Pisos compartidos más caros y arroz, pasta y huevos para cenar: así será el curso de los universitarios en la diáspora
La vivienda marca récords en los principales enclaves universitarios y los productos frescos siguen en niveles inasumibles para la mayoría.
15 septiembre, 2024 02:51Los universitarios españoles que estudien fuera de casa afrontan este mes de septiembre una de las cuestas más abruptas desde que hay registro. Y es que con el precio del alquiler en máximos históricos, tendrán que refugiarse en los productos básicos de la cesta de la compra que menos han subido para paliar el coste de este curso académico, que puede terminar siendo uno de los más altos de la historia.
El año pasado, un total de 1.722.247 estudiantes iniciaron el curso universitario en España. De ellos, cerca de 353.000 se matricularon en una provincia diferente a su lugar de residencia habitual y 206.000 lo hicieron en una comunidad autónoma distinta. Es decir, los estudiantes en la diáspora representan ya más del 30% del total de la población universitaria.
Este curso 2024/2025, los universitarios sí podrán ahorrar algo de dinero en su matrícula académica, ya que su precio ha vuelto a bajar respecto al año anterior. De hecho, en comparación con 2015-2016, los créditos de primera matrícula son ya un 25% más baratos. Sin embargo, esta será probablemente la única buena noticia que reciban.
Vivienda
La principal 'cuesta' a la que van a tener que enfrentar los jóvenes universitarios en la diáspora durante este inicio de este curso será la de la vivienda. Alquilar un piso de manera individual, en comparación con 2023, es un 14% más caro en Madrid y un 11% en Barcelona, los dos grandes núcleos universitarios patrios.
A esta subida tampoco escapan otras ciudades que acostumbran a atraer estudiantes de otras provincias y regiones, como es el caso de Salamanca (8% más), Valladolid (8,5% más) o Valencia (16,2% más).
También suben los 'pisos compartidos'. Alquilar en compañía de amigos es un 6% más caro que el año anterior, según detalla el último informe de Comprarcasa. "De los 350 - 400 euros" que se pagaba de media el año pasado se ha pasado a "más de 424 euros por persona" para este curso. Para frenar esta subida de precios, según detalla el citado portal, sería necesario que la oferta de pisos en alquiler para estudiantes se incrementase en al menos 55.000 unidades.
"En ciudades como Madrid o Barcelona muchos jóvenes comparten piso pagando entre 500 y 600 euros. Más en algunos casos porque no encuentran nada más asequible. La situación se agrava especialmente en ciudades con gran afluencia universitaria, como Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, donde la presión sobre el mercado inmobiliario es aún mayor debido a los alquileres turísticos, lo que arrastra la demanda hacia la periferia" afirma Francis Fernández, director de la red inmobiliaria en España.
"Como en todas las zonas más demandadas de las grandes ciudades, el peso estudiantil es muy significativo. Tal y como apuntan los datos de la OCDE, España va aumentando progresivamente su nivel de estudios y hay cada vez más jóvenes universitarios, que son quienes más interactúan con esta modalidad de alquiler. Esta casuística incrementa la demanda de búsqueda de vivienda en alquiler presionando la escasa oferta", añade sobre este asunto María Matos, portavoz de Fotocasa.
A pesar de que la oferta de habitaciones se ha incrementado en los principales portales de alquiler, sobre todo porque se trata de un producto mucho más rentable que el alquiler tradicional -casi tres puntos porcentuales más rentable- el volumen sigue siendo bajo. Moncloa (Madrid, un 11,5%), Argüelles (Madrid, un 10,5%), El Raval (Madrid, un 11%), Benimaclet (Valencia, un 14%) y Algirós (Valencia, un 12%) son los barrios que lideran las subidas de precios de alquiler por habitaciones en España.
