Málaga

‘Málaga Viva Lab’, el mayor centro de investigación del cambio climático del sur: un espacio para 260.000 árboles

Se están acondicionando las instalaciones del antiguo vivero de Ardales, que contará con aulas formativas y divulgativas y una zona experimental sobre adaptación de especies a la subida de la temperatura.

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Las claves

Málaga Viva Lab se convertirá en el mayor centro de investigación del cambio climático del sur de España, ubicado en Ardales.

El centro contará con un vivero de 8,000 m² y producirá 260,000 ejemplares arbóreos y arbustos para adaptarse al cambio climático.

Se han invertido 1,3 millones de euros en la adecuación del recinto, con previsión de superar los cuatro millones de euros.

El complejo incluirá un jardín de biodiversidad, un banco de semillas autóctonas y un reloj climático para concienciar sobre el calentamiento global.

El antiguo vivero del ICONA y de la Confederación Hidrográfica del Sur que llevaba años en desuso se va a convertir en Málaga Viva Lab, el mayor centro de investigación del cambio climático del sur de España.

Las instalaciones, que se encuentran en Ardales, se están transformando para contar con aulas formativas y divulgativas, una zona experimental sobre adaptación de especies al cambio climático, un área de ecoinnovación, un espacio de cultivo de casi 260.000 ejemplares y un jardín de biodiversidad.

Según ha explicado Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga, que ha estado en la zona este jueves, este complejo es de 25.000 metros cuadrados.

Además, ha asegurado que se está acondicionando "gracias a la cesión del gobierno actual de la Junta de Andalucía vamos a convertirlo en el mayor centro de investigación del cambio climático del sur de España. De hecho, solo hay un proyecto parecido a este en Bilbao, pero con financiación privada”.

La adecuación del recinto está consistiendo en trabajos de limpieza, mantenimiento, poda, mejoras paisajísticas, reparación de comunicaciones, acometida e instalación eléctrica, iluminación y proyectos de edificación.

Hasta el momento, se han invertido 1,3 millones de euros y se prevén superar los cuatro millones de euros en las diferentes actuaciones planteadas.

El centro Málaga Viva Lab impulsará la acción climática en la provincia de Málaga mediante la educación ambiental práctica, la innovación sostenible y la colaboración local e internacional, además de postularse como punto de referencia para tecnologías y técnicas sostenibles existentes y emergentes.

Un gran vivero

Este centro contará con un nuevo gran vivero provincial, de unos 8.000 metros cuadrados (casi un tercio de la superficie total), que tendrá una capacidad de producción de 2.500 ejemplares arbóreos, 250.000 ejemplares de zona forestal y 5.000 arbustos, con las especies más adecuadas y eficaces para los parques y montes de la provincia teniendo en cuenta la actual tendencia climática.

Además del vivero, habrá una zona expositiva con elementos educativos especializados en distintos conocimientos relacionados con el clima, como la energía, los hábitos saludables, la biodiversidad, los residuos o la movilidad.

Un ejemplo de referencia será un reloj climático situado en el centro de la instalación, que marcará el tiempo que queda para evitar que la temperatura global en el Planeta suba más de 1,5 grados.

Asimismo, dispondrá de aulas formativas y de divulgación, abiertas para uso a entidades que desarrollan su actividad en materia de cambio climático para grupos reducidos, incluyendo zonas de ‘coworking’ y de reuniones.

Y habrá una zona de ecoinnovación, un ‘ecogranero’, un espacio multifuncional destinado a sala de conferencias, talleres y otros usos para grandes grupos. Se trata de un edificio ecosostenible basado en la utilización de materiales de bioconstrucción.

Paralelamente, de especial importancia será el área experimental para conocer cómo dar respuesta a la emergencia climática, un ‘agrolab’, con zonas de huertos, donde se desarrollarán técnicas de cultivo que permitan la adaptación de las especies al cambio climático.

Además, habrá un banco de semillas de plantas autóctonas, que han demostrado ser las mejor adaptadas a nuestro entorno.

Y también dispondrá de un jardín de biodiversidad, con flora y fauna silvestre autóctona, que será a su vez también un lugar de esparcimiento para los visitantes de este espacio educativo. Habrá, por ejemplo, charcas para anfibios, cajas nido para aves y hoteles de insectos.

Lucha contra el cambio climático

“Como centro de investigación se va a estudiar, precisamente, cómo paliar los efectos de la desertificación que provoca el calor, que cada año se prolonga por más tiempo en la provincia", según Salado.

Además, ha hecho hincapié en que el cambio climático "ya está teniendo consecuencias funestas en nuestros montes, por ejemplo, afectando a los pinos, como alertan los expertos. De ahí que sea importante estudiar qué especies pueden adaptarse mejor en nuestra provincia al evidente aumento de las temperaturas que padecemos”.