Esotérica, la última apertura de la calle Pez.
La nueva calle del esoterismo en Madrid: bares con lectura del tarot, hipnosis y cuadros de la "pintora del apocalipsis"
El prestigioso mentalista Pablo Raijenstein cumple tres años revolucionando la calle Pez y abre una nueva coctelería escondida en una tienda de magia.
Más información: El nuevo bar de Malasaña donde te leen las cartas del tarot y te hipnotizan mientras tomas un cóctel
El prestigioso mentalista Pablo Raijenstein cumple tres años revolucionando y expandiendo el misticismo en una célebre calle del barrio de Malasaña. Su presencia ha arraigado y expandido la fascinación por lo sobrenatural entre quienes recorren la ciudad cada noche.
Así, la calle Pez se transforma en un santuario urbano en el que la cultura de lo insólito vibra en cada rincón del barrio. La leyenda sobre su nombre y la existencia de personas con historias ocultas que han vivido en ella, la convierten en la nueva zona del esoterismo en Madrid.
"El misterio nos unifica y nos atrae a todos. Está cogiendo bastante fuerza en un momento en el que todo está tan polarizado. Por ejemplo, ¿qué pasa cuando morimos?; son preguntas que nos hacemos todos", cuenta a este diario Raijenstein que, tras la gran afluencia de gente que tenía en su coctelería Medium Club —"la gente se quedaba fuera"—, ha abierto hace un mes y medio un segundo local totalmente relacionado con la historia de la calle Pez.
Lectura de cartas en Esotérica.
Esotérica se presenta como una tienda de artículos mágicos, pero si en el mostrador dices la contraseña secreta, accedes a un espacio oculto: un restaurante-coctelería speakeasy escondidos en su interior inspirado en una enigmática vecina de Malasaña, Margaret Modlin, conocida como 'la mejor pintora del apocalipsis'.
"Un fotógrafo, Paco Gómez, encontró casualmente unas fotos (de la familia de Margaret), donde se veía a su marido con su hijo. Eran fotos extrañas. Salían en calzoncillos con los brazos en forma de cruz. Hay gente pensó que eran poses típicas de una secta, pero las usaba de bocetos para sus cuadros, que eran misteriosos y sugerentes", narra el mentalista.
La pintora americana y su familia se instalaron en la calle Pez en la década de los 70 para evitar, en parte, que su hijo tuviera que alistarse en la guerra de Vietnam. En los años 90, murieron los tres en tres años. Esta perturbadora historia la recoge Paco Gómez en su libro Los Modlin. Una historia increíble rescatada de la basura.
Tras conocer la inquietante historia de Modlin, Raijenstein y sus socios Hugo Boscovich y Tomás García, decidieron comprar sus cuadros y dedicarle su nuevo espacio: "En la planta de arriba de Esotérica tenemos sus cuadros y abajo un 'gabinete curiosidades' con artefactos del presidente de la Sociedad de Parapsicología, Ramos Perera, que le compramos a su viuda, porque él falleció hace poco".
Interior de Medium, el bar de Malasaña donde te leen las cartas del tarot.
Entre las curiosas propuestas de Esotérica, hay cócteles que ayudan a enfrentar el desamor o incluso encontrar uno nuevo; también rompen hechizos o incluso pócimas secretas que potencian el vigor sexual. "Lo más interesante de los cocktails es la selección y mezcla de ingredientes sacados del cuaderno de Margaret", cuenta Alessandro, su bartender.
Además de poder disfrutar de una gastronomía líquida de autor, también puedes degustar una cuidada selección de platos mediterráneos e internacionales. "Desde croquetas hasta unos 'fish and chips' y opciones más veganas como la ensalada Elmer", informa Boscovich. El ticket medio es de 35 euros.
Esotérica.
Junto con club Médium, estas coctelerías tematizadas de la calle Pez están creadas para el sexto sentido: en ellas sus pitonisas realizan lecturas de cartas del tarot.
Y puedes asistir a sesiones espiritistas o de hipnosis, además de poder consultar los libros de Parapsicología disponibles en la biblioteca del local o comprar algún libro con temática ocultista.
La historia de la calle Pez
La calle del Pez debe su nombre a una leyenda del siglo XVII. Aunque el origen no está directamente ligado al esoterismo, algunos detalles de su historia se relacionan con lo sobrenatural y el misterio, muy afín al imaginario esotérico de Malasaña.
Blanca Coronel, hija del propietario de un estanque lleno de peces que se estaba secando en la calle, rescató y cuidó al último pez; al morir el animal, la joven decidió profesar en el convento de San Plácido, cercano a la calle, al restar profundamente afectada por su muerte.
Este gesto fue interpretado por algunos como un ejemplo de purificación del alma y desapego terrenal, una lectura con tintes místicos. Además, el convento fue escenario de episodios considerados sobrenaturales: posesiones demoníacas y exorcismos, que atrajeron incluso la atención de la Inquisición.
Desde entonces, el padre de Blanca mandó esculpir un pez de piedra en su casa y así la calle adoptó este nombre en recuerdo al animal y a ella. La presencia simbólica del pez dotó al relato de un halo de misterio.