Unn fotograma de la película 'Alegría'.

Unn fotograma de la película 'Alegría'. Julio Vergne

Cultura

El debut en la gran pantalla de Violeta Salama llega a Málaga: una comedia sobre la Melilla más desconocida

El cine Albéniz preestrena este jueves 'Alegría', la primera película de la directora afincada en Málaga donde reflexiona sobre la familia y la convivencia al estilo de 'Mi gran boda griega'.

2 diciembre, 2021 05:00
Málaga

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España ha vivido este año una de las mayores crisis diplomáticas con Marruecos. La hospitalización del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, abrió una brecha entre los dos gobiernos vecinos. Este verano, sin ir más lejos, cerca de 10.000 migrantes entraron a Melilla saltando la valla mientras las autoridades marroquíes se cruzaban de brazos. Fue entonces cuando todos atendieron a la compleja realidad de la ciudad autónoma.

Sin embargo, la ciudad a orillas del Mediterráneo es una puerta a la multiculturalidad donde conviven a diario cristianos con musulmanes y judíos. Lo demuestra la primera película de Violeta Salama, directora granadina afincada en Málaga. La realizadora descubrirá a los espectadores una Melilla desconocida, conciliadora y llena de luz en Alegría, cuyo preestreno tendrá lugar este jueves en el cine Albéniz. 

Salama asistirá a la proyección junto a los actrices Sarah Perles, Mara Guil y la malagueña Adelfa Calvo. La ópera prima atraviesa por completo a su directora: ella realizó el mismo viaje que la protagonista, interpretada por Cecilia Suárez (La casa de las flores). La artista vivió durante mucho tiempo de espaldas a sus raíces judías, pero el rodaje en Melilla le ha permitido reencontrarse con ellas.

Nacida en Granada pero criada en Melilla hasta los 13 años de edad, Salama ha querido plasmar en el filme parte de su infancia, en la que vivir en la ciudad ubicada al norte de África "era mucho más fácil". "No éramos Europa todavía, entonces no había esa necesidad de que todos los emigrantes quisieran llegar a Melilla como vivimos ahora", explicó durante la presentación del largometraje en el Festival de Cine de Almería (Fical).

Violeta Salama durante el rodaje de 'Alegría'.

Violeta Salama durante el rodaje de 'Alegría'. Julio Vergne

"Melilla es complicada. Aquí ya todo el mundo tiene asignado su sitio y es difícil cambiarlo. Aunque se está revolviendo un poco", se escucha al inicio del tráiler. La protagonista, Alegría, se muda a Melilla donde se instala en la casa familiar. Al enterarse que su familia se traslada a su casa para organizar la boda de su sobrina Yael con Jacobo, un joven melillense, su vida se pone patas arriba. 

Alegría gira en torno a una boda judia-sefardí, pero no es una película sobre religión. Sin embargo, a través de los preparativos de la boda, el público entenderá que todas las tradiciones mucho en común. "Sefarad significa España. Esta palabra engloba una cultura judía procedente de la península ibérica expandida al mundo, una gran comunidad global con la que comparten ritos nunca vistos en cine como la noche berberísca o noche de la novia", destacan en el dossier de prensa.

La cinta, producida por La Claqueta PC (La trinchera infinitaEl Inconveniente) Powehi Films (Amigo), nace con la vocación de traspasar fronteras y apelar a dicha comunidad en la línea de referentes como Mi gran broda griega. Definida por sus creadoras como una película "feel good", esta propone "un exótico viaje a esta ciudad española y africana" y "un cuento local al tiempo que universal, que propone una reflexión respecto al aprendizaje y el valor de cambiar".

Otra imagen mientras filmaban la película en Melilla.

Otra imagen mientras filmaban la película en Melilla. Julio Vergne

"Sin duda, Melilla es el escenario ideal para esta fábula, ya que sirve de metáfora para hablar de cómo las fronteras más angustiosas son las que una se impone a sí misma. Y romperlas, atravesarlas, pasar al otro lado no puede hacerse sin dejarse algo en el camino. Pero una vez que se traspasan, es fácil apreciar que no eran más que eso, muros imaginados", sostienen.

Además, el filme es una película hecha por mujeres que sigue la senda iniciada por directoras como Nadine Labaki en Líbano, Mira Nadir en India o Leila Marraki en Marruecos. En sintonía con dichas creadoras, Alegría hace una apuesta decidida por subrayar la belleza al tiempo que pone el foco en las capacidades y herramientas que tienen las protagonistas, que, aún proviniendo de diferentes culturas, eligen resolver los conflictos colaborando junto a las demás.

La película llegará a los cines españoles el próximo 10 de diciembre después de su paso por el Festival Internacional de Guadalajara, el Festival de Cine de Sevilla y el Festival de Cine de Almería donde ha sido seleccionada para concursar en el Certamen de largometrajes Ópera Prima. Sin olvidar que el pasado 27 de noviembre participaró en el Jerusalem Jewish Film Festival.

Otra imagen del rodaje.

Otra imagen del rodaje. Julio Vergne

Alegría cuenta también con la participación de Leonardo Sbaraglia (Dolor y Gloria, Relatos Salvajes), Adelfa Calvo (El Autor, Los favoritos de Midas), Emilio Palacios  (La línea invisible), Zohar Liba (El Cid), Joe Manjón (La Virgen de agosto) y María Luisa Mayol (Quién a hierro mata). Además, Pau Esteve, artista afincado en Málaga y nominado a un Goya por El buen patrón, se encarga de la fotografía.

"Si estamos abiertos a comer un día con el vecino ya somos multiculturales. No hay que hacer un clic, ya lo somos, tenemos que ser conscientes de la multiculturalidad que llevamos dentro todos", contó la cineasta en el Fical. Una colorida Melilla que podrá verse de la mano de cuatro poderosas mujeres a las que darán vida Cecilia Suárez, Laia Manzanares (Merlí, Los favoritos de Midas), Sarah Perles (El Cid, Sofía) y Mara Guil (Caronte). 

Sinopsis

Alegría (Cecilia Suárez) vive de espaldas a sus raíces judías, aunque desde que se mudó a Melilla y se instaló en la casa familiar no está siendo tarea fácil. Al enterarse de que su familia se traslada a su casa para organizar la boda de su sobrina con un joven melillense, su vida se pone patas arriba. Por suerte para ella, la joven marroquí que le ayuda en casa y su mejor amiga, siempre están dispuestas a ayudarle.

La posibilidad de reencontrarse con su hija, hace que Alegría soporte con estoicismo y algo de mala leche la invasión de su casa por parte de su familia. Los preparativos de la boda harán aflorar tanto sus diferencias como todo aquello que les une.