Quién lo diría. El confinamiento que nos obligó a frenar para cumplir con la limitación de movimientos nos ha hecho pisar el acelerador en muchos frentes. El tráfico de las redes de telecomunicaciones, la lectura de prensa digital, el uso de la banca digital, la telemedicina, la integración de la Unión Europea, la transición ecológica... Son muchos los frentes sociales, económicos y políticos que han sufrido una catarsis con esta pademia.

En todos los casos, los cambios venían de antes, pero se han acelerado. Puede que esta óptica sea la correcta para analizar la gran cumbre empresarial con la que CEOE se convirtió este lunes en trending topic en Twitter.

La patronal de los empresarios estrenaba logo y eslogan. Antonio Garamendi llegó a su presidencia a finales de 2018 con el objetivo de renovar la organización y aunque el encargo de la nueva imagen data de la 'vieja normalidad' es ahora cuando se ha dado a conocer.

En el vídeo que presenta el nuevo logotipo, una voz en off explica que "hoy hay una CEOE acorde con los nuevo tiempos". Una CEOE -y esto no lo cuenta el narrador- que está muy preocupada por la deriva política del país en este momento crítico para la economía y para las empresas que representa.

La CEOE son los empresarios. En un país copado por micropymes, la mayoría son emprendedores anónimos. Pero en busca de la mayor repercusión posible, la patronal congregó ayer al Ibex 35 y a algunas de las empresas no cotizadas más relevantes del país.

Era una #CumbreEmpresarial sin precedentes ideada para dar más voz a la #CEOE en las negociaciones con el Gobierno y trabajar por #NuestroFuturoComún. Las tres ideas se convirtieron este lunes en trending topic. Misión cumplida.

Con el decálogo de Pablo Isla como punto de partida, la cumbre pretende dar más peso a Garamendi para sentarse en la mesa del diálogo social a la que el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, trata de quitar sillas de vez en cuando.

Los empresarios pretenden dar más peso a Garamendi en la mesa del diálogo social a la que Pablo Iglesias trata de quitar sillas

"No es momento para dogmatismos", recordó Isla, el líder empresarial que no recurrió al ERTE cuando cerró sus tiendas, que acelerará las inversiones en digitalización tras registrar pérdidas, que coordinó la logística del corredor sanitario con Asia en el peor momento de la pandemia y que hasta ahora había mantenido un perfil demasiado discreto en opinión de muchos.

El momento es crítico y exigía poner toda la carne en el asador. Las ayudas de la Unión Europea aliviarán la duración y crudeza de la crisis pero no zanjarán el debate de una subida del impuesto de sociedades, de la derogación de la reforma laboral (de manera parcial o completa) y de otras 'amenazas' como la doble imposición de dividendos.

Lo saben los empresarios y con el 'enemigo común' sentado en el Consejo de Ministros han decidido dar un paso al frente, pisar el acelerador para impulsar su imagen y presentarse ante la sociedad como parte de la solución a los problemas.

Habrá quien lo critique, pero es una buena noticia en un país con escasos referentes y con una modernización económica pendiente para la que es necesario movilizar la inversión privada, como recordó este lunes Garamendi.

La cumbre presentó una nueva CEOE y un nuevo formato: el de la combinación de discursos presenciales con conexiones en remoto. La tecnología permitió cuadrar las complicadas agendas de los dirigentes de las empresas españolas -desde Ana Botín a Ignacio Sánchez Galán- y terminar un evento con 18 intervenciones con puntualidad.

El coronavirus ha hecho posible organizar una gran #CumbreEmpresarial en poco más de una semana con los grandes líderes del mundo de la empresa española. Es evidente que los contactos para dar más presencia al Ibex 35 en la patronal no son de ahora, pero la 'nueva normalidad' ha obligado a acelerar y magnificar esa presencia de la gran empresa en esta 'nueva CEOE'.

Antonio Garamendi y Pablo Isla.

Antonio Garamendi y Pablo Isla.

Ahora, la organización tendrá que trabajar para dar forma a todas las propuestas que se pongan sobre la mesa a lo largo de los 10 días en los que se irá dando voz a los distintos sectores y territorios que participen en esta cumbre.

El documento final será presentado en la Asamblea del próximo día 25 de junio por Isla y Garamendi. En él habrá que aunar intereses diferentes -como ya se pudo ver este lunes en el sector de la energía en el que en función de la compañía se defiende un ritmo u otro para la transición ecológica-.

Pese a las diferencias, habrá consenso y será todo un aviso a la clase política. Como dijo este lunes Garamendi, los empresarios vienen "con ganas constructivas y de sumar. Con lealtad institucional, pero con independencia. Eso es sentido de Estado".