Robots ayudando a los operarios en el centro de distribución de Mahou San Miguel.

Robots ayudando a los operarios en el centro de distribución de Mahou San Miguel.

Gran Empresa POR DENTRO

Innovación que sube como la espuma: así ha robotizado Mahou San Miguel su mayor centro de distribución

Entramos en el centro logístico donde la mayor cervecera española gestiona el 80% de las mercancías para el retail y grandes distribuidores.

23 diciembre, 2023 01:56
Alovera (Guadalajara)

Los amantes de la cerveza reconocen que degustar esta bebida en el momento justo y a la temperatura exacta produce sensaciones no siempre fáciles de expresar. Satisfacción, alegría y tradición son palabras que ayudan a describirlas. Junto a una buena cerveza, y la compañía adecuada, se celebran éxitos y se lloran desengaños. “¿Nos tomamos una caña?”, es una expresión que forma parte del acervo popular con la que se invita al otro a un rato de disfrute, o de desahogo.

Para que todo esto ocurra, esa cerveza tiene que llegar al consumidor tras su elaboración. Es aquí donde entran en juego los centros de distribución en la intrincada cadena de suministro. Su reto: gestionar toda la logística para que nadie se quede sin su caña. 

Por eso, el mayor productor de cerveza de nuestro país, Mahou San Miguel (produjo casi 13 millones de hectolitros en 2022, según Cerveceros de España), se planteó hace dos años mejorar las operaciones del centro desde donde reparten el 80% de su mercancía al retail y grandes distribuidores de España y Portugal. Mercancía que incluye tanto marcas propias como de otros países. En total, 450 productos diferentes, o referencias, como se denominan en el argot.

De la mecanización…

El centro, ubicado en Alovera (Guadalajara), a pocos kilómetros de la fábrica de esta cervecera y a los pies de la autovía Nacional 2, es una nave de 54.000 m². “Aquí vienen a trabajar 110 personas en tres turnos y salen cada día 240 camiones cargados en temporada normal. En momentos de alta demanda hasta 350”, detalla el director general de Iberia en ID Logistics, Jèrôme Jacek, durante una visita D+I – EL ESPAÑOL a estas instalaciones.

Esta empresa de transporte y logística es la encargada de gestionar toda esta actividad, y en un esfuerzo por mejorar de preparación de pedidos (picking) pasaron hace un año de la mecanización a la robotización. “Antes realizábamos el proceso de forma secuencial, ahora los algoritmos analizan los pedidos para ser lo más eficaces posible”, apunta el director de operaciones logísticas de Mahou San Miguel, Julio de Pazos.

Los robots, equipados con sensores para evitar colisiones, mueven la mercancía por el almacén.

Los robots, equipados con sensores para evitar colisiones, mueven la mercancía por el almacén.


Dentro de esos más de 50.000 m² del centro logístico, hay 650 m² operados con la ayuda de seis robots que entraron en funcionamiento hace un año. En este espacio organizan los pedidos de productos para los que no hay una gran demanda y con los que preparan palés con varias referencias, que es precisamente donde radica su complejidad. 

“Para referencias como Cinco Estrellas, los clientes solicitan cantidades que suelen cubrirse con varios palés que ya vienen así de fábrica. Sólo necesitamos llevarlos al muelle de carga y trasportarlos hasta su destino”, explica De Pazos. “Sin embargo, existen otras, como Maestra, para las que la demanda no es tan alta”. En este caso, esos palés se preparan con diferentes referencias antes de proceder a su distribución. “Es aquí donde los robots ayudan a los operarios a hacer el picking”, algo que puede comprobar este medio durante el recorrido por la nave.

… a la robotización…

El proceso comienza con la recepción manual de los palés necesarios y completos para la preparación de los pedidos. El sistema calcula estos requisitos y emite órdenes a los operadores, que utilizan toros o carretillas elevadoras para trasladarnos desde el almacén. “El sistema realiza un cálculo automático y se ajusta a la demanda, redondeando las cantidades para asegurar la disponibilidad”, afirma el CEO de 3CO Logistic Solutions, José Manuel Tejera.

Esta empresa ha sido la responsable de implantar los AMR (Automated Mobile Robots), equipados con un software de navegación y sensores que trabajan junto a las personas. “Los robots, guiados por algoritmos, se encargan de mover y organizar la mercancía según las órdenes establecidas” explica Tejera.

[Sostenibilidad y biotecnología para salvar el lúpulo de cerveza: así lo cultiva esta startup con energía renovable]

La colaboración entre humanos y máquinas se vuelve más evidente en las estaciones de preparación de pedidos. Aquí, los robots llevan los palés hasta las mesas vacías para que los operarios coloquen la mercancía haciendo uso de un brazo robótico y flexible que, gracias al uso de unas potentes ventosas, permite mover producto sin apenas esfuerzo.   

Entre la zona de recepción y la de picking, hay un espacio que actúa como un almacén intermedio. “Aquí, se reciben tanto palés completos como sobrantes de la preparación anterior, de forma que siempre hay un flujo continuo y eficiente de mercancía, asegurando así que haya existencias disponibles”, asevera el CEO de 3CO Logistics Solutions.

Así ha robotizado Mahou San Miguel su mayor centro de distribución.

... para las personas

La interfaz de control juega un papel crucial en la supervisión y gestión del proceso. Proporciona información detallada sobre el estado de las máquinas o los pedidos en curso. Los robots, por su parte, incorporan tecnologías de inteligencia artificial con las que son capaces de elegir siempre los recorridos más cortos teniendo en cuenta la mercancía disponible.

En concreto, “utilizan códigos QR pegados sobre el suelo para guiarse en combinación con un software de navegación que se encarga de optimizar las rutas de las diferentes misiones que genera nuestro sistema de gestión”, detalla, por su parte, la directora general de 3CO Logistic Solutions, Begoña Verjano.

[Entramos en los centros logísticos de Amazon e Ikea, donde los robots ni sienten ni padecen el 'Black Friday']

Estas máquinas se mueven a velocidades de hasta 1,5 m/s y están dotadas de sistemas de seguridad para detectar obstáculos. En este centro de distribución de Mahou San Miguel cuentan con tres modelos de AMR capaces de transportar mercancías de 600, 1.000 y 1.500 kg. 

Nuestra propuesta es un modelo ‘good to person’ para que sea la mercancía la que vaya a las personas y no al revés. De esta forma, los operarios no tienen que desplazarse, mejorar su productividad, se producen menos accidentes y mejorar su ergonomía”, asegura Tejera. Una filosofía que comparten con la cervecera, donde tenían claro que con este cambio su propósito no sólo era la eficiencia, también las personas, “mejorar sus condiciones físicas y reducir su estrés ante la velocidad que a veces requiere la preparación de los pedidos”, concluye De Pazos.

La transformación del centro de distribución de Mahou San Miguel no sólo representa un salto significativo en la eficiencia logística de la cervecera, también busca integrar la tecnología con las tareas que siguen estando en manos de las personas. Una transición que, aseguran, no sólo ha permitido agilizar la preparación de pedidos, sino también mejorar las condiciones laborales de los operarios.