
Pisto madrileño.
El guiso de verduras saludable que triunfa en Madrid: rico en vitaminas, fibra y fácil de hacer
Este plato madrileño tiene su origen en Castilla-La Mancha y es muy popular por sus valores nutricionales.
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- Total: 1 h
- Comensales: 4
El pisto madrileño es un plato tradicional a base de verduras como tomate, pimiento, calabacín y cebolla, cocinadas lentamente con aceite de oliva. Es saludable, fácil de preparar y muy versátil: puede servirse solo, con huevo o como guarnición.
Este plato tiene su origen en el pisto manchego, típico de Castilla-La Mancha, especialmente en las provincias de Toledo y Ciudad Real. El pisto manchego nació como una receta campesina para aprovechar los excedentes de la huerta, cocinando verduras como el tomate, el pimiento, el calabacín o la berenjena con aceite de oliva, a fuego lento.
A mediados del siglo XX, con la migración del campo a la ciudad, muchas recetas tradicionales como esta llegaron a Madrid y se adaptaron a los nuevos ritmos de vida y a los ingredientes más comunes en los mercados urbanos.
El pisto madrileño conserva la esencia del manchego, pero presenta algunas diferencias sutiles. Por ejemplo, en Madrid es habitual incluir cebolla y ajo, ingredientes que en algunas versiones puristas del pisto manchego no se usan.
Además, las verduras en el pisto madrileño suelen cortarse en trozos más grandes y se cocinan todas juntas, mientras que en el manchego a veces se sofríe cada verdura por separado para mantener mejor su textura.
En cuanto a la presentación, el madrileño suele ser un poco más caldoso y menos reducido que el manchego, que tiene una textura más densa, casi como un sofrito. Culturalmente, el pisto manchego representa la cocina rural tradicional, mientras que el pisto madrileño es más urbano y cotidiano, muy presente en los hogares y menús del día en Madrid.
El pisto madrileño destaca por ser muy saludable. Tiene una cantidad elevada de fibra y además cuenta con mucha presencia de vitaminas A, C y K.
Ingredientes para el pisto madrileño
- 2 calabacines medianos
- 1 berenjena
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla
- 4 tomates medianos
- 2 dientes de ajo
- 4 cucharadas de aceite de olive virgen extra
- Sal y pimienta negra al gusto
- Media cucharada de azúcar
- 1 hoja de laurel
Paso 1
Lavamos y cortamos todas las verduras en dados medianos del mismo tamaño, para cocerlos por igual. La cebolla y los dientes de ajo los pelamos y los picamos. Si usamos tomates naturales, los podemos rallar o triturar.
Paso 2
En una sartén grande, añadimos unas cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté caliente, incorporamos los ajos y la cebolla picada. Los cocinamos a fuego medio 10-12 minutos hasta que estén blandos y dorados.
Paso 3
Cuando la cebolla está pochada, añadimos pimientos rojos y verdes a la sartén. Los salteamos junto a la cebolla y el ajo durante 10 minutos y los removemos para que se ablanden.
Paso 4
Una vez estén tiernos los pimientos, sumamos los dados de berenjena y calabacín. Removemos bien y lo cocinamos unos 10 minutos más. Hay que dejar que se cocinen lentamente para que los sabores se unan.
Paso 5
Llega el momento de añadir el tomate rallado. Lo removemos y añadamos sal y pimienta al gusto. También podemos meter una hoja de laurel. Lo cocinamos a fuego lento con la sarten tapada durante 20-25 minutos.
Paso 6
Una vez pasado este tiempo, probamos el pisto y ajustamos la sal o las especies si es necesario. Lo retiramos del fuego y lo dejamos reposar unos minutos antes de servir.