"El elevado precio de los alquileres enteros o tradicionales, el aumento de la rentabilidad de la vivienda al alquilarla por habitaciones y la seguridad jurídica ofrecida a los propietarios son las causas que explican el aumento de la oferta", explica la portavoz de Fotocasa.
La opción de las residencias para estudiantes tampoco cubre el mercado. En España, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa, hay 1.093 residencias universitarias, que ofrecen un total de 110.368 plazas, una cifra que, incluso para el Gobierno, es baja.
"Tal y como apuntan los datos de la OCDE España va aumentando progresivamente su nivel de estudios y hay cada vez más jóvenes universitarios", María Matos, portavoz de Fotocasa.
Desde el Ministerio de Vivienda han puesto el foco sobre esta situación. Junto a las otras carteras competentes en la materia, desde la titularidad dirigida por Isabel Rodríguez trabajan por ampliar el número de plazas disponibles en el ámbito público.
Paralelamente, sopesan la redacción de una norma que obligue a las universidades privadas a levantar una residencia anexa al complejo educativo para evitar que estas "tensionen" el mercado.
Una dieta basada en arroz y pasta
A los gastos de vivienda se suman los dedicados a alimentación, que en el caso de los jóvenes está apoyada en los productos más económicos de la cesta de la compra, como son arroz, pasta y huevos, debido al elevado precio de los alimentos frescos.
Así lo recoge el Informe de Consumo Alimentario de 2023, elaborado por el Ministerio de Agricultura. Los jóvenes independientes, según estos datos, son los que mayor ingesta per cápita realizan de arroz, con unos 5 kilos por persona y año, muy por encima del promedio nacional, que se sitúa en 3,75 kilos por persona.
También sobresalen en la pasta. Su consumo es de 6,5 kilos por persona al año, más de dos kilos por encima del promedio nacional, en tanto que en huevos su consumo asciende a 10 kilos por persona al año, casi dos kilos más que el promedio.
En la dieta de los jóvenes hay también otros elementos que superan la media. Son los platos preparados -consumen más de 16 kilos al año- cereales, legumbres y frutas y hortalizas siempre que estén transformadas, es decir, en sopas, cremas o ya procesadas.
Hablamos de productos que su formato individual no suelen llegar a los dos euros, un escenario que no cambiará demasiado con respecto al año anterior: de acuerdo con el IPC, todos estos productos apenas se han encarecido un 1%, frente al 2,5% de la inflación de los alimentos. La excepción son las legumbres procesadas, que han subido más de un 5%.
Historia diferente será el apartado de frescos, aunque no impactará demasiado en los jóvenes: no suelen consumirlos. Y, menos aún, si los precios siguen subiendo cómo lo han hecho en los últimos años.
De acuerdo con el informe, son los que menos fruta fresca adquieren. Además, resalta también su bajo consumo en patatas y pescado.
En carne apenas rozan el consumo promedio nacional. Su peor registro es para el aceite, un producto que el año pasado llegó a superar los 10 euros el litro: los jóvenes son quienes lo compran en menor proporción. Aun así van a encontrarse con que el litro les costará un 25% más que el curso pasado.
Matrículas más baratas
Comparativamente, algo que sí ha experimentado una importante bajada desde el curso 2015-2016 -primer año de la serie de la estadística de precios públicos universitarios- es el precio de los créditos universitarios. En concreto, la primera matrícula es ahora un 25% más barata que hace casi una década.
En España, los créditos más baratos son los de las carreras relacionadas con los negocios, la administración y el derecho, a 13,72 euros el crédito de la primera matrícula. Por contra, los más caros son los de informática, que alcanzan los 17,31 euros. El precio medio del crédito universitario en España es de 15,49 euros.
Por comunidades autónomas, Navarra (19,29 euros), Madrid (18,54 euros) y Cataluña (18,14 euros) son las más caras para estudiar en la universidad, mientras que Galicia (11,70 euros), Asturias (12,34 euros) y Canarias (12,50 euros) son las más baratas.