La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

La tribuna

BCE: un retoque antes de la gran decisión

No se vislumbran subidas de tipos hasta 2024 como pronto, pese a la mejora del escenario económico.

10 septiembre, 2021 02:38

Los inversores ya han apuntado en sus agendas el 16 de diciembre para estar muy atentos a las decisiones del BCE ese día. El Consejo de Gobierno de este jueves no deparó sorpresas, sin cambios en los tipos de interés, con un alza de las previsiones de crecimiento, y el esperado anuncio de un "ritmo moderadamente más bajo de compras netas de activos". Las grandes decisiones se dejan para su última reunión del año.

La presidenta Lagarde no concretó la cifra, pero esperamos que se pase de la media de 80.000 millones de euros al mes de los dos trimestres anteriores al ritmo cercano a los 65.000 millones mensuales del inicio de 2021.

Eso sí, enfatizó que este movimiento no debe considerarse como un ajuste drástico sino como una mera recalibración que refleja la mejora de las condiciones económicas y financieras.

Como cada trimestre, también se publicó el informe de previsiones, que eleva el crecimiento del PIB de la zona euro del 4,6% al 5,0% este año y lo rebaja una décima al 4,6% en 2022. A pesar del reciente aumento de los precios (impulsado por factores considerados transitorios) y de una recuperación más vigorosa, la inflación esperada solo se eleva tres décimas en 2021 hasta 2,2% y dos décimas en 2022 hasta 1,7%.

Lo más relevante para la política monetaria es que el BCE prevé que la inflación vuelva al 1,5% en 2023, bien por debajo de su objetivo "simétrico" del 2%. Tras la reformulación de su estrategia este verano, esto augura que se prolonguen las compras de bonos el próximo año y descartaría subidas de tipos hasta al menos 2024.

Lagarde respondió repetidamente en la rueda de prensa que será el 16 de diciembre cuando se tomen varias decisiones relevantes. La principal es qué hará el BCE cuando se agote el Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP) en marzo de 2022.

Si la recuperación económica progresa según lo previsto -con el PIB de la zona euro habiendo ya superado para entonces el nivel pre-pandémico- lo más probable es que no sea prorrogado, sino que sea relevado por el programa ordinario de compras (APP) con un ritmo mensual incrementado de los 20.000 millones actuales a cerca del doble.

El BCE decidirá el 16 de diciembre cómo reducirá sus compras de bonos y si seguirá inyectando liquidez a la banca

También se comprometió a decidir ese día qué continuidad darle al TLTRO, la "barra libre de liquidez" que remunera a los bancos hasta un 1% del importe dispuesto con la única condición de que no dejen menguar sus carteras de créditos no hipotecario. Será importante que se establezca algún mecanismo para evitar una caída súbita de la liquidez disponible en el sistema cuando las entidades deban devolver los más de dos billones de euros obtenidos del TLTRO.

Dadas las perspectivas de inflación en la zona euro, el BCE seguirá comprando bonos a final de 2022, cuando muchos otros bancos centrales hayan puesto fin a su expansión cuantitativa.

UBS no prevé que suba tipos antes de 2024, para solo situarlos tan solo en terreno simbólicamente positivo hacia 2025, si el ciclo económico se prolonga hasta entonces. Se perpetuará así el Impuesto invisible sobre el Patrimonio que implican unos intereses tan inferiores a la inflación.

Las conclusiones para los mercados financieros parecen claras. Las curvas de deuda europeas seguirán deprimidas y las primas de riesgo anestesiadas, ya que el BCE todavía en 2022 absorberá la mayor parte de la nueva deuda emitida.

Como la Reserva Federal irá varios pasos por delante del BCE, el euro tenderá a debilitarse el año que viene, y convendría deshacer coberturas si lograra superar 1,20 euro / dólar en los próximos meses.

Si la pandemia y las tensiones geopolíticas no lo impiden, las condiciones de financiación para los gobiernos, hogares y empresas seguirán siendo muy favorables varios años más, contribuyendo a la recuperación económica, a la contención del déficit público y al buen comportamiento de los mercados inmobiliario y bursátil.

*** Roberto Scholtes es director de Estrategia de UBS en España.

Un centro de trabajo con ordenadores. FOTO: Pixabay.

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