José Luis Martínez- Lázaro, CEO de Total Logistic Services; Javier Mateos, gerente del Patronato de Turismo de Melilla, y Luis Ayala, director de la Autoridad Portuaria de Melilla.

José Luis Martínez- Lázaro, CEO de Total Logistic Services; Javier Mateos, gerente del Patronato de Turismo de Melilla, y Luis Ayala, director de la Autoridad Portuaria de Melilla. Carlos Díaz

Economía

Bonos, cruceros y ventajas fiscales: la apuesta de Melilla por conquistar nuevos turistas

Ponen de relieve la oportunidad de inversión hotelera y su potencial para atraer cruceros de corta duración.

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"Somos un destino sorprendentemente desconocido". La frase, pronunciada por Javier Mateos, gerente del Patronato de Turismo de la ciudad autónoma, pone de manifiesto el obstáculo que tiene ante sí un territorio que busca atraer a nuevos visitantes.

Con este objetivo, la estrategia de promoción y venta de las singularidades del territorio ante los operadores especializados es total. Y ello en un escenario complejo, claramente marcado por las dificultades de comunicación.

"El reto es dar a conocer un destino que merece la pena; ese mismo desconocimiento hace que quien viene se lleve una sorpresa positiva", señala Mateos, quien explica que los turistas suelen ser "viajeros de fin de semana". Ideal para "hacer una escapada".

En el intento de vencer los evidentes obstáculos existentes, que hacen de Melilla un destino "poco competitivo en precios", el Patronato de Turismo ha implantado un bono turístico que permite beneficiarse de grandes descuentos en el pasaje del barco y del avión, así como el alojamiento. Estancias, en cualquier caso, marcadas por la escasez de hoteles. "Hay poca oferta", admite, lo que, a su vez, genera una oportunidad de inversión importante.

Los argumentos de Mateos han formado parte de una de las mesas redondas celebrada en el marco del foro Descubre Melilla: un lugar para vivir e invertir, organizado por EL ESPAÑOL de Málaga, con el apoyo del Gobierno de Melilla, Price Waterhouse y Uppery Club.

En la misma también ha estado presente Luis Ayala, director de la Autoridad Portuaria de Melilla, que desde hace algunos años viene trabajando en abrir la puerta de la ciudad autónoma a la llegada de los cruceros. De hecho, tras el impacto de la Covid, los datos confirman la evolución positiva.

"Subirte a un barco para ir a Melilla es en sí una experiencia; en mi cabeza no existen unas vacaciones que no pasen por subirme a un coche y meter el coche en un barco; es algo muy bonito, que tenemos que poner en valor", ha defendido.

Melilla, para Ayala, tiene potencial para afianzarse como un destino ideal para cruceros de corta duración. A sus bondades patrimoniales suma los enormes beneficios fiscales de los que se pueden beneficiar las empresas, destacando que la diferencia entre estar posicionada en Melilla o no estarlo “puede ser de unos 20 puntos”.

Incluso, en un momento en el que el fenómeno de la turismofobia se ha sentado en muchas ciudades turísticas, Melilla asoma como un espacio de oportunidad. "Queremos que los cruceros sean el motor de impulso y permitan el desarrollo de actividades como el ocio", subraya, admitiendo el conflicto que provoca los problemas de comunicación.

Línea de pensamiento compartida por José Luis Martínez- Lázaro, CEO de Total Logistic Services, quien recuerda el enorme beneficio que el chárter náutico tiene en Melilla. "En Melilla grava un 0,5%; en Málaga, un 21%".

Martínez-Lázaro, sin embargo, se ha mostrado claramente contrariado por la ausencia de acciones por parte del Gobierno central para permitir un abaratamiento en los costes de viajar en avión a Melilla. Y ha puesto como ejemplo que ir de Madrid a Melilla puede costar del orden de 425 euros solo en la ida. "Los precios son una canallada", sentencia.