De muchos de ellos, apenas un recuerdo; de otros, un cartel pegado sobre una farola perdida en mitad de la ciudad. Y pese a ello, todos tienen nombre y apellidos. Son las 28 personas que, oficialmente, siguen constando como desaparecidas en la provincia de Málaga.

Este es el número de denuncias que siguen activas actualmente, según los datos de la Asociación SOS Desaparecidos, colectivo que apoya a decenas de familias que no se rinden en la búsqueda casi eterna de los suyos. Entre el primer caso recogido en la web de la organización, el de David Guerrero, el Niño Pintor, desaparecido el 6 de abril de 1987, a Aitor Rivero Muñoz, al que se le perdió la pista el 25 de febrero pasado en Coín, hay casi 37 años de diferencia. 

Este sábado se celebra el Día Nacional de las Personas Desaparecidas Sin Causa Aparente. De acuerdo con los datos oficiales, en España se denuncian dos desapariciones cada hora; cada día desaparecen 60 personas. Unas 20.000 al año. Y, aunque se resuelven muchos casos, hay un 10% que aunque pasen los años siguen activos.

Las causas de cada una de las desapariciones son totalmente diferentes. La mayoría son personas mayores con alzhéimer o personas con problemas mentales, pero también hay casos desgarradores de violencia de género o conflictos intrafamiliares. 

Foto de David Guerrero, el 'Niño Pintor'.

Analizando los rostros publicados por SOSDesaparecidos, el caso más longevo es el del Niño Pintor, que salió de su casa en 25 Años de Paz para ir a la galería donde exponía por primera vez uno de sus cuadros. Nunca llegó. Aunque se declaró su "muerte legal", es un caso que se ha reabierto en varias ocasiones por el hallazgo de nuevas pistas que no hacen más que llenar de incertidumbre a este caso. 

Aunque con menos tiempo a sus espaldas, otra de las desapariciones que se mantiene viva es la de Juan Antonio Gómez Alarcón, espeleólogo experto que desapareció el 20 de julio de 2010 en la Sierra de Mijas.

Tras el joven, el rostro de Francisco Ruiz, un cazador jubilado de 63 años que acudió a su parcela para dar de comer a sus perros y paró en la cafetería de la gasolinera del polígono La Vega de Las Lagunas de Mijas. Allí se encontró su coche hace ahora 12 años, pero nadie volvió a verlo.

Romualdo Erdozain era un marbellí que salió el Jueves Santo de 2012 y jamás volvió. Su familia declaró que temían que hubiese sufrido una bajada de tensión arterial y se hubiese desmayado en alguna parte o bien que se hubiese desorientado. Había salido, supuestamente, para llenar el tanque de su coche.

Mariano Segura Guerra es otro de los desaparecidos. No se sabe nada de este vecino natural del barrio moganero de Las Burrillas, pero afincado en El Limonar en Málaga desde el 12 de julio de 2011. Salió a caminar solo sin documentación ni las llaves ni el teléfono móvil y los medios de entonces indican que padecía depresión. 

Anastasia Kovalenko, encontrada muerta hace unos meses.

Gordon Simm era un senderista que desapareció en el Río Chillar el 21 de julio de 2012. Fue una jornada con mucha neblina y muchos pensaron que pudiera haberse despistado. Unos meses más tarde desapareció José Melgar en Ronda. Es un anciano que salió el 17 de octubre para hacer unas compras, algo desorientado, por sus trastornos de memoria. Pese a que fueron decenas de vecinos los que le vieron el día que desapareció, nadie notó nada. Jamás ha vuelto a ser visto.

Son algunos de los nombres propios recogidos por SOSDesaparecidos en su web, en la que sigue apareciendo el nombre de Anastasia Kovalenko. Sin embargo, su cadáver fue encontrado en un arroyo de Málaga capital a finales de octubre del año pasado, apenas un mes después de que se denunciara su desaparición. Tuvieron que pasar algunos meses más para que a finales de enero fuese detenido su presunto asesino.