Un lunar y el dermatólogo Enrique Herrera en un montaje.

Un lunar y el dermatólogo Enrique Herrera en un montaje.

Málaga

Un especialista de la piel rotundo sobre tomar el sol: "Es una fuente de vida, pero es muy importante no quemarse"

Las gafas de sol, gorras y la crema son algunos de los mejores aliados que puede tener una persona a la hora de protegerse de la radiación.

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Tomar el sol es algo que muchos se toman muy en serio durante el verano, pero puede llegar a ser perjudicial para la salud. La exposición solar a largo plazo puede traer graves consecuencias como el cáncer de piel. Por ello es primordial protegerse de esta, ya no solo en verano, sino todos los días del año.

Durante el invierno la exposición solar es menor, pero en verano se intensifica. Ahí entra en juego la prevención de la población cuando toman el sol, ya que en el caso de la crema solar dura un tiempo y permite vivir al sol, pero sin hacer excesos.

En este sentido, Enrique Herrera, director de la Unidad de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, explicó a EL ESPAÑOL de Málaga hace unas semanas en una entrevista que, “el sol tiene magníficas propiedades y es una fuente de vida, pero es muy importante no quemarse”.

Por ello, incidió en la importancia de aplicarse protector solar de manera continuada. “Queremos ponernos crema, irnos de la playa 10 horas y que no pase nada. Eso no va a pasar”, remarcó.

Asimismo, explicó que para evitar esas quemaduras que pueden acabar derivando en cáncer de piel, lo primordial es “evitar la exposición solar directa”. Para ello sería necesario utilizar gafas, ropa adecuada, gorros y, por supuesto, crema solar.

En Málaga es importante protegerse siempre no solamente cuando vamos a la playa. El sol siempre está ahí, no solo en la playa”, remarcó.

Además, añadió que es fundamental proteger a los más pequeños porque “su piel todavía no está desarrollada, con lo cual, las defensas naturales contra el sol no las tienen y es importante protegerlos mucho y aislarlos del sol”.

De igual forma, apeló “al sentido común”, ya que “la vida no consiste en tenerle miedo al sol, consiste en utilizarlo a nuestro favor” y el sol tiene “magníficas propiedades” que todo el mundo debería disfrutar, pero con precaución y sin excesos.