Jaime Susanna Brais Cedeira

No está del todo claro para qué la hizo. Es posible que solo quisiera hacer ejercicio en la soledad de su celda, o que planeara usarla para agredir a alguien. Lo que sí está claro es que Dilawar Hussein F. C. el Negro robó pesas del gimnasio de la cárcel de Estremera para fabricar la mancuerna que usó para matar a Ángel A. V. a golpes la madrugada de este jueves. El asesino de Morata de Tajuña se cobró así su cuarta víctima.

Así lo han confirmado fuentes penitenciarias a Madrid Total. El crimen sucedió de madrugada en el módulo 12 de la prisión. No se había producido ninguna situación previa con ese interno que hubiera sido el detonante de la mortal trifulca.

Una vez mató a su compañero de celda, como era de madrugada, se duchó, cubrió el cuerpo, pulsó el botón de la megafonía e informó a uno de los funcionarios que había matado a su compañero. El asesino le destrozó la cabeza con este objeto, precisan fuentes de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación.

Las fuentes consultadas aseguran que los internos de las cárceles no tienen permiso para tener esa clase de objetos en las celdas, ya que su uso está restringido a las salas habilitadas como gimnasio en los centros penitenciarios. De esta forma, se podría estar planteando un problema interno de seguridad. El mango del objeto puede ser un palo de escoba o algo similar. 

Los funcionarios del módulo 12 informaron de que este miércoles hubo muchos incidentes, varios conatos de peleas y trifulcas. En algunas de ellas llegó a participar el Negro.

Los funcionarios habían comenzado a comprobar que este era un preso de marcado perfil conflictivo, "bastante bravo", y que estaba en constante choque en los últimos días con un preso de origen africano.

"Resulta llamativo porque el tipo es muy pequeño", comenta una de las fuentes consultadas de la Benemérita. Sin embargo, esto no le ha impedido acabar con la vida del otro interno. Esta mañana se ha presentado la Policía Judicial y el forense en la prisión. El asesino, por su parte, ha sido enviado a un módulo de aislamiento.

Ángel llevaba algo más de tiempo en prisión y estaba a la espera de juicio por un caso de violencia de género. La víctima era su preso de acompañamiento, es decir, la persona encargada de velar por él y hacer que se adapte a la vida en prisión. Las fuentes consultadas destacan de él que era "muy pesado". 

El Negro, de 42 años, estaba en el módulo 12 de la prisión madrileña, reservado para presos conflictivos. No tenía protocolo antisuicidio ni ninguna otra característica especial. Es el proceder habitual en casos como el suyo.

El crimen de Morata

Dilawar fue arrestado el 22 de enero tras entregarse en dependencias de la Guardia Civil y confesar que había matado a los tres hermanos de la localidad madrileña de Morata de Tajuña. Dos días después, entró en prisión. 

Los cuerpos fueron hallados días antes de su confesión aunque, según relató en sede judicial, los había matado el 17 de diciembre con una barra de hierro. Es decir, que el crimen tuvo lugar un mes y un día antes de que sus cuerpos fueran hallados en proceso de descomposición y parcialmente quemados.

Solo habían pasado tres semanas desde el ingreso de Dilawar en prisión provisional comunicada y sin fianza por orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Arganda del Rey, que instruye la causa por las muertes de los tres hermanos de Morata de Tajuña, Amelia, Ángeles y Pepe.

El magistrado justificó su ingreso en prisión provisional ante el riesgo de fuga, de que altere las pruebas o de que pudiese poner sobre aviso a un supuesto cómplice.

También alegó que el investigado tiene a la totalidad de su familia residiendo en Pakistán, un país que carece de acuerdo de cooperación judicial con España, y que percibe unos ingresos -de unos 400 euros mensuales- que le permitirían comprar un billete de avión o alquilar un vehículo para salir del país.

Ingresó en la cárcel de Estremera, donde el año pasado ya estuvo recluido durante varios meses por agredir con un martillo en la cabeza a Amelia, una de las hermanas fallecidas. En el juicio fue condenado a una pena de dos años y quedó en libertad al carecer de antecedentes.

La causa por triple homicidio de Morata de Tajuña sigue avanzando a medida que los investigadores tratan de despejar las "lagunas" que, a juicio del juez instructor, dejó el investigado en su declaración.

Entre ellas, dónde se desprendió del arma homicida, que tenía una o varias puntas dadas las heridas incisas que presentaban los cadáveres.

También duda de qué empleó para prender fuego a los cuerpos de las víctimas -aunque tiene claro que lo hizo "con ánimo de dificultar la investigación"- y si contó con la colaboración de otra persona en el momento del crimen.