Sergio, Pablo y Dani en un domingo de 'Cocido Solidario'.

Sergio, Pablo y Dani en un domingo de 'Cocido Solidario'. Cedida

Sociedad

Sergio, Pablo y Dani, los jóvenes de Chamberí que cada domingo invitan a cocido en su casa: "Han venido concejales e influencers"

Desde hace 47 domingos los tres chicos hacen lo que llaman 'Cocido Solidario'. Abren su casa y hacen cocido para todo el que quiera ir.

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El cocido de la madre de Daniel congrega cada domingo a unas 20 personas en la casa que comparte con sus compañeros en Chamberí. Todo comenzó una noche de sábado cuando Dani todavía estudiaba derecho en Salamanca. Decidió invitar a sus amigos al día siguiente a comer y hacer la receta que le enseñó su madre.

Una tradición que comenzó a realizar todos los domingos y que hace cuatro años, cuando se mudó a Madrid con Sergio y Pablo, decidieron llevar un paso más allá. Así, se crearon una cuenta de Instagram para invitar a cocido no solo a sus familiares y amigos, sino a todo el que le apeteciese ir a lo que han bautizado como el 'Cocido Solidario'.

"Tenemos muchas peticiones. Hacemos un calendario, como el de los eventos, donde se pone en rojo o en verde en función de la gente que hay. Así vamos apuntando según nos van diciendo que quieren venir", explica Daniel. "A veces tenemos que pedirles sillas a los vecinos porque no entramos", dice Sergio.

Por ahora son 47 domingos los que llevan haciendo su cocido reglamentario de la semana. Y no tienen pensado dejarlo. "Al menos, hasta que venga Cristiano Ronaldo", añade Pablo.

Para estos jóvenes de 27 años, es una forma de conocer gente nueva al no ser ninguno de Madrid. Daniel y Pablo son ambos amigos de siempre de su ciudad, Plasencia. Posteriormente, este último conoció a Sergio, de Burgos, en la carrera de matemáticas y los presentó.

Hasta 70 personas

Así, han conocido a todo tipo de personas. "Una vez vino un influencer", expresan (aunque prefieren no desvelar su identidad). "Lo conocí subiendo el Kilimanjaro hace un mes. Él hace contenido sobre viajes y le invité a nuestro evento. Ahí se presentó un día", cuenta Sergio.

También tuvieron entre sus comensales a un concejal de Vitoria y un medallista olímpico. "Mucha gente cuando les conocemos y se lo contamos para que vengan se extrañan. Se piensan que somos un restaurante o un catering", explican.

Uno de los domingos de cocido que más recuerdan es en el que fueron un grupo de chicas que solo conocían de un día. "Después de comer siempre nos quedamos un poco de sobremesa, pero ese día se nos alargó hasta las diez de la noche. Nunca echamos a nadie de casa, pero tuvimos que acabar diciéndoles que se fueran", narra entre risas.

En otra ocasión, una mujer se presentó con cinco perros que estaba cuidando. "Se comieron la carne del cocido. Fue una locura. Luego le echamos una buena bronca". "También una familia nos habló para venir. Eran ocho hermanas junto con sus maridos", agrega Pablo.

El tablón con todas las fotos de los 'cocidos solidarios'.

El tablón con todas las fotos de los 'cocidos solidarios'. Cedida

Incluso, han acabado saliendo parejas. "Hemos tenido varios casos", comenta Dani, que bromea en conversación con Madrid Total sobre la posibilidad de hacer en un futuro una especie de 'first dates del cocido'.

Otras veces, han llevado el plato a otros lugares para poder invitar a más personas. "Unas Navidades hablamos a unos amigos que tienen un bar para hacerlo allí. Fueron unas 70 personas. Estuvimos una semana entera haciendo cocido", expresa Daniel. En otro momento, convirtieron el bar de debajo de su casa en una suerte de discoteca con DJ pinchando mientras repartían el cocido entre los asistentes.

Los rituales del cocido

La receta del cocido que los tres jóvenes sirven cada domingo tiene dos elementos clave: el compango de la carnicería del padre de Daniel y la preparación en la olla que le regaló su madre. "Nunca hemos tenido queja de él". Para hacerlo, además, se han preparado tres chaquetillas con sus nombres bordados

El cocido de Sergio, Pablo y Daniel.

El cocido de Sergio, Pablo y Daniel. Cedida

Además, hay otros rituales que repiten en estos eventos. Por una parte, la foto reglamentaria que luego suben a sus redes sociales e imprimen para colgar en el tablón que tienen presidiendo el comedor

Por otra parte, están los llamados 'regalos al cocido'. "No es obligatorio, porque es solidario, pero mucha gente ha querido regalarle algo. Lo más típico es pan y vino, pero hay veces que han traído cosas más aleatorias como una lámpara", cuentan.

"En Navidad, la gente traía figuritas del Belén". Al final acabaron preparando un pesebre con más de 30 figuras, algunas típicas como la Virgen María o San José, y otras más originales como Olaf de la película Frozen, un gato chino y un caganer, propio de la tradición catalana.

Por ahora, ven muy lejano ese último cocido. "Lo que sabemos es que será muy feliz, como todos los que hemos hecho", apunta Pablo.