Llegó a la Consejería de Sanidad hace un mes y la responsable del área sanitaria de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ya se ha reunido con la mayoría de los representantes de los colegios profesionales y sindicatos para empezar su particular toma de contactos.

Reuniones "extensas", "cordiales" y "esperanzadoras", según las fuentes consultadas, en las que la consejera ha realizado algún avance sobre los que puedan ser sus primeros pasos al frente del Servicio Madrileño de Salud: digitalización del sistema sanitario y situación de los profesionales.

Aunque Matute no haya dicho mucho, ha reconocido que una de las principales líneas de batalla es la mejora de las condiciones laborales de los profesionales sanitarios. Problema que llevó a su predecesor, Enrique Ruiz Escudero, a afrontar una huelga de médicos que duró meses y que en la Consejería de Sanidad esperan no revivir.

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Es por eso que ya en su toma de posesión, Matute apuntaló su intención de reforzar las plantillas y reducir al máximo la temporalidad en el sistema madrileño de salud. Una promesa que ha trasladado también a aquellos órganos colegiales con los que se ha ido reuniendo.

Desde los sindicatos o colegios describen la actitud de Matute como "idónea", pero quieren darla unos meses "de gracia" antes de valorar su trabajo en la Consejería. Lo que sí saben, por el momento, es de algunos pasos que han ido dando de manera pública. 

Por un lado, la compra de las vacunas de la gripe que prepara a la Comunidad para una campaña que se prevé diferente (es la primera sin mascarillas). Por el otro, el nombramiento de la nueva gerente de Atención Primaria madrileña. 

"Es de los nuestros", señalaban algunas fuentes consultadas que se alegraban de que María Luisa López Díaz-Ufano, distinguida con el Premio de Medicina General y de Familia de la Real Academia Nacional de Medicina de España, hubiera aceptado el encargo de Ayuso. 

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Sanidad privada

Mientras que todo esto ha ido ocurriendo, la sanidad madrileña ha solventado, además, uno de los problemas que llevaba coleando ni más ni menos que dos años: el convenio laboral de profesionales sanitarios que trabajan en la privada.

Aunque este es un ámbito que se escapa completamente de las competencias de Matute, es recibido con los brazos abiertos por sindicatos y colegios que ven un "buen empiece" para esta nueva legislatura.

Concretamente, el pacto entre la patronal de la sanidad privada para regular las condiciones laborales afectará a cerca de 75.000 profesionales de la Comunidad de Madrid. Los sindicatos UGT, CCOO y Satse han firmado un convenio que repercute en una subida salarial de un 15% progresiva en cuatro años.

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El nuevo convenio de la sanidad privada madrileña acerca a sus profesionales a las condiciones laborales de la pública. Esto se puede ver reflejado en la existencia de jornadas laborales "mínimas y máximas" que ahora se eliminan. Esto quiere decir que todo sanitario que quiera podrá pactar con su empresa hacer jornadas superiores a 10 horas para, luego, librar otros días.

Lo mismo ocurre con los días y horas libres por cuidado de familiares. Los sanitarios tendrán cinco días para cuidar de familiares enfermos y un día natural más por fallecimiento de un familiar de hasta segundo grado, y otro de "libre disposición".

Además, han convenido tener 12 horas anuales para el acompañamiento de familiares de primer grado de consanguinidad a pruebas o consultas médicas. En este punto, los profesionales de la privada quedan todavía muy alejados de la pública donde, además de estas jornadas, tienen seis días de "libre disposición".

35 horas

Con todo ello, no todo está siendo un camino de rosas para Fátima Matute. Madrid sigue siendo una de las pocas comunidades en las que los funcionarios públicos no han vuelto a las jornadas de las 35 horas y los sindicatos han anunciado que esta va a ser una de sus grandes batallas esta legislatura.

Es por eso que la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ya ha enviado una carta a la recién nombrada consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert, para solicitar una reunión en la que abordar la vuelta a la jornada laboral ordinaria de 35 horas para los empleados públicos de la región.

Petición a la que, tal y como ha podido saber este diario, se irán uniendo todos los sindicatos, incluidos los sanitarios, y prevén empezar a negociar a partir de septiembre. Por lo que será algo que Matute también deberá de negociar.

Lo que quieren todos es que el Gobierno de la Comunidad de Madrid convoque la Mesa General de Empleados Públicos al objeto de incluir el establecimiento de la jornada laboral de 35 horas semanales para el conjunto de empleados públicos de la Comunidad de Madrid, incluidos los sanitarios.