Venia de Estudiantes.

Venia de Estudiantes. Amparo García

Cofradías

El balance del día después: Málaga vive una gran Semana Santa al completo en las calles

El tercer año del nuevo recorrido oficial permite asentar los horarios de algunas jornadas, aunque otras como el Miércoles Santo siguen necesitando una reestructuración global. 

10 abril, 2023 05:00

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"No fue un sueño. Salid a proclamarlo, que mi tierra vive penitente su pena". Lo dejó escrito Francisco Jiménez Valverde en su pregón, antesala de los días grandes de la ciudad. Tal y como llegó, se marchó. La Semana Santa de 2023 ya es historia y ahí se han quedado los cofrades tristes, como escribiera Jesús Saborido 50 años antes. Lo dijo el periodista Ernest Folch: "A veces hace falta irse para poder volver"; pero hasta que eso ocurra, es el turno de analizar lo que ha sucedido en estos siete días.

Da la sensación de que por primera vez desde que se implantó el nuevo recorrido oficial, la conversación parece volver a sus cauces tradicionales. Es hora de hablar de los cortejos nazarenos, de cómo llegan los tronos, del nivel (nivelazo) de las bandas, de si el exorno floral es acertado y de tantos otros temas que mantienen viva la llama durante el resto del año.

Sobre estos asuntos, que al final son el contenido del continente, no hay más que congratularse. excepciones (por exceso y por defecto) están ahí. A la vista están las carencias en conjuntos como el Cristo del Perdón, cuyos hombres de trono sufrieron en demasía el camino de vuelta a Santo Domingo o la escasez de capirotes en la sección del Gran Perdón (teniendo en cuenta la masa que arrastra). Pero son lo menos.

Las estampas bellísimas como las filas penitentes del Cautivo, Rocío o Esperanza quedan grabadas. Las crucetas musicales de hermandades como Salutación o el Cristo de la Agonía son otro ejemplo, aunque se cuentan por decenas. La propuesta general de este 2023 puede rozar el sobresaliente, lo cual es magnífico porque quiere decir que sigue habiendo margen para llegar a la excelencia. 

Volviendo al envoltorio, hay que apuntar una mayor permisividad con el público no abonado en el entorno del RO. Para muestra, una fotografía: las vallas de calle Larios se han retranqueado y han permitido más cercanía con los abonados, desapareciendo para siempre las imágenes de 2019 y 2022 en las que la conclusión invitaba a pensar en una diferenciación mercantilista de los espectadores.

Vallas y pasos

Otro asunto son los tiempos de espera para cruzar por los pasos establecidos. No es viable que se mantengan cerrados durante más de 20 minutos, entorpeciendo la libre circulación por un Centro de dimensiones reducidas y masificado en exceso en jornadas como el Lunes Santo. Se vivieron momentos de enfado en Molina Lario, Atarazanas y la Alameda los primeros días.

Incluyamos en este apartado el celo de la Policía a la hora de vallar salidas y encierros en aras de una seguridad que en ocasiones parece restar más que sumar. Sobre todo si se tiene en cuenta que no se mantiene un criterio único durante toda la semana. Sin intención de entrar en generalidades, se han visto algunas escenas en las que no se ha tratado al público de la mejor de las maneras. Eso sí, la tónica parece ser algo mejor que el año pasado. 

Tiempos

Si algo caracterizó al recorrido oficial en 2022, fue el desajuste horario que presentaron el Domingo de Ramos y Lunes Santo. El trabajo realizado los últimos meses constata un cambio apabullante. La precisión de los tiempos de entrada merece una mención especial, aunque no extensible a todos los días. En este punto hay que incidir en que las hermandades del Jueves Santo tuvieron que reunirse en las vísperas del día para adelantar y retrasar algunas salidas porque la previsión inicial hacía temer posibles bloqueos. 

El Miércoles Santo sigue siendo el gran problema. La propuesta no funcionaba sobre el papel, pero hubo que sumar las azarosas circunstancias de la Paloma que, una vez más, según explicó su hermano mayor en el programa Málaga Santa, sufrió la rotura del trono a los pocos minutos de salir, teniendo que ir más despacio y acumulando casi 50 minutos de retraso.

Resulta interesante señalar que en las explicaciones dadas en el mismo espacio, el máximo representante de la corporación dijo que en ningún momento se comunicó el inconveniente al resto de hermandades para que la "noticia no fuera que la Paloma causaba retraso". Es difícil de comprender porque a la postre, la noticia fue precisamente esa. Ahí está la explicación. Habrá que estar atentos a las reuniones de los hermanos mayores. ¿No había un reglamento de horarios e itinerarios? Quizá es momento de desempolvarlo. 

Estética

Aunque la plaza de la Marina sea un espacio de difícil solución, lo cierto es que el orden presentado este año no tiene ni punto de comparación con lo que se vio en el 19. La reducción de los techadillos y la iluminación son un punto a favor, mas no parece evitar que los tronos dejen de pasar a tambor por este lugar. 

La unificación de criterios con la plaza de la Constitución y palquillos de Molina Lario también permiten entender el recorrido oficial como un espacio homogéneo. No así el altar dispuesto en la plaza del Obispo, que urge de una repensada (o dos o tres) tanto en formas (¿una estación de penitencia entre terrazas?) como en fondo. Desde luego que no es el colofón que requiere el itinerario común.

A tenor de la hostelería, la fractura entre una parte de la sociedad y el sector está a la vista. Las imágenes que se vieron durante los días previos a la Semana Santa, ocupando la vía pública al paso de los cortejos o en lugares insospechados, no son el mejor ejemplo de convivencia, por mucho que la expresión "durante unos minutos" (usada por cofrades también) trate de justificarlo. Nadie olvida la tensión vivida durante la Cuaresma. 

Debate del recorrido

Este año parecen haber desaparecido de la ecuación todas aquellas cuestiones que, sin ser necesariamente parte del recorrido oficial, afectaron a la hora de sacar conclusiones sobre el mismo. La desinformación (gran trabajo del equipo de comunicación, ahora sí) como las medidas de la Policía (problemas de movilidad) impidieron valorarlo en su justa medida. Ahora que gran parte de esos elementos han sido corregidos, el debate (de haberlo) ha de volver a los cauces de la calma y de lo meramente conceptual: ¿Este es el recorrido que queremos para la Semana Santa de Málaga o podemos aspirar a algo mejor? 

Es importante destacar esto porque la Agrupación ya otea en el horizonte las elecciones a presidente y todo hace indicar que José Carlos Garín y Maria del Carmen Ledesma (parte del equipo de vicepresidencias de Pablo Atencia) darán un paso al frente para intentar dirigir la entidad de San Julián. ¿Qué harán con el recorrido oficial? Hasta la fecha, es una incógnita. Solo queda esperar a que los programas (si los hay) empiecen a salir de la imprenta. O en su defecto, a circular por los grupos de WhatsApp. Hasta entonces, vivamos la Pascua.