Una imagen de un avión de archivo.
Un piloto malagueño, en el aire durante el apagón nacional: "Los que entramos en esta profesión, sabemos que todo puede pasar"
El piloto de un vuelo comercial entre Málaga y Manchester relata cómo gestionó desde el aire una jornada marcada por el caos eléctrico del 28 de abril.
Más información: La sanidad malagueña frente al apagón: “Tuvimos que volver a la antigua, con papel, boli y mucha coordinación”
El 28 de abril de 2025 quedará grabado en la memoria colectiva de los españoles como el día en que la península ibérica se sumió en la oscuridad. A las 12:32 horas, un apagón sin precedentes dejó sin suministro a España, Portugal y partes del sur de Francia, afectando a más de 60 millones de personas. Si hubo personas que no supieron gestionar bien la situación en tierra, a la luz de las velas en casa, imagínense si les hubiera pillado en el aire, como a cientos de profesionales de la aviación.
Un piloto comercial con el que ha podido hablar EL ESPAÑOL de Málaga, que prefiere reservar el anonimato, tenía asignada la ruta Málaga-Manchester-Málaga en el turno de tarde. La ruta era bastante conocida para él, pero el día comenzó a tornarse algo inusual. “Llegamos al aeropuerto sabiendo que había retrasos por la caída del sistema en toda España”, explica. Aunque las torres de control y centros de control aéreo cuentan con sistemas eléctricos auxiliares, las terminales, fingers y mostradores de facturación estaban sin luz, lo que provocó demoras significativas.
No obstante, la situación en tierra sí obligó a realizar ajustes sobre lo que estaba previsto. Uno de los momentos más frustrantes se dio justo antes del despegue: “Cuando ya nos daban el OK para salir hacia Manchester, al pedir autorización para el taxi nos avisaron de que el slot (una 'cita' programada para que cada avión utilice la pista y las instalaciones del aeropuerto) había cambiado… a peor. Tuvimos que apagar motores y volver a esperar otros 40 minutos en el stand”.
A pesar de las circunstancias, el avión despegó hacia Manchester y el vuelo fue técnicamente estable. “No hubo problemas con los sistemas del avión ni con las comunicaciones”, indica. En Manchester, la situación era más estable. Sin embargo, a la hora de volver a España, se encontraron con una nueva dificultad: “El espacio aéreo de Sevilla estaba cerrado hasta las cinco de la mañana. Tuvimos que esperar allí hasta que se nos permitió entrar de nuevo en el espacio aéreo español”.
¿Cómo se maneja una situación así? Durante todo el proceso, se mantuvo un contacto continuo entre la cabina y la tripulación para mantener informados a los pasajeros sobre la evolución de la incidencia. La mayoría de los pasajeros aceptó la situación con paciencia, aunque una familia de cuatro miembros decidió quedarse en tierra por razones desconocidas, tras el retraso acumulado.
Con años de experiencia en la aviación, ha vivido situaciones similares, como huelgas de controladores aéreos que provocaron retrasos y cancelaciones. Para este experimentado piloto, la clave en estos momentos es la paciencia y la calma, siempre priorizando la seguridad y el bienestar de los pasajeros. “Los que entramos en esta profesión, sabemos que esto puede pasar. No nos regimos por un calendario estándar”.
Aeropuerto de Málaga - Costa del Sol