La planta intermedia entre facturación y llegadas que ha sido ocupada por los indigentes.

La planta intermedia entre facturación y llegadas que ha sido ocupada por los indigentes. Cedida

Sociedad

El rincón oculto de Barajas que se ha convertido en una 'ciudad de indigentes': "Aquí todo el mundo habla español"

Madrid Total desveló hace una semana la planta intermedia oculta en el Adolfo Suárez que estaba siendo utilizada por los indigentes y no se ha tomado ninguna medida.

Más información: Cientos de indigentes se 'reubican' en una planta intermedia de Barajas tras las quejas: "Mueven el problema"

J. Soler | Agencias
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El Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas es una infraestructura llena de pasillos y recovecos muchas veces ocultos al paso de los viajeros que están siendo utilizados por los centenares de indigentes que viven casi permanentemente allí.

De hecho, el pasado 8 de mayo, Madrid Total publicó que, tras las denuncias de los trabajadores y de varios usuarios, la mayoría de estas personas sin hogar habían encontrado una planta oculta, entre facturación y llegadas, para trasladarse y evitar a los viajeros.

Se trata de un pasillo que ni siquiera aparece en las señalizaciones que llenan el Adolfo Suárez puesto que la cartelería que se ve en la planta baja de la imagen es el nivel -1, justo en el que se coge el Metro y Renfe, y luego se puede ver que la planta 0 es la de los taxis y la segunda, la que sale a salidas y facturación. Pero de la 1 nadie habla y es justo donde se han trasladado muchos de estos indigentes.

Indigentes en la T4 del aeropuerto de Barajas

Indigentes en la T4 del aeropuerto de Barajas Cedida

Una mujer de mediana edad que vive ahora en este pasillo ha contado a Europa Press que el perfil de las personas es variado. "Aquí estamos de todo", ha explicado poniendo de ejemplo a personas que llegan por una mera falta de recursos, pero también a gente con adicciones que pasan gran parte de las jornadas tirada en el suelo.

Preguntada por si suele encontrarse con solicitantes de asilo, ha dicho que "no sabría decir" pero que normalmente "todo el mundo habla español".

Pero no es el único punto, el sindicato Alternativa Sindical Aena/Enaire (ASAE) ha informado de que Aena ha recolocado a los indigentes, que llaman ocupantes no autorizados (ONA), a la planta 2 norte y en la planta 1 sur de la T4, donde hay unas oficinas que no se usan.

Para los trabajadores, lo único que ha hecho Aena ha sido mover el problema: "Debido a las quejas de aerolínea Emirates, cuyos mostradores de facturación están en la T4 Planta 2 Sur, han trasladado el lugar para dormir a la T4 planta 2 norte, moviendo el problema a Boliviana de Aviación, American Airlines y la aerolínea israelí El Al, entre otras compañías".

Lo que se temen en ASAE es que sí que si hay más quejas de las aerolíneas, habrá más movimientos dentro del aeropuerto hasta que no se solucione el problema global.

De hecho, los vecinos del barrio de Aeropuerto confirman que los indigentes se mueven por esas zonas, aunque de momento, "no se han producido altercados ni situaciones de inseguridad".

"Los días que hay mercadillo en el recinto ferial, que está casi pegado al aeropuerto, muchos indigentes acuden llevando en carros todos sus enseres. De momento, nunca hemos tenido problemas con ellos", relata una vecina de Barajas que conoce la situación. Por otro lado, fuentes municipales confirman que hay personas que pernoctan en Barajas, pero que durante el día salen del aeropuerto.

Más por la noche

Una situación que confirman en el Adolfo Suárez donde durante el día y gran parte de las tardes, es difícil ver a alguna de estas personas circulando por los espacios abiertos al público. Sin embargo, según cuenta un trabajador del recinto, es según anochece cuando empiezan a concentrarse en este pasillo y otras zonas del aeropuerto.

Según ha comprobado la agencia, en este espacio se podían contar en la tarde de este martes una docena de personas tumbadas en el suelo o sentadas, pero siempre sin acercarse a la rampa que lleva a la zona de facturación.

Más allá de llevar a estas personas a un lugar apartado del complejo, Aena ha tomado otras decisiones para evitar su estancia en los lugares más concurridos. En la zona de facturación, donde mayor flujo de pasajeros se produce, se han retirado todos los asientos que hace unos meses formaban parte del paisaje habitual.

Una muestra del efecto que genera en los viajeros la presencia de las personas sin hogar es un ascensor que se ubica en este pasillo donde todos ellos han sido concentrados. Según ha contado Rosa, "nunca se usa" y las personas que salen por accidente suelen optar por continuar a otra planta o, al menos, seguir adelante asustados.

La preocupación en las instalaciones se eleva cuando avanza la tarde y el ruido habitual de las maletas va cesando. Es a estas horas cuando comienzan a escucharse algunos gritos y atisbos de peleas. "Por la noche es peor", ha confesado Rosa.