace escasamente un mes, la verdad, que han cambiado mucho. Hemos conocido 10-15 emprendedores al día. La transversaildad de conocimientos que hemos adquirido en un mes ha sido muy enriquecedora".

"Estamos notando una maduración como empresarios. Para nosotros es como pasar de estar en Segunda División a estar en Primera. Es un cambio de liga y de mentalidad", explica en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.

De nuevo, ese aprendizaje en absoluto supone una contradicción con su aportación al ecosistema malagueño, sino al contrario: "Nosotros tenemos un producto físico, unos almacenes, un centro de operaciones, un centro de operaciones. Todo eso está en Málaga". De hecho, esta compañía de cultivo de microalgas para alimentación ya ha podido abrir su primeros puntos de venta, en supermercados ecológicos de la provincia.

"A Madrid o Valencia hay que ir, pero no irse", sentencia Elías Hernández.