Accidente provocado por una conductora kamikaze el pasado domingo en la A-4.

Accidente provocado por una conductora kamikaze el pasado domingo en la A-4. Emergencias Madrid

Sociedad

Los kamikazes siguen disparados en Madrid: cuatro incidentes con dos muertos y 11 heridos en 2023

Aunque las condenas por conducción temeraria siguen una tendencia a la baja en España, cada poco tiempo un nuevo kamikaze vuelve a los titulares. 

13 septiembre, 2023 02:47

La madrugada del pasado domingo, una conductora provocó un accidente con ocho heridos circulando en sentido contrario por la A-4. Hace menos de dos semanas, una mujer condujo 12 kilómetros en dirección contraria por un túnel de la M-30. En julio, otro kamikaze mató a Juan Fernández e hirió a su mujer e hijo en la M-50. Y en marzo, un joven borracho y drogado chocó frontalmente con el taxi donde viajaba Edoardo di Lorio, acabando con su vida.

Los conductores kamikazes son una realidad que ha provocado, al menos, dos muertos y 11 heridos en la Comunidad de Madrid en lo que va de año, según el seguimiento que ha hecho Madrid Total de esta anomalía en la seguridad vial.

Las carreteras cada vez son más seguras, los conductores cada vez están más concienciados y, sin embargo, cada cierto tiempo, un nuevo kamikaze vuelve a saltar a la palestra informativa por haber provocado una desgracia. ¿Por qué ocurre esto? ¿Vamos a peor en este sentido?

Artículo 381

La respuesta a estas preguntas no es fácil. No existe en España un tipo penal concreto para el conductor kamikaze, puesto que las causas son muy diversas. "No es lo mismo un borracho que recorre 20 kilómetros que un anciano que se equivoca de sentido", explica una fuente de la Dirección General de Tráfico (DGT), opinión que comparten fuentes consultadas de la Policía Municipal de Madrid.

Un conductor en sentido contrario puede incurrir en delitos de conducción temeraria, conducción bajo el efecto del alcohol o sustancias estupefacientes, lesiones, daños a la propiedad, homicidio por imprudencia… O ninguno de ellos.

El tipo penal que más se ajusta a lo que conocemos por "kamikaze" viene recogido en el artículo 381 del Código Penal, que expone la “conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás”.

Así pues, las memorias de la Fiscalía de Seguridad Vial arrojan algo de luz sobre esta cuestión. En 2021, se dictaron en España 138 sentencias por este artículo. En 2022, fueron 114. Lo que indica que es un delito que va a la baja.

Los servicios de Emergencia trabajando en el siniestro ocurrido el pasado domingo en la A-4.

Los servicios de Emergencia trabajando en el siniestro ocurrido el pasado domingo en la A-4. Emergencias 112

La "conducción temeraria" -sin el citado “manifiesto desprecio por la vida de los demás”-, en cambio, subió de un año a otro. Fueron 1.928 sentencias dictadas en 2021 y 2.120 en 2022. "La mayoría de los supuestos son de conductores suicidas, aunque también se incluyen otro tipo de conductas que no son suicidas", explican desde la Fiscalía General del Estado.

Por comunidades, Madrid no es la que peor parada sale. En 2022 hubo 229 sentencias por "conducción temeraria". La Comunidad Valenciana, por ejemplo, tuvo 266, pese a contar con un 25% menos de población.

"No es habitual ver conductores circulando en sentido contrario. En la ciudad de Madrid la señalización tanto horizontal como vertical favorece la circulación viaria", explica una fuente autorizada de la Policía Municipal de Madrid. "Tampoco es habitual ver conductores adictos a la adrenalina o a las emociones fuertes". En Madrid -solo en la capital- desde 2018 "ha habido cinco casos con el resultado de lesiones graves", asegura esta fuente.

Fuera de la M-30

Echando un ojo a los sucesos nombrados al inicio de este texto, solo uno ha ocurrido en una carretera de titularidad del Ayuntamiento de Madrid y es, precisamente, el que se saldó sin ningún herido.

Fue el 31 de agosto, cuando la Policía Municipal de Madrid detuvo a una mujer de 27 años por circular en sentido contrario por los túneles de la M-30. Recorrió 12 kilómetros cuadruplicando la tasa de alcohol permitida.

El primer suceso del año ocurrió el 5 de marzo. Fue de madrugada, un domingo, cuando el conductor de un todoterreno Jeep rojo chocó frontalmente contra un taxi en la M-11. El kamikaze era un conductor novel de 18 años que iba bebido y dio positivo en estupefacientes.

El incidente se cobró la vida de Edoardo di Lorio, un italiano afincado en Miami que se encontraba en Madrid organizando un festival de música electrónica en IFEMA. En el momento del siniestro, precisamente, volvía de trabajar. Asimismo, también resultó herido grave el taxista.

Edoardo di Lorio (centro), el promotor fallecido en marzo en la M-11.

Edoardo di Lorio (centro), el promotor fallecido en marzo en la M-11. E.E.

El segundo suceso llegó el 8 de julio y se cobró la vida de Juan Fernández, un asturiano de 42 años. El hombre viajaba con su mujer y su hijo pequeño de cuatro años. Habían partido desde Asturias con rumbo a las playas de Roquetas de Mar, en Almería.

Un kamikaze que circulaba en sentido contrario por M-50 provocó el accidente que acabó con la vida de Juan, dejando viuda a su mujer y huérfano de padre al menor. Los hechos ocurrieron a la altura de Alcorcón. Los servicios de Emergencia informaron posteriormente de que el conductor iba bebido y se equivocó de sentido. Resultó herido grave.

El último episodio -por ahora- de esta triste saga ocurrió el pasado domingo. Un coche que circulaba en dirección contraria impactó con otro vehículo, dejando a una mujer en estado grave y a otras siete personas con heridas leves.

En el coche que circulaba en dirección contraria viajaban tres mujeres, una de ellas, de 52 años, que quedó atrapada tras el impacto, por lo que tuvo que ser rescatada por los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y trasladada por Samur Protección Civil al Hospital Clínico San Carlos en estado grave con una fractura del miembro inferior y varias contusiones.

La conductora y la otra integrante del vehículo fueron trasladadas al Hospital Jiménez Díaz con heridas no graves. En el otro turismo se encontraban cinco miembros de una misma familia, que fueron trasladados a los hospitales Gregorio Marañón y 12 de Octubre con contusiones.