Sufrirás recesiones y caídas en la bolsa. Si no entiendes lo que va a pasar, no estás listo” (Peter Lynch).

Ha surgido un feroz debate recientemente en la comunidad inversora acerca de si hay una burbuja en la IA comparable a la puntocom. El dilema se ha acentuado a raíz de los acuerdos circulares entre gigantes tecnológicos (proveedores financiando a clientes) y por el enorme capex que se efectuará hasta finales de la década en centros de datos.

Se habla de la supuesta corta durabilidad de los chips y se pone en duda el uso final que realmente habrá de los centros de datos. También hay énfasis en la ingente cantidad de energía necesaria para que funcionen.

Yo di mi opinión hace semanas en la columna “Inteligencia artificial: ¿burbuja o realidad?”. Dudo mucho que directivos tan reputados como Zuckerberg, Pichai, Nadella o Jassy no sepan lo que hacen. ¿Qué probabilidad hay de que analistas que observan desde la barrera tengan mejor perspectiva que ellos sobre el capex óptimo? Cero.

Adicionalmente, si repasamos las carteras al cierre del tercer trimestre de 2025 publicadas recientemente por los inversores más importantes del mundo, comprobaremos que eruditos de la inversión como Druckenmiller, Loeb, Soros o incluso el mismísimo Buffett han comprado o incrementado posiciones en firmas como Google, Microsoft, Amazon o Meta.

Comencemos analizando cuáles son las compañías que más ponderan en las carteras de los superinversores. Si sumamos las dos clases de acciones de Alphabet, podemos comprobar que la matriz de Google es la firma más relevante, suponiendo el 3,65% del conjunto de los portafolios de los titanes de la inversión.

La siguen Berkshire Hathaway (sumando las dos clases de acciones), Microsoft, Amazon y Meta (Facebook). No parece que los que más saben estén huyendo de la IA:

Bill Ackman es un exitoso inversor activista cuyo episodio más conocido fue su apuesta en corto de 1.000 millones de dólares contra Herbalife en 2012 acusando a la empresa de ser un esquema piramidal. Esta batalla generó una dura confrontación con Carl Icahn, que tomó la posición contraria.

Ackman no ha hecho prácticamente nada en el tercer trimestre y me gusta que así sea, no hay que estar moviéndose permanentemente. La tecnología supone casi un 50% de la cartera:

Daniel Loeb ha ejecutado bastantes movimientos y ha incrementado su posicionamiento en compañías como Amazon, Microsoft, Nvidia o Meta:

David Tepper sigue estando muy posicionado en el sector tecnológico (56% del portafolio). En esta ocasión, ha aumentado en Nvidia, KWEB (ETF tecnológico chino), Taiwan Semiconductor, Qualcomm, AMD o Baidu (el Google de China):

Michael Burry, famoso por haberse hecho multimillonario apostando contra las hipotecas subprime, ahora ha hecho lo propio contra la IA posicionándose a la baja en Nvidia y Palantir. No obstante, puede que haya tirado la toalla porque la semana pasada comunicó que cerraba su vehículo de inversión:

Li Lu, el “Warren Buffett chino”, es conocido por su amistad con Charlie Munger. Fue uno de los líderes estudiantiles de las protestas de la Plaza de Tiananmén de 1989. Tras exiliarse de China, se educó en EEUU y fundó su propia firma de inversión, Himalaya Capital.

En el tercer trimestre, no realizó ni un solo movimiento (bastante habitual en él), muestra de su clara mentalidad de largo plazo. Google supone casi el 40% de su cartera:

Pat Dorsey ha estado activo con las acciones growth y en esta ocasión ha recortado de todo un poco para aumentar con fuerza en ASML y Royalty Pharma (entra en el sector salud). La tecnología pondera un 45% sobre el total:

Aunque la tecnología sigue siendo el sector principal de Terry Smith (38%), se mostró preocupado por una posible burbuja de la IA recientemente en una entrevista. De hecho, ha ido reduciendo peso para reinvertir en el magnífico sector salud (30% del total ahora):

¿Y qué decir de “papá”? el “último baile” del “rey Buffett” ha consistido en entrar con 4.300 millones de dólares en Google, empresa de la que se lamentaba siempre de no haber comprado.

Me alegra saber que apuesta por la única empresa involucrada en todas las ramas de la IA. Dado que la foto es a cierre de trimestre y teniendo en cuenta el olfato de Buffett, no me extrañaría que se haya beneficiado en gran parte del rally de Google experimentado en esos meses.

El mejor inversor value de la historia ha pasado de tener la mitad de su patrimonio en Apple a situar dicho porcentaje en el 22% con objeto de generar liquidez para futuras nuevas inversiones.

Buffet es proclive a comprar firmas que repartan dividendos, así acumula caja sin diluirse y luego efectúa nuevas compras:

Nancy Pelosi es la política estadounidense de referencia para los inversores teniendo en cuenta su espectacular historial de éxito. Su posicionamiento en tecnología es enorme:

Bitcoin (ETF), Microsoft, Amazon y oro (ETF) suponen conjuntamente casi el 60% de la cartera de Harvard. El grueso del portafolio es tecnología:

Druckenmiller incrementó su participación en Amazon y abrió nuevas posiciones en Google y Meta. Su apuesta con más fuerza es el sector salud aprovechando la rebajas y el enorme potencial:

¿Y en qué invierte el “ídolo” de los conspiranoicos, George Soros? Destacan Microsoft, Danaher, MercadoLibre (el Amazon de Iberoamérica) y Charles Schwab:

La iglesia mormona (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) posee una cartera de inversiones valorada en más de 100.000 millones de dólares, de los cuales el 60% está asignado en bolsa. Este portafolio está gestionado por Ensign Peak Advisors.

El público se enteró de la existencia de esta cartera en 2019 cuando un exempleado de Ensign Peak presentó una denuncia por irregularidades, ya que, al carecer de actividades benéficas, no debería tener un estatus exento de impuestos.

Su operativa más concurrida (muy habitual entre todos los grandes inversores institucionales) son las “Siete Magníficas”:

Os deseo una feliz semana llena de energía recordando esta famosa cita de Peter Lynch: “Todo el mundo tiene capacidad intelectual para ganar dinero en bolsa, pero no todo el mundo tiene estómago”.