El local de Pinzano, con el cartel de traspaso, ubicado en la calle Ponzano. El Español
Ponzano pierde su "alma": los bares de copas y las franquicias acaban con una de las calles 'gastro' más típicas de Madrid
La calle de Chamberí ya no está de moda y se llena de carteles de traspaso, mientras prolifera la "discoteca disfrazada de bar", una estrategia frecuente.
Más información: El Little Italy de Madrid: calles donde se habla más italiano que español con la Scuola, trattorias y gelaterias
"Tenemos más clientes porque ahora vienen los que antes iban a Ponzano", cuentan desde un restaurante situado a unos 100 metros de dicha calle, en Cristóbal Bordiú.
Los vecinos y hosteleros de la zona coinciden en esta 'fuga de clientes': Ponzano, la calle que hasta ahora había sido una de las más gastronómicas y típicas de Madrid, ha perdido su esencia, su "alma".
En los últimos meses, han traspasado y cerrado locales como Pinzano, La Malcriada, El Trasgu, Cafetería Hermar, Taberna El Rompido... y otros como Lamonarracha han tenido que evolucionar, prácticamente, a bar de copas para sobrevivir.
Taberna El Rompido, en obras tras su cierre, en Ponzano. El Español
Los hosteleros lo achacan a que la moda de Ponzano ha terminado y, en parte, ha venido acompañada de la "pérdida de identidad" de los restaurantes de la calle. Los bares de copas, algunos con licencias irregulares, y las franquicias empiezan a colonizar la zona.
Javier Bonet, el impulsor de Sala de Despiece —restaurante que revolucionó Ponzano en 2013— decidió escapar de esa sensación de decadencia que arrastra la zona. "La calle ha cambiado completamente", resume, tras diez años en el epicentro de Chamberí y haber trasladado su futurista barra a Alonso Cano.
Las causas de su marcha son claras: alquileres disparados, propietarios desconectados de la vida del barrio y la conversión de los clásicos bares en franquicias o en locales sin identidad, orientados a la rotación rápida y la hostelería de inversión.
"En Madrid, los barrios tienen un ciclo de unos diez años, luego el modelo se agota. Pero si la gente se hubiese comportado como tocaba (con las licencias, los bares de copas...), Ponzano hubiera durado otros 10 años más", cuenta Bonet.
Obras de un local de la calle Ponzano. El Español
Otro factor que ha perjudicado en los últimos años a la restauración de Ponzano, según han denunciado en numerosas ocasiones algunos hosteleros, ha sido la aplicación de nuevas ordenanzas municipales, que llevó a la eliminación de las terrazas cedidas durante la Covid, principalmente porque la zona fue declarada 'Zona de Protección Acústica Especial (ZAPE).
"Las terrazas ayudaron algo, pero no marca la diferencia. La clave está en la oferta gastronómica y el trato cercano: los locales que nacen sin una propuesta original terminan muriendo", se desmarca Paco García, que celebra el medio siglo del Restaurante Ponzano, y para su negocio la diferencia fue mínima.
El Doble de Ponzano, un clásico que permanece abierto. El Español
El problema para un sector de los hosteleros está en el nuevo perfil de los locales. "Abren con una idea de fusión, y si no funciona, cambian al mundo de la copa, con música alta y chupitos gratis en la calle, incumpliendo normativas. Eso es lo que está estropeando la zona", lamenta uno de ellos, refiriéndose a Lamonarracha, que tras fracasar como restaurante en el antiguo local de Sala de Despiece, se transformó en una "discoteca disfrazada de bar" —una estrategia que, según los vecinos, es cada vez más frecuente—.
En cambio, los clásicos resisten: El Doble, Marisquería Los Arcos o el propio Ponzano; pero el ecosistema está en peligro. Los nuevos compradores apuestan por formatos estandarizados.
Local en alquiler en Ponzano. El Español
El retrato final que dibujan los veteranos es claro: el alma de Ponzano no muere de golpe, sino por desgaste. "La mayoría de los que fracasan no entienden la historia del barrio, vienen por la moda y se van igual de rápido", concluyen. Mientras, la calle se llena de carteles de traspaso y los nuevos locales son absorbidos por el mundo de la copa o la franquicia.