Imagen de archivo de los Astilleros Nereo, en Málaga.

Imagen de archivo de los Astilleros Nereo, en Málaga.

Málaga

Andalucía protege la Carpintería de Ribera como BIC, pero deja fuera las instalaciones de Astilleros Nereo

La decisión de la Junta de Andalucía excluye la protección de los edificios en los que se desarrolla esta histórica actividad.

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La Junta de Andalucía da el paso definitivo para inscribir la Carpintería de Ribera en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural (BIC). Un movimiento con el que da cumplimiento a una sentencia judicial dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en marzo de 2019.

El valor simbólico de este paso adelante no es menor, ya que supone ensalzar la importancia etnológica de una actividad característica de algunos puntos del litoral malagueño. Sin embargo, la protección que ahora se ejerce sobre la actividad, excluye la salvaguarda para los inmuebles en los que se desarrolla.

Y ello supone un varapalo en toda regla para, por ejemplo, los históricos Astilleros Nereo de la zona de Pedregalejo. Hay que recordar que desde hace años la continuidad de estas instalaciones está amenazada por el proyecto de transformación de esta parte del litoral de la capital de la Costa del Sol. De hecho, el proyecto de parque marítimo diseñado por el Ayuntamiento y avalado por Costas pretende la conexión de los paseos Pablo Ruiz Picasso y del Pedregal, afectando de lleno a los astilleros.

Frente al planteamiento manejado por la propiedad de este inmueble, así como de varios colectivos, la resolución es concluyente, precisando que la inclusión de la actividad de carpintería de ribera "no implica la protección de los inmuebles asociados a dicha actividad, pudiéndose realizar esta en cualquier edificio que reúna los accesos y el espacio necesarios para ello".

"La protección otorgada a la actividad no comportará la imposibilidad de adaptación de las construcciones en las que desarrolla, ni la compatibilidad con otros usos, especialmente los públicos y culturales o los previstos en otras figuras de planificación, de protección del medio o del uso público del dominio público", se insiste.

En esencia, esta carpintería constituye un conjunto de artes locales de construcción de embarcaciones (jábegas, bucetas, sardinales, chalanas...) que, aunque en el pasado estuvieron directamente relacionadas con las distintas artes de pesca, actualmente han sufrido un diseño evolutivo hacia un uso mayoritariamente recreativo y deportivo a través de los clubes de remo y las regatas.

Origen de la actividad

La actividad comprende un conjunto de técnicas u oficios que se ocupan de la construcción, reparación o reforma artesanales de las embarcaciones de madera típicas del litoral malagueño, empleadas tradicional y principalmente para la pesca de playa con artes de bajura, pero también para la carga y el transporte, así como de otros elementos accesorios (remos, parales, tornos...), igualmente necesarios para estas actividades, distinguiéndose en estos oficios entre el carpintero de ribera, que conoce las técnicas para trazar y dibujar, y por tanto construir interpretando un diseño previo, y el calafate, dedicado principalmente a reparaciones.

Las embarcaciones tradicionales de madera varadas en las playas malagueñas conforman una imagen "fuertemente" arraigada en la colectividad, constituyendo un signo identitario del pueblo malagueño, imagen muy ligada también a la tradición a través de la gastronomía local, con especialidades como el pescaíto frito o el espeto de sardinas, y de celebraciones marineras de fuerte raigambre popular como las correspondientes al día de la Virgen del Carmen.

"Los carpinteros de ribera de la provincia de Málaga son los verdaderos artífices de que se hayan preservado las distintas técnicas constructivas a través de la historia", se subraya en el expediente, en el que se precisa que aunque la actividad se remonta a épocas ancestrales, de su existencia se tiene registro "al menos desde el siglo XVI a través de las distintas ordenanzas municipales y de organizaciones gremiales desde el Siglo XVIII".

Su máximo apogeo, apuntan, se alcanza entre mediados del Siglo XIX y las primeras décadas del Siglo XX. Sin embargo, la sobreexplotación de la pesca y la veda de la misma para diversas especies en los años 80 del pasado siglo, “abocan al abandono de las embarcaciones y al cierre de la mayoría de los astilleros y chambaos”.

Solo el fomento reciente de los clubes de remo y regatas ha podido mantener la actividad que en la actualidad se circunscribe a tres carpinteros de ribera: José Pedro González en la pedanía de Arroyo Coche (Almogía); Francisco Cruz López en la playa del Faro de Torre del Mar (Vélez-Málaga) y Alfonso Carlos Sánchez Guitard López-Valera en los Astilleros Nereo, situados en calle Ferrari Blanco, 4, de la barriada de Pedregalejo (Málaga).