Recreación realizada por el Gobierno de España sobre cómo quedará el carril BUS-VAO de la A-2
Con luces en el suelo, sin separación entre carriles, de casi 20 km y con multas de 200 €: así será el Bus-VAO de la A-2
Se prevé que el nuevo carril comience a funcionar durante el primer trimestre de 2026 y ha contado con un presupuesto de 13,9 millones de euros.
Más información: Ya es oficial: estos son los coches que no podrán circular por el Bus-VAO de la A-2 que abrirá sus puertas en septiembre
Comienza la cuenta atrás para que la A-2 se convierta en la segunda autopista que, a su paso por Madrid, tenga un carril Bus-VAO. La infraestructura entrará en servicio durante el primer trimestre de 2026 y será un carril muy diferente al que funciona en la A-6 desde hace años.
El de la A-2 no tendrá barreras físicas, sino que contará con balizas luminosas incrustadas en el asfalto, tendrá cámaras de control de matrículas y detección de ocupantes y un sistema dinámico que cambiará su uso según la hora del día.
Al igual que sucede en el carril VAO de la A-6, aquellos conductores que se equivoquen al circular o que se intenten colar se arriesgan a multas de 200 euros.
Este nuevo Bus-VAO 'inteligente' recorrerá 19,2 kilómetros entre Madrid y Alcalá de Henares, aunque en su primera fase solo llegará hasta Torrejón de Ardoz.
El carril izquierdo de cada sentido será el que se active en hora punta para el transporte público, los coches con dos o más ocupantes, las motos y los vehículos de emergencia.
En el primer trimestre de 2026 se activará el nuevo carril Bus-VAO de la A-2
— Borja Carabante (@bcarabante) October 31, 2025
Un proyecto del Ayuntamiento de @Madrid, @CRT_Madrid, @DGTes y @transportesgob que apuesta por el fomento del transporte público y la movilidad sostenible y compartidahttps://t.co/7CBsxILKRz pic.twitter.com/7PUjFzHxSP
En el resto de horas, el carril volverá a ser de uso libre. No habrá ningún separador físico como sucede en la A-6: solo la tecnología marcará cuándo se puede entrar o salir.
Este proyecto se lleva gestando desde el año 2019, cuando las tres administraciones implicadas, Estado, Comunidad y Ayuntamiento, firmaron el convenio de colaboración y se han destinado 13,9 millones de euros.
El objetivo es claro y similar a lo que sucede en la A-6 cada día: facilitar el acceso y la salida de Madrid a quienes opten por el transporte público o compartan vehículo privado.
Las cifras hablan por sí solas: en la A-2, el 85% de los coches que llegan cada mañana a la capital lo hacen con un solo ocupante, y la velocidad media en hora punta se desploma hasta los 20 kilómetros por hora.
Balizas de colores, paneles y cámaras
El sistema de señalización será inédito en Madrid. En el pavimento, balizas luminosas a ras de suelo marcarán en verde las zonas donde se puede entrar o salir del carril, y en ámbar las zonas en las que está prohibido.
Cuando estén apagadas, significará que el Bus-VAO no está operativo y la vía podrá usarse con normalidad.
Además, paneles luminosos en los pórticos informarán en tiempo real, con pictogramas, del estado del carril. Todo el sistema estará conectado a un centro de control que gestionará la capacidad viaria en tiempo real, ajustando el funcionamiento del Bus-VAO según la intensidad del tráfico.
El recorrido contará con puntos de embarque y desembarque de vehículos señalizados en los siguientes puntos:
- En sentido entrada a Madrid, los embarques estarán en Torrejón de Ardoz (pk 18+600), Rejas (pk 13+600) y Canillejas (pk 7+700), todos con destino a Avenida de América.
- En sentido salida, los embarques estarán en Arturo Soria/Josefa Valcárcel (pk 5+850) y el nudo Eisenhower (pk 11+400), con desembarques en Canillejas (pk 9+100) y Rejas (pk 15+200).
El control de la circulación se hará a través de cámaras de lectura de matrículas y sistemas de detección de ocupación que verificarán el uso correcto del carril.
Aunque la puesta en marcha oficial está prevista para el primer trimestre de 2026, el Bus-VAO se activará antes en modo de pruebas.
Durante varias semanas funcionará parcialmente para que los conductores se familiaricen con el sistema y los servicios de transporte público ajusten horarios y rutas.
El Bus-VAO de la A-2 no es solo una mejora puntual: es también un laboratorio para extender este modelo al resto de accesos a Madrid. Si los resultados son positivos, el sistema podría replicarse en la A-3, A-4, A-5 o A-6, convirtiendo los antiguos atascos matutinos en corredores más sostenibles y previsibles.