La afición malaguista alto y claro sobre la renuncia del Mundial: “Nos han tomado por tontos”
La afición del Málaga estalla por la renuncia del Mundial: "Esto es un fracaso para la ciudad, han hecho el ridículo"
Vecinos y abonados critican duramente la gestión política tras la renuncia a ser una de las sedes del campeonato mundialista.
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La noticia cayó como un jarro de agua fría en la ciudad. Málaga no será sede del Mundial 2030. Ni estadio renovado, de momento, ni escaparate internacional, ni ese supuesto impulso económico que muchos auguraban.
El anuncio oficial de la renuncia ha generado una cascada de reacciones entre los diferentes aficionados malaguistas, que no han tardado en señalar a los responsables políticos por lo que consideran una “gestión nefasta”.
"Esto es un fracaso para la ciudad", se lamenta Agustín Rivas, aficionado de toda la vida. "Todo por la ineptitud de los políticos. Sabían perfectamente lo que costaba y no han buscado soluciones. Que no vengan ahora con excusas o a decir que ha sido lo mejor. Que no nos tomen por tontos", protesta, visiblemente molesto.
La falta de previsión, la escasa transparencia y la sensación generalizada de que "nunca se creyó realmente en el proyecto" son algunos de los puntos que más se repiten entre quienes siguen cerca el devenir del estadio de La Rosaleda.
Entre la indignación y la resignación
Carlos, joven abonado del Málaga CF, califica la decisión como “un paso atrás”. Para él, “el Mundial era la excusa perfecta para renovar el estadio y dar un salto como club y como ciudad”.
Aunque la intención del alcalde, Francisco de la Torre, es la de mantener viva la apuesta por remodelar La Rosaleda, la afición percibe una "falta de compromiso" por parte de las instituciones. "Se ha notado desde el principio, no había convicción", dicen.
Un joven malaguista, que prefiere no dar su nombre, lo resume en una palabra: "Vergonzoso". Considera que lo que han hecho con los aficionados del Málaga no tiene nombre. Además, muchos piensan que el escenario político ha culpado a los malaguistas por el aforo reducido de 12.500 personas.
Las críticas no se limitan al Ayuntamiento de Málaga. La Junta de Andalucía y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) también están en el punto de mira. "Esto se ha gestionado mal desde el minuto uno. Se han tirado la pelota unos a otros hasta que ha explotado todo", explica un vecino de Martiricos que ha seguido de cerca el acontecimiento.
La propuesta inicial, que contempla una reforma con ampliación a 45.000 asientos, en principio sigue en pie. Aunque los malaguistas ya han perdido toda la esperanza. "Se ha priorizado no perder votos antes que hacer algo ambicioso para la ciudad", opinan los aficionados malaguistas.
La pregunta que más se repite es qué pasará con La Rosaleda. Sin Mundial, ¿habrá reforma? ¿O todo quedará en una promesa más? Carlos lo tiene claro: "El estadio necesita una renovación sí o sí. No se puede seguir parcheando".
Para otros, como Agustín, el daño ya está hecho: "Nos han hecho una promesa como el que te dice que te va a regalar un coche y el día antes te dice que no puede. Repito, han hecho el ridículo", concluye Agustín.
Hoy, el enfado no es solo por fútbol, sino por lo que representa: una oportunidad perdida, una gestión opaca y una ciudad que vuelve a quedarse en el "casi". Y esta vez los malagueños no lo van a perdonar.