Aviso a navegantes. A partir del domingo, si no se tuercen las previsiones dibujadas por la Agencia Estatal de Meteorología, una nueva ola de calor va a tocar de lleno a la provincia de Málaga y, particularmente, a los municipios del interior, donde se prevé que el termómetro supere los 40 grados centígrados.

Este es al menos el anuncio que, a tres días vista, lanzan desde el organismo estatal, cuyo responsable en Málaga, Jesús Riesco, apunta que estas temperaturas ciertamente elevadas se podrían alargar durante tres o cuatro días. "Al menos hasta el jueves podemos tener esta situación", explica.

Riesco indica que si bien será la zona interior la más afectada, la elevación del mercurio será también una tónica en los municipios del litoral. El fenómeno de la ola de calor no es desconocido en una provincia como la malagueña. De hecho, en los últimos 50 años, según los datos estadísticos, este territorio ha sufrido al menos 39. No obstante, de todas ellas 21 se han registrado en la última década, lo que pone de manifiesto el impacto del cambio climático.

En total, 238 días en los que los termómetros han marcado una temperatura superior a la normal, concentrándose 146 de entre 2012 y 2022. Cabe señalar que la propia definición de ola de calor establecida por AEMET tiene en cuenta con los factores propios de cada lugar, variando la horquilla necesaria en función de la provincia.

La estipulación técnica apunta a que se trata de un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000.

Lo que ahora se apunta para el escenario temporal más inmediato va en consonancia con la predicción que el Centro Meteorológico viene haciendo desde principios de año, cuando ya señalaba que este verano va a ser de los más tórridos de la historia.

Aunque sin llegar a los parámetros que se prevén para el inicio de la próxima semana, la segunda mitad del pasado mes de junio confirma un crecimiento considerable de las temperaturas. Frente a una primera mitad "inestable", en la que incluso ha llovido por encima de lo que es habitual para este periodo, una segunda parte de mes mucho más severa en lo que al termómetro se refiere.

Y es la unión de las dos mitades lo que permite hablar de un junio cálido, "pero no excepcional". Riesco detalla que la temperatura media ha sido de 23,3 grados, 1,2 por encima de la media registrada en el periodo 1991-2020. "Es el décimo más cálido desde 1961, cuando hay datos en formato rejilla", añade. En cuanto a la lluvia, la media ha sido de 12,9 litros por metro cuadrado, cuando la media es de 8,5. Pese a esta mejoría, se trata del junio número 22 en cuanto a más precipitaciones.