
Una bandada de cotorras. Anecpla
La invasión de cotorras en Coslada con "ruido constante" que ha "echado a los gorriones": "Acabarán destruyendo todo"
La oposición del municipio ha llevado al Pleno una moción para actuar ante esta especie que ve en la localidad su "hábitat perfecto".
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"Estamos soportando el ruido, la suciedad, las cagadas y la desaparición de otras especies como consecuencia de estas cotorras asquerosas. Con lo bonitas que son, pero si se callasen un poquito..." Purificación Peñas, vecina de Coslada, lideró en su momento una recogida de firmas "casa por casa" para que el Ayuntamiento actuara contra la proliferación de cotorras argentinas, "una especie invasora" en la localidad. Hoy da la batalla por perdida, pero el PP ha hecho suya su lucha.
Los populares en el municipio denuncian, en una moción de control en el Pleno ordinario de febrero, la falta de medidas del Ayuntamiento. Los socialistas, al mando, con el alcalde Ángel Viveros al frente, han votado en contra de actuar al respecto. Desde el PP exigen hacer algo ya contra la proliferación de estas cotorras.
Según explican, en 2020 su grupo presentó una moción para abordar el problema, lo que llevó al Gobierno municipal a comprometerse a realizar un estudio. "Pero nunca más se supo", lamenta.

Un nido de cotorras de grandes dimensiones cerca del Ayuntamiento de Coslada. Cedida
Pese a que hace cinco años no lograron su propósito, destacan que ahora "la Ley 7/2024, de 26 de diciembre, de Medidas para un desarrollo equilibrado en materia de medio ambiente y ordenación del territorio de la Comunidad de Madrid" hace responsable al Ayuntamiento.
Concretamente "establece que son las entidades locales superiores a los 50.000 habitantes las responsables de manera exclusiva del control de estas especies".
Coslada verde
Paco Becerra, su portavoz, señala a Madrid Total que las cotorras encuentran en Coslada el "hábitat perfecto" debido a su gran extensión de zonas verdes, que supone aproximadamente un tercio del pueblo.
Esto convierte el problema en "algo generalizado en todo el municipio". No disponen de números concretos de cantidad de cotorras o quejas vecinales porque no se ha hecho un estudio.
La situación afecta tanto a espacios públicos como a zonas privadas de uso comunitario, donde los propietarios deben hacerse cargo del mantenimiento sin recibir ayudas municipales. En estos lugares, en los que predominan los cedros, se concentran buena parte de estas aves que, de acuerdo al PP, provocan "insalubridad".
El portavoz del PP afirma que la situación ha generado preocupación vecinal. También destaca uno de los principales problemas que generan las cotorras: "El peso de los nidos en algunos casos puede llegar a los doscientos de kilos". Según afirma, ya se han producido desprendimientos, lo que supone un riesgo para la seguridad, además del deterioro del arbolado.
Lucha vecinal
Purificación Peñas, habitante de la localidad, pidió soluciones al Ayuntamiento sin éxito y unificó a los vecinos en esta reclamación. "Reunimos más de 1.000 firmas casa por casa, las presentamos al Ayuntamiento y no nos hicieron ni puñetero caso", recuerda. Su iniciativa pese a recibir atención mediática no tuvo resultados tangibles.
Hoy, asegura que la situación ha empeorado: "Cada vez hay más cotorras. Madrid entero está inundado. Es un problema que no hará más que empeorar si nadie lo frena".

Otro de los nidos de cotorras en Coslada. Cedida
Difiere del portavoz popular respecto al principal inconveniente: para ella es el ruido. "Es constante, sobre todo en verano. No puedes tener las ventanas abiertas. En cuanto llega el buen tiempo, no hay quien lo aguante", relata.
Además del impacto sonoro, Purificación alerta sobre la desaparición de especies autóctonas: "Han acabado con los gorriones y con otras aves pequeñas porque se quedan sin alimento. Solo sobreviven las palomas, cada vez menos, y las tórtolas."
La proliferación de cotorras también afecta a la vegetación. "En Parque Blanco, donde vivo, hay muchos pinos y abetos. Las cotorras los eligen para hacer sus nidos, que son enormes y pesados. Ahora también han empezado a instalarse en los chopos. Con el tiempo, acabarán destruyéndolo todo porque se alimentan de los brotes que ven." Sí asegura que "los árboles al final acabarán muriendo" y que "algunos ya se los han cargado". Menciona casos concretos, como un árbol que tuvo que ser retirado tras Filomena: "El peso de la nieve y los nidos lo debilitó hasta el punto de que hubo que talarlo".
Peñas reconoce que es "más improbable" que se caigan ramas porque "hacen los nidos en árboles muy robustos. "Otra cosa es que se pueda caer el nido cuando coja cierta envergadura", puntualiza. Y añade: "Lo cual también me parece raro porque son tejedoras magníficas".
Otro problema, además de que sean "una fuente de contaminación, aparte de acústica", es la suciedad. "Sus excrementos son un foco de enfermedades. A largo plazo, esto va a ser insostenible". Pese a las quejas vecinales, considera que el Ayuntamiento sigue sin tomar medidas eficaces. "Ahora el PP ha llevado otra moción al pleno. A ver si esta vez hacen algo, pero yo no tengo muchas esperanzas."
Cuando iniciaron la recogida de firmas, contemplaron posibles soluciones. "Se hablaba de varias opciones, pero no se hizo nada", dice, poniendo como ejemplo "un alimento con el que no podían tener más pajarillos" y las carabinas de aire comprimido que ha autorizado el Ayuntamiento de Madrid. Estas medidas iban en contra de la naturaleza de los animales. Así lo explica Peñas, que asegura que "entraron en juego los ecologistas" que defienden su postura": "Pero también deberían entender la nuestra".