"Falling apart at the seams, we're mighty tired of seeing you stumble" Peter Cetera.

¿Recuerdan la incesante propaganda del Gobierno en 2022 y el primer trimestre de 2023? "¡El PIB interanual crece un 5,4%!", luego "el PIB interanual crece un 4,1%" y, ahora, "el PIB interanual crece un 1,8%". Lo más hilarante de esta ristra de propaganda es que el Gobierno y su cohorte de tunos y palmeros certifican el frenazo y además una de las peores recuperaciones de la Unión Europea.

España no va bien y encima esto ocurre con una expansión del gasto público y de la deuda brutal. De hecho, el PIB del tercer trimestre se confirma con respecto al avance publicado por el INE con una revisión al alza del gasto público.

Lanzar las campanas al vuelo con un frenazo de tal magnitud es intolerable pero, además, la calidad del PIB del tercer trimestre ha empeorado de manera importante:

No solo certifica el frenazo de la economía, sino que en el dato final del tercer trimestre, el INE revisa al alza el gasto público y reduce las exportaciones y la inversión comparado con el avance de octubre.

Efectivamente, el gasto público en el avance publicado el 27 de octubre se reflejaba un +0,6%, y en el dato de PIB final la cifra sube, y no por poco, a +1.3%.

El INE revisa al alza el gasto público y reduce las exportaciones y la inversión comparado con el avance de octubre

Adicionalmente, empeora la inversión: de un mal dato de -0,8% en el avance publicado, baja a -1,0% en el final.

Además, empeora con respecto al avance en todos sus componentes: Capital fijo caía un -0,4% en el avance, y cae un -0,6% en el dato final; los activos fijos materiales caían un -0,7% en el avance, y registran un -1,0% en el dato final; la vivienda registraba una caída del -2,2% en el avance, y se deja un -2,5% en el final.

No solo empeora la calidad del PIB en la demanda nacional –más consumo público y menos inversión- sino que empeoran las exportaciones y el sector exterior solo se sostiene por menores importaciones.

En el dato final del PIB, empeoran las exportaciones que pasan de un -4,0% en el avance a un -4,1% en el dato final.

El PIB del tercer trimestre empeora con respecto al avance y se sostiene fundamentalmente por mayor gasto público comparado con la estimación previa.

Empeora la calidad del PIB en la demanda nacional y empeoran las exportaciones y el sector exterior solo se sostiene por menores importaciones

Lo miremos como lo miremos, la evidencia muestra un gobierno que ha despilfarrado el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia, además de los fondos Next Generation, para dejar la tercera peor recuperación de la Unión Europea. El mayor aumento de deuda pública de los comparables y un paro efectivo que no ha mejorado prácticamente desde 2019, según datos de Fedea.

El PIB es un desastre y los efectos de la reforma laboral, peores. El paro efectivo, según Fedea, se sitúa en 3,4 millones de personas, un cambio que hace que si se incluye a lo fijos discontinuos inactivos y las personas en ERTE, el paro en realidad no ha mejorado respecto a los niveles previos a la pandemia. Esto es especialmente evidente en la cifra de afiliados, que incluye 800.000 pluriempleados, algo que ha reconocido hasta el Secretario de Estado y que supone un porcentaje récord sobre el total de afiliados.

Esta pobre evolución del PIB viene con un aumento de deuda pública inasumible. Un crecimiento anual del PIB del 1,8% con un aumento de deuda pública de 4,8% según datos del INE y el Banco de España, con una cifra de pasivos totales de las administraciones públicas que se ha disparado hasta superar los 2,02 billones de euros, deuda que se debe y que se paga.

España no va como una moto. Este pobre dato de PIB, además, se da con un récord de turismo y unos fondos europeos que se han despilfarrado de manera inaceptable. No podemos olvidar el enorme empobrecimiento de la población española. No solo estamos a quince puntos de la media de la UE en renta per cápita ajustada por poder adquisitivo, según Eurostat, sino que el IEE certifica que la renta per cápita comparada con la media de la UE se sitúa a niveles de 1975.

Somos más pobres y nos dicen que todo va bien.