El Gobierno de Ayuso, harto del caos por retrasos en Renfe, advierte a Puente: "Estará en la playa tuiteando"

Miguel Ángel García Martín, consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad de Madrid, ha denunciado este miércoles que los retrasos y las incidencias en los trenes de Renfe sean "la tónica habitual", además de asegurar que es "un auténtico caos".

Así lo ha trasladado en declaraciones a los medios de comunicación desde Meco, después de que ayer quedara suspendida la circulación de trenes de Alta Velocidad entre Majarabique y Sevilla debido a una incidencia en la infraestructura, lo que ha afectado a servicios que tenían como destino la capital andaluza, Madrid, Huelva o Córdoba, que también ha perjudicado a los trenes de media distancia.

"Es la tónica habitual, retrasos e incidencias, la verdad es que los madrileños, los españoles en general, desde que (Óscar) Puente es ministro, no saben si van a poder llegar a su destino cuando cogen el tren. El tren, que en su día, especialmente a larga distancia, fue una de las señas de identidad de nuestro país, hoy es un auténtico caos", ha expresado el también portavoz del Gobierno autonómico.

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Así, ha afirmado que no sabe si Puente estará "en la playa tuiteando" si bien ha criticado que donde no está es intentando poner freno a este "caos ferroviario" que vive España. Por ello, le ha pedido que si no es capaz de hacer su trabajo que se "dedique a otra cosa y que se haga community manager de PSOE".

Retrasos Madrid-Andalucía

Este verano se han sufrido ya varios retrasos en trenes de Renfe que conectan la capital con otros puntos de España. A inicios del periodo estival, se produjo uno de los más sonados, el que paralizó durante tres horas la circulación de trenes en los trayectos Madrid-Toledo y Madrid-Andalucía.

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Adif informaba durante esa misma jornada de que la interrupción de los trayectos se debía a una "falta de tensión en la catenaria" entre Yeles y La Sagra sobre la que se estaba "trabajando para solucionarla a la mayor brevedad posible".

La situación afectó tanto a los trenes que salían desde la estación de Atocha como a los que llegaban a sus vías desde ciudades como Sevilla, Córdoba o Málaga. Muchos pasajeros se vieron obligados a esperar durante horas sin saber qué estaba pasando.

Al día siguiente se consiguió restablecer la tensión en una de las vías, aunque los trenes siguieron circulando por una sola de manera alterna, lo que generó importantes demoras.