Málaga

Hosteleros, fumadores y no fumadores, divididos ante la nueva Ley Antitabaco: "Los bares perderán clientes"

De salir adelante la propuesta legislativa del Gobierno, fumar o vapear en las terrazas de los bares y restaurantes estará prohibido y multado.

Más información: El Gobierno da luz verde al anteproyecto de la ley antitabaco que prohíbe fumar en terrazas y marquesinas

Francisco Sánchez Patricia Sierra
Publicada

El Gobierno de España da el primer paso en su apuesta por endurecer aún más las medidas antitabaco al impulsar un nuevo anteproyecto de ley que modifica las medidas sanitarias ya establecidas.

De salir adelante la propuesta lanzada por el Ministerio de Sanidad, no sólo no se podrá fumar cerca de los centros escolares, de los hospitales o de las paradas de autobús, sino que también estará prohibido en las terrazas de los bares y restaurantes.

En concreto, el texto hasta ahora conocido, abierto al debate y la discusión, marca claramente que nadie podrá encender un cigarrillo o vapear a menos de 15 metros de distancia.

La fórmula ahora manejada supone una radicalización evidente respecto al sistema que se viene empleando desde hace casi 15 años, cuando se decidió librar de humos el interior de los locales de ocio y hostelería.

La vuelta de tuerca ahora manejada por el Ejecutivo supone un quebradero de cabeza mayúsculo para los empresarios de bares y restaurantes, así como para sus clientes, que habían encontrado en las terrazas su particular 'paraíso' para fumar sin ser penalizado.

Esta importante novedad ha hecho saltar las alarmas en la hostelería, uno de los grandes pilares de la economía en la provincia. El temor a la aplicación de la ley es evidente, tal y como ha podido comprobar EL ESPAÑOL de Málaga.

El gran perdedor, la hostelería

En España, una cerveza o un café suelen ir acompañados de un cigarro. La nueva prohibición de fumar en terrazas afecta directamente a los hosteleros.

Sacha Toro, un camarero en el Amsterdam Café de Teatinos, está totalmente en contra de estas nuevas medidas. Mientras da una calada en la calle a su cigarro con una vecina del bar de al lado, expresa que esto va a ser un golpe, económicamente hablando, a la hostelería.

"La gente no vendrá a las terrazas ni a los bares si no puede fumar. Buscarán algún sitio o se quedarán en casa", afirma pisando la colilla en el suelo.

La gerente de un local, Mari, con un chiringuito en la Axarquía, expresa los miles de problemas que tiene con la inflación y asegura que ahora tiene uno más, "la ley antitabaco".

El anteproyecto de ley fija la posibilidad de sancionar con hasta 600.000 euros a aquellos que incumplan los preceptos. Una suma que tendrán que abonar los padres en el supuesto de que los infractores sean menores de edad.

Sacha Toro, camarero (a la derecha).

Sacha Toro, camarero (a la derecha). Francisco Sánchez

Miguel y Paula, con ocho y seis años de experiencia, recuerdan que los camareros "no son policías". "Ya tenemos bastante con la subida de la luz, los alquileres y el precio de los productos. Es otra piedra más en el camino", afirma Paula.

Miguel, quien antes de ser camarero estudió un grado de Programación, confiesa que "en este país es más caro fumar en una terraza que okupar una vivienda".

En cambio, Rafael, camarero sevillano, pero con el corazón en Málaga, ve la normativa con buenos ojos. Recuerda que en su pueblo, Écija, los bares que prohibieron fumar terminaron siendo los más concurridos. "Estas normas buscan mejorar el bienestar de la gente", asegura.

Los fumadores, molestos con la medida

El malestar no es exclusivo de los empresarios y trabajadores de la hostelería, Llega también a los clientes fumadores. En la mesa de Paula y sus amigas el olor a fruta procedente de sus vapers todavía impregna el ambiente.

Paula no es su verdadero nombre, prefiere no darlo para que su madre no la descubra fumando. No es que sea adicta al tabaco, "solo fumo vaper", dice sin darle importancia y con un acento jiennense que delata su origen.

Cree que por vapear no va a tener problemas con la normativa. Eso sí, "una amiga ha pedido un cenicero aquí en la terraza y le han dicho que no por la nueva ley", cuenta la joven, y añade: "También nos ha dicho el camarero que están un poco puteadillos porque se tienen que ir muy lejos para fumar".

A su parecer, la normativa no va a tener mucho impacto en un futuro: la gente que quiera fumar, lo hará y recuerda que "en España se tiene muy fácil acceso al tabaco y los vápers desde muy pequeños".

Pese a que la venta de tabaco y cigarrillos electrónicos a menores de 18 años está prohibida, niños de apenas 13 años acceden a estas sustancias en lugares de contrabando que "todo el mundo" conoce. Por eso, considera que la ley carece de sentido y pide que “haya más control en estos sitios que son de más fácil acceso”.

En otra terraza, tres amigas apodadas las "supernenas" coinciden con Paula. "Quien quiera fumar, lo hará, y la ley no impedirá nada. Mientras más se prohíba, más se va a hacer", dicen.

Unos chicos opinando sobre el anteproyecto de la ley contra el tabaquismo

Unos chicos opinando sobre el anteproyecto de la ley contra el tabaquismo Francisco Sánchez

La carrera de Ingeniería Robótica unió a dos malagueñas y una gaditana. ¿Uno de sus gustos en común? El tabaco. Las tres fuman desde hace más o menos tres años, en especial "cuando sales de fiesta o a tomar una cerveza con los amigos".

Conocen el contenido del anteproyecto de ley, recuerdan de inmediato que "todavía no está en vigor" y que, por eso, pueden seguir fumando en la terraza del bar en el que se encuentran si así lo desean.

De hecho, una de ellas confiesa no entender mucho la ley "porque si a la gente le molesta que se fume en las terrazas que se pongan dentro, nadie les obliga a ponerse fuera con los fumadores".

"Terraza de fumadores y terraza de no fumadores, así estaría todo el mundo contento", propone una de las chicas.

Las tres amigas lo tienen claro: la normativa va a perjudicar no solo a los estancos y otros puntos de venta, también a la hostelería. Al final, creen que conseguirá que la gente que fuma prefiera quedarse en casa haciendo lo mismo que en una terraza, pero de forma legal.

Los no fumadores, a favor y en contra de la nueva ley

Un antiguo atleta está junto a ellas. Horacio antes competía, pero una lesión acabó con su carrera. Sin embargo, siempre se ha mantenido sano y fumar nunca le ha llamado, dice.

Ahora estudia Ingeniería Robótica. Están todos en una terraza tomando algo y sabe que en otras circunstancias más de uno estaría con un cigarro entre la boca.

Horacio está, en cierta parte, a favor de la propuesta de ley. "En temas de salud pública creo que es positivo, pero la gente debería poder hacer lo que quisiera". No obstante, a su juicio, cualquier tipo de humo, ya sea de tabaco o vaper, es igual de tóxico y, por tanto, deberían prohibirse los dos, sin excepción.

Lorena, una camarera que trabaja en la zona de Teatinos

Lorena, una camarera que trabaja en la zona de Teatinos Francisco Sánchez

Cristina, otra joven, cree que el vaper es peor que el tabaco. Recuerda que el año pasado estaba más enganchada al cigarrillo electrónico que al tabaco que fumaba.

Aunque fuma esporádicamente de fiesta, tiene amigos que lo hacen de manera más habitual. A ella no le molesta. Pero sí cree "una falta de respeto" cuando acude a comidas familiares y se encuentra con el humo de varios cigarrillos sobre su cara.

Si bien se declara partidaria de la nueva ley. No le gusta estar oliendo a tabaco, cree que el Gobierno "se ha excedido un poco" con las medidas.

Defiende, eso sí, que se tomen medidas para evitar que los menores fumen. Y aunque apoya que estén más controlados, concluye que "el menor va a hacer lo que le dé la gana". "Si quiere fumar, lo hará y habrá sitios en los que sigan vendiendo", añade.