La ministra de Turismo, Reyes Maroto, en la Cueva de Nerja.

La ministra de Turismo, Reyes Maroto, en la Cueva de Nerja.

Málaga

La ministra de Turismo visita la Cueva de Nerja (Málaga), una de las más grandes de Andalucía

  • Reyes Maroto ha recorrido el monumento y ha firmado en el libro de honor de la Fundación.
  • Este enclave está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2006.
14 agosto, 2021 21:39
Málaga

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El atractivo que genera el patrimonio geológico de la provincia de Málaga, tan en boga en los últimos días tras el sorprendente descubrimiento de una gruta en la cantera de La Araña, ha despertado el interés hasta de una ministra del Gobierno central.

En concreto, de la responsable de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, quien este sábado ha visitado la Cueva de Nerja (Málaga), declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 2006.

La ministra, según han informado, ha sido recibida por el gerente de la Cueva de Nerja, José María Domínguez. Tras recorrer el monumento, Maroto ha firmado en el libro de honor de la Fundación, "con palabras cercanas y de agradecimiento".

La titular de Turismo ha dado las gracias a todos los visitantes que eligen este enclave y a los trabajadores de la Fundación "por mantenerlo como lugar único y por preservar su historia". También ha ofrecido el apoyo del Ministerio que representa, según han informado desde la Cueva de Nerja.

Esta cueva está situada a 158 metros sobre el nivel del mar y es, con 4.823 metros, una de las de mayor desarrollo topográfico de Andalucía. Tiene tres bocas de entrada, dos torcas subcirculares y, próxima a ellas, una entrada habilitada un año después del descubrimiento, en 1960, para el acceso de las visitas.

Fue descubierta en 1959 cuando cinco jóvenes de Maro y Nerja decidieron ir a coger murciélagos a un pozo que por aquel entonces era conocido como la Mina y donde al anochecer se podía observar como salían grandes bandadas de estos animales.

Una vez en el interior, uno de ellos se percató de una suave corriente de aire húmedo que salía hacia el exterior, comprobando la existencia de una estrecha hendidura que no pudieron atravesar porque dos estalactitas se lo impedían. Al día siguiente volvieron al lugar con herramientas con las que lograron romper las estalactitas.