Autobuses en la estación sur de autobuses de Méndez Álvaro, a 22 de marzo de 2024, en Madrid (España).

Autobuses en la estación sur de autobuses de Méndez Álvaro, a 22 de marzo de 2024, en Madrid (España). Marta Fernández Europa Press

Observatorio de la movilidad

Transportes analiza cómo reajustar el nuevo mapa concesional del autobús sin eliminar paradas de los pueblos

El rechazo de las CCAA del PP obliga a cambiar los planes iniciales del Gobierno. Ahora, se estudian fórmulas diversas con rutas directas, semidirectas y con paradas.

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Las claves

El Ministerio de Transportes trabaja para adaptar el nuevo mapa concesional de autobús, buscando mantener todas las paradas en los pueblos y evitar el aislamiento de la España rural.

Solo cuatro comunidades autónomas aceptaron el plan inicial; la mayoría, gobernadas por el PP, lo rechazaron porque suponía eliminar cientos de rutas y paradas, afectando a más de 1.400 municipios.

El nuevo diseño plantea rutas directas, semidirectas y con paradas, pero esto podría reducir los ahorros de tiempo inicialmente previstos, que llegaban hasta tres horas en algunos trayectos.

El actual sistema concