Marta, una madrileña que se mudó a Suiza para emprender.

Marta, una madrileña que se mudó a Suiza para emprender. Redes Sociales

Sociedad

Marta, una madrileña en Suiza, hace una comparación con España que duele: "Por limpiar pagan casi 6.000 euros al mes"

Esta empresaria que se marchó de nuestro país hace más de una década asegura que en trabajos de este tipo se suele cobrar la hora a más de 37 euros.

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Históricamente se ha dicho que Madrid es la ciudad de las oportunidades. Sin embargo, a veces no es así. Aunque el mercado laboral de la capital suele estar activo en todo momento, lo cierto es que con la llegada de tanta población, la demanda siempre supera a la oferta.

Esa situación de colapso lleva cada vez a más personas a cruzar las fronteras de la ciudad para marcharse a buscar nuevos frentes. Pueblos y localidades de la comunidad con más y mejores oportunidades. O incluso municipios de provincias cercanas donde la suerte pueda sonreírles más.

Sin embargo, hay un pequeño grupo de madrileños que en los últimos años ha decidido mirar mucho más allá, llevando eso de emprender hasta otros horizontes. Uno de esos casos es el de Marta, una madrileña a la que ahora esa suerte le sonríe, pero que decidió buscar su éxito lejos de España.

Ella se propuso buscar su propio lugar de oportunidades y así llegó a Suiza, estado en el que lleva residiendo feliz desde hace más de 10 años. Allí ha encontrado una vida que en nuestro país, y sobre todo en Madrid, es casi imposible tener.

Sin embargo, en países como este, donde los salarios son mucho más altos, aunque también lo es el coste de vida, ha logrado una segunda oportunidad que sin duda está aprovechando. Y desde allí ayuda y enseña a otras personas que desde España también sueñan con romper esas barreras.

Una madrileña compara Suiza con España

La vida de Marta ha cambiado mucho en los últimos años. Actualmente es empresaria y madre de cuatro hijos. Y ha conseguido edificar su presente y su futuro alrededor de una de las cosas que más le gustan en la vida: la moda.

Sin embargo, para eso tuvo que tomar una decisión siempre complicada: emprender. Y para ello dejó atrás España y se marchó a Suiza, un país que todos asociamos a salarios altos, pero en el que el coste de vida también supone una losa muy pesada.

Ahora, Marta intenta ayudar a todas esas personas que, como ella hizo en su día, llegan nuevas a un país. Especialmente a Suiza, el mercado que controla a la perfección. A través de sus redes sociales, donde durante mucho tiempo ha ido contando su vida y su viaje, deja una comparación que llama mucho la atención.

Marta explica cómo consiguió trabajo a pesar de no controlar ninguno de los idiomas que se hablan habitualmente en Suiza. Lo primero, buscó empleo en tres páginas web que ahora recomienda. Y asegura que la clave fue la sinceridad.

No intentó aparentar saber ningún idioma y usó el práctico traductor de Google. Y eso sí, no se cansó de enviar currículum ni de escribir a todo el mundo pidiendo una oportunidad de lo que fuera. Siempre con la mentalidad de que el "no" ya lo tenía y que solo le podían pasar cosas buenas.

Para las personas que no controlan el idioma como era su caso, recomienda empezar por sectores como el doméstico o la construcción. Y estar muy informado del nivel de salarios ya que, si llegamos desde España, es probable que se intenten aprovechar sabiendo que en nuestro país se paga menos.

Y hace una matización en base a su experiencia y es que, por ejemplo, una persona que trabaja en un servicio de limpieza privada puede llegar a cobrar hasta 35 francos suizos la hora, es decir, más de 37 euros. Si lo extrapolamos a trabajar 8 horas diarias (296€), cinco días a la semana (1.480€) y cuatro semanas al mes, el salario podría llegar a ser de 5.920 euros. Algo impensable en España para infinidad de puestos.

Sin embargo, asegura que debemos mirar bien todas las cifras de nuestra oferta y aunque no debemos aceptar menos de lo que corresponde, tampoco podemos dejarnos llevar por cifras anormalmente altas. Y es que esa es una clara señal de estar ante un estafador.