Manifestación feminista.

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Málaga

Los casos de mujeres en riesgo por violencia de género en Málaga se multiplican en la última década

Los casos de especial relevancia, que pueden evolucionar hasta el asesinato, ascienden a 1.490. Son 1.012 más que hace apenas dos años y medio.  

12 junio, 2023 05:00

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En junio de 2013, el sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGen) registraba en Málaga 156 mujeres en riesgo, el 4,9% del total de los casos activos. Una década después, en 2023, son 409, el 10,7% del total. 

La herramienta coordinada por el Ministerio de Interior considera casos activos aquellos que están bajo la lupa de la Policía Nacional y los divide en diferentes niveles que conllevan medidas específicas de protección y entre los que un caso concreto puede ir evolucionando con el tiempo. Así, se diferencia entre riesgo no apreciado, bajo, medio, alto o extremo. 

A fecha de 30 de mayo de 2013, en la provincia había 3.162 casos activos registrados en Viogen, la mayoría de ellos (2.314, el 73,2%) sin riesgo apreciado. Otros 692 tenían asignado un riesgo bajo, 152 medio, tres alto y uno extremo. 

Diez años después, el sistema contabiliza 659 casos activos más. A fecha de 31 de mayo de 2023, son en concreto 3.821 las mujeres bajo seguimiento y protección policial en Málaga. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría entonces, la mayoría de ellas sí están en riesgo: 1.587 en un nivel bajo, 394 medio y 60 alto.

Teniendo en cuenta los tres niveles más altos —medio, alto y extremo—, el número de mujeres en riego activo por violencia de género en Málaga se ha incrementado en la última década un 162% o, dicho de otros forma, se han multiplicado casi por tres. 

Por 2013, los reportes del Ministerio de Interior apenas reflejaban el número de casos registrados, pero en los últimos años, la información que ofrece el departamento gubernamental es cada vez más extensa y precisa. 

CASOS DE ESPECIAL RELEVANCIA

En 2019, además, la policía comenzó a aplicar un nuevo protocolo para la valoración del nivel de riesgo de las víctimas con el objetivo de "mejorar la predicción de reincidencia de nuevos episodios de violencia" así como "identificar y alertar" a las autoridades competentes de casos con un riesgo "de especial relevancia", "susceptibles de evolucionar en violencia más grave", como el asesinato de la mujer. Esta situación se da únicamente en casos con riesgo medio, alto o extremo. 

Tomando como referencia el primer balance de 2020, a 31 de enero, en Málaga había registrados 478 casos de especial relevancia: 227 mujeres tenían un riesgo medio, 214 alto y las 37 restantes, extremo. 

En el acumulado del informe de mayo de 2023 (que incluye, por ende, casos que pueden no estar activos, pero en algún momento lo estuvieron), la policía contabiliza en la provincia 296 mujeres en riesgo medio (69 más), 968 en riesgo algo (754 más) y 226 en riesgo extremo (189 más). En total, ya hay registrados 1.490 casos, 1.012 más que hace apenas dos años y medio después

La categoría de “especial relevancia” es, precisamente, el filtro que el Ministerio de Interior usó para el nuevo sistema de avisos a víctimas de violencia de género de agresores con antecedentes que activó hace tan solo unos meses. Según justificaba entonces, estos “combinan circunstancias que aumentan de manera significativa la probabilidad de que el agresor ejerza sobre ella una violencia muy grave o letal”. 

Para recibir la alerta, además, las mujeres deben haber denunciado previamente a sus maltratadores, algo que no hizo Paula, la joven asesinada el pasado mes de mayo en Torremolinos, contra su presunto maltratador, Marco, pero sí dos de las parejas anteriores del italiano. 

Antes de presuntamente acabar con la vida de Paula, el hombre había maltratado a otras dos mujeres que llegaron a denunciarlo ante las fuerzas y cuerpos de seguridad. Por uno de estos casos, le impusieron medidas cautelares para proteger a la víctima. 

Antes de todo esto, una expareja de Marco llamada Sibora desapareció sin dejar rastro poco después de romper la relación. Nunca se sospechó de él, simplemente se le tomó declaración porque fue la última persona con la que tuvo contacto, según dijo, por Whatsapp.

Nueve años después, estando en los calabozos detenido por la muerte de Paula, el italiano confesó de forma informal que la había matado y dijo que su cadáver estaba escondido entre las paredes del piso que habían compartido. Este miércoles, la policía halló restos humanos en una caja de madera junto a un cuchillo ensangrentado y objetos que, todo apuntan, pertenecieron a la joven desaparecida en 2014.