Toñi, una vecina de Pizarra, con su otra hermana.

Toñi, una vecina de Pizarra, con su otra hermana.

Málaga

Toñi, una vecina de Pizarra, busca respuestas para encontrar a su hermana, una posible bebé robada

La mujer busca a María del Carmen tras no encontrar pruebas de su fallecimiento 68 años después de aquel 14 de febrero de 1956.

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Era 14 de febrero de 1956. María del Carmen Muñoz Bandera llegaba al mundo en el Hospital Civil de Málaga después de que sus padres decidieran quedarse en casa de unos familiares por miedo a que la bebé decidiera salir cuando aún estaban en el campo, en Pizarra, donde ambos residían. La niña con la que soñaban llegó un día de los Enamorados, pero poco pudieron disfrutarla. Apenas 24 horas.

Según el relato de la familia, una monja se la llevó alegando que estaba "llorando mucho". Al volver, les dio la fatídica noticia: la niña había fallecido. Eso sí, jamás se les mostró su cuerpo. Tampoco se les otorgó ningún certificado de muerte. Se les dijo que la habían enterrado junto a un capellán, que había fallecido también ese mismo día.

Dos años después, el día de Nochebuena de 1958, la mujer volvió a dar a luz a otra bebé, a la que llamó igual que la niña que supuestamente había fallecido. Poco después, en 1963, llegaría Toñi. Ambas nacieron en casa. Su madre no quería volver a pisar un hospital, convencida de que le habían quitado a su pequeña. Algo que mantuvo hasta el fin de sus días.

Una imagen de los padres.

Una imagen de los padres.

Años después, una de las hermanas de aquella bebé, Toñi, tras el fallecimiento de sus padres, localizó dos libros de familia. El original y uno duplicado que solicitó su padre. Así, en ambos se encontró una gran sorpresa.

"En el primero de los libros de familia estábamos apuntadas mi hermana y yo. Eso estaba bien. Pero en el segundo, está inscrita mi hermana supuestamente muerta y yo. No sabemos si es un error, ni si está viva o muerta de verdad. No tenemos papeles oficiales. Las dos se llamaban María del Carmen, pero datos como las fechas o el lugar de nacimiento variaban", declara, a la par que reconoce no entender quién pudo registrar a su hermana.

Movida por la necesidad de encontrar respuestas, Toñi acudió al Juzgado de Pizarra y obtuvo la partida de nacimiento de su hermana, en la que no consta su fallecimiento. Posteriormente, viendo que las piezas no le cuadraban, denunció el caso ante la Policía Nacional y se realizó pruebas de ADN, cuyos resultados se encuentran ahora en una base de datos nacional e internacional para tratar de hallar posibles coincidencias.

Las sospechas se acentuaron al conocer el papel de La gota de leche, un antiguo centro de acogida de menores en Málaga, donde, según el relato de Toñi, presuntamente se blanqueaban niños robados haciéndolos pasar por huérfanos. Toñi intentó acceder a los archivos históricos del centro para intentar si pudo ser dada en adopción desde allí, pero la legislación vigente impide la consulta de estos documentos hasta que transcurran 100 años, algo que esta vecina de Pizarra no comprende.

Mientras espera avances en la investigación, Toñi confía en que su hermana biológica pueda estar buscando también su identidad. "Si ella ha pasado por lo mismo y ha hecho lo que yo, puede que en algún momento nuestras pruebas de ADN nos conecten", explica con esperanza.

Este caso es uno de tantos en España que buscan justicia y respuestas sobre el paradero de niños desaparecidos durante el siglo pasado, especialmente durante los años de la dictadura. Organizaciones como ABRA, la Asociación de Bebés Robados de Andalucía, continúan apoyando a las familias en su lucha por esclarecer la verdad y recuperar su historia. Precisamente ha sido esta entidad el mayor apoyo para Toñi, que sueña con abrazar a su hermana.