Terraza de Madrid.

Terraza de Madrid. Alex Segre Istock

Madrid Capital

Los hosteleros contra la ordenanza de Almeida que hace peligrar "miles de terrazas": "Es el 50% de la facturación"

También la FRAVM ha presentado alegaciones ante esta nueva Ordenanza de Terrazas en Madrid, cuyo proyecto fue aprobado el pasado mes de julio.

Más información: Almeida se pone serio con las terrazas en Madrid: retirará la licencia a los hosteleros reincidentes con sus sanciones

Publicada
Actualizada

La nueva Ordenanza de Terrazas y Quioscos de Hostelería y Restauración que ha preparado el Ayuntamiento para Madrid ha suscitado la disconformidad de hosteleros y de vecinos. Los motivos son distintos en cada caso: unos piensan que es muy restrictiva y los otros piden más contundencia.

Los primeros, los propietarios de dichos negocios, aseguran que el texto -cuyo proyecto se aprobó el pasado mes de julio y este miércoles cierra su periodo de exposición pública- "pone en riesgo la continuidad de miles de terrazas".

Así lo han recogido desde la agrupación Hostelería Madrid en el documento de alegaciones a dicho borrador. El texto recoge la voz de más de veinte asociaciones empresariales del sector HORECA (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías) madrileño.

En dicho informe, presentado este mismo miércoles, "se especifican las demandas de los hosteleros madrileños después de dos años de análisis de cientos de expedientes revisados y estudiados por los servicios técnicos durante la vigencia de la Ordenanza de Terrazas de 2022".

Y es que esta nueva normativa viene dada tras el varapalo judicial a esa última modificación de la ordenanza elaborada por el anterior equipo de Gobierno (formado por PP y Ciudadanos). En 2023 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) la tumbó dando la razón al PSOE en tres de los cuatro motivos que expusieron al pedir su nulidad. Hasta ahora se había restablecido la anterior: la de 2013.

Para los hosteleros, la inicialmente aprobada "repite el espíritu" de la de 2022, la cual califican de "restrictiva y limitativa".

Sus argumentaciones se basan en varios asuntos principales. Por una parte, señalan que "para el 65% de los hosteleros, la terraza supone más del 50% de su facturación". "Reducirlas supondría la desaparición de muchos negocios, en su mayoría pymes y autónomos. Precisamente aquellos que cohesionan, dinamizan y dan vida a los barrios", explican desde la asociación.

Según aclaran los hosteleros, en Madrid hay autorizadas más de 6.400 terrazas. "La gran mayoría pueden verse afectadas de un modo u otro. Ya sea en horario, tamaño o en espacio". En cuanto a lo último, afirman creer que "reducirá en un 20%, aproximadamente, las mesas y sillas autorizadas simplemente por el régimen de distancias y colindancias".

Por otro lado, uno de los puntos importantes de esta nueva normativa era la regulación especial de algunos lugares de la capital considerados 'zonas saturadas' (Centro, Salamanca, Chamberí o Retiro).

Con respecto a esto, desde la organización opinan que al ponerse el foco en los distritos de la ciudad que presentan mayor concentración de terrazas, "se perjudica a todos los demás, en los que estos espacios son necesarios y demandados por los residentes como elemento de dinamización y cohesión social".

Por ello, argumentan que las limitaciones de superficie, ubicación, mobiliario y horarios "no se justifican por una problemática generalizada en los 21 distritos, sino por casos aislados que deberían ser gestionados con medidas específicas".

Asimismo, "ignora las aportaciones que el sector ha trasladado al Ayuntamiento durante los dos últimos años" y "aumenta la discrecionalidad de las Juntas de Distrito, sin resolver los retrasos en la tramitación de licencias, generando aún más inseguridad jurídica.

Tachan de "incoherente" el crecer el interés mundial en Madrid y que "se reduzcan las plazas para atenderles". Reclaman una "revisión profunda que permita compatibilizar la actividad hostelera con la convivencia vecinal".

Disconformidad de los vecinos

Según el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, esta modificación representa un "equilibrio" entre hosteleros y vecindario "perfectamente conciliable", según ha sostenido el primer edil desde Villa de Vallecas, en declaraciones a los medios.

Aunque desde la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) tampoco están conformes con el borrador. Así lo han hecho saber en su propio documento, presentado esta misma semana, en la que se detallan 43 alegaciones al proyecto.

En su opinión, esta ha sido elaborada "en función de las necesidades y reclamaciones del sector de la hostelería, ignorando las de la ciudadanía". Para ellos, se trata de una "oportunidad perdida" para conciliar dicho negocio con "el derecho al descanso de la vecindad".

Entre las propuestas se encuentra la creación de un Consejo de Terrazas en el que participen asociaciones vecinales, de discapacidad, comerciantes y hosteleros, "con carácter consultivo durante el desarrollo de la ordenanza", y la obligación de cierre a las 23.00 horas en zonas residenciales.

Este último tema es uno de los que mayor conflicto había provocado en las normativas anteriores. En este sentido, los horarios en el borrador se mantienen sin cambios, manteniendo las restricciones dispuestas en 2022 (que seguían vigentes actualmente pese a la anulación por el TSJM debido a la norma regional que prevalecía.

Así, los fines de semana y vísperas de festivo, en el periodo estacional (de marzo a octubre), podrán abrir hasta las 1.30 horas. Los demás días, hasta las 1.00 horas. El resto del año, fuera del periodo estacional, podrán abrir únicamente hasta las 00.00 horas, salvo los casos en que haya horarios especiales más reducidos.

Pero la FRAVM defiende el cierre de las terrazas a las 23.00 horas en zonas residenciales y a las 2.00 horas como máximo en zonas no residenciales, siempre que estén a una distancia superior a 200 metros de un edificio residencial.

Además, "las autorizaciones de instalación de terrazas durante todo el año deberían ser excepcionales y estar sujetas a un informe que la justifique". Todo con el fin de limitarlas a la época y días de mayor actividad económica.

La ocupación "abusiva" del espacio público es otra cuestión que preocupa a los vecinos. En este marco, la FRAVM pide más contundencia y propone que la terraza nunca pueda ocupar un espacio superior al 50% del espacio interior del local, sumado a la supresión de veladores o construcciones ligeras climatizadas en las zonas residenciales.

Asimismo, piden la prohibición de terrazas frente a edificios colindantes al local (salvo justificación), de las que se encuentran adosadas a las fachadas y del apilamiento del mobiliario exterior.

Aun así, señalan como "uno de los pocos aspectos positivos" el endurecimiento del régimen sancionador, ya que el nuevo texto incorporará nuevas sanciones a los hosteleros que no cumplan la normativa y recrudecerá algunas de las que ya están vigentes para garantizar su cumplimiento.

"Lamentablemente, esta mejora no va a acompañada de un aumento de los recursos municipales de vigilancia y control", lo que señalan que es "una de las principales fuentes de conflicto". Por ello, proponen valorar "la implantación, en la ciudad de Madrid, de una figura similar a la ya existente de los Agentes de Movilidad".

En este último punto han coincidido con el grupo municipal Más Madrid, que también ha presentado alegaciones.

En declaraciones remitidas a los medios de comunicación este miércoles, el concejal Nacho Murgui ha asegurado que "hay un problema de fondo", como la "falta de medios, materiales y de medios humanos para poder garantizar el control del cumplimiento de esta nueva normativa y poder imponer las acciones que sean necesarias cuando se produzcan estos incumplimientos".

Por otra parte, ha manifestado que la ordenanza "parte de un diagnóstico erróneo" al no reconocer el "problema de saturación" de terrazas "en un contexto de turistificación".

"No limita la proliferación de terrazas, no hace distinciones entre los barrios de la periferia y el centro de la ciudad y no aborda el quid de la cuestión. Por este motivo, lo que nosotros pedimos al alcalde es que no conceda ninguna autorización más para nuevas terrazas ni para ampliar las existentes en el centro de Madrid", ha exigido.