Carlos Valverde frente a su local en el municipio madrileño de Alcalá de Henares.

Carlos Valverde frente a su local en el municipio madrileño de Alcalá de Henares.

Sociedad

Carlos (29), emprendedor y propietario de tres negocios en Madrid: "Es un poco temerario en los tiempos que corren"

Con apenas 30 años, este joven madrileño da empleo a 25 personas, combinando tradición y modernidad en una pastelería histórica.

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Carlos tiene 29 años y una energía que contagia. Es administrador de empresas de formación, pero pastelero de corazón.

Y es que aunque a su corta edad ya tiene tres negocios en Madrid, no es un empresario cualquiera, su ímpetu viene de tradición familiar.

"Tengo una tradición de pasteleros en mi familia, soy la tercera generación. Empezó mi abuelo, siguió mi padre y hasta ahora mismo, que ha recaído la tradición en mí", explica mientras sonríe, consciente de que el oficio le corre por las venas.

Carlos Valverde posa frente a la pastelería Salinas, situada en el municipio madrileño de Alcalá de Henares.

Carlos Valverde posa frente a la pastelería Salinas, situada en el municipio madrileño de Alcalá de Henares.

Sin embargo, Carlos lo sabe: el emprendimiento cada vez cuesta más. "Es un poco temerario en los tiempos que corren, pero bueno el oficio lo llevaba por dentro y lo he hecho con mucha ilusión, mucho cariño que es como se tienen que hacer las cosas y la verdad que estoy muy contento", confiesa en Telemadrid mientras recuerda sus primeros pasos.

Fue en plena pandemia, cuando la mayoría intentaba resistir como podía, cuando Carlos se lanzó a abrir su primer negocio.

Con solo 24 años reabrió la pastelería Salinas, la más antigua de Alcalá de Henares, que había cerrado hacía más de 12 años. Fundada en 1846, el local original está en la plaza Cervantes, en pleno centro de la ciudad.

Su reapertura fue un acontecimiento para los vecinos, que recuperaron un lugar emblemático y para Carlos, supuso el inicio de su aventura como empresario. Sin embargo, no se conformó con eso.

Poco después abrió un segundo local, pero esta vez con un aire más moderno. En este local Carlos ofrece donuts artesanos y tartas de queso, una especialidad que aprendió cuando estuvo viviendo fuera de España.

La idea fue un éxito y le ha permitido llegar a un público más joven, que busca sabores y dulces diferentes.

Además, Carlos cuenta con un obrador propio en Alcobendas. "Se puede visitar, y si nos pillas haciendo la tarta te la puedes justo llevar", explica divertido. Un contacto cercano con los clientes que es parte de lo que más disfruta de su trabajo.

Y es que este joven no se detiene. En pocas semanas abrirá su tercer negocio: una bombonería dedicada por completo al chocolate.

Una apuesta arriesgada, pero que él afronta con entusiasmo. Con esta apertura, ya suma tres locales y da empleo a 25 personas, algo que a sus 29 años no deja de sorprender.

"El secreto del éxito es el amor por lo que haces", asegura. Y es que para Carlos, esa es la clave de todo. Pues, aunque pueda sonar simple, si uno no disfruta y no pone cariño, es imposible que el negocio funcione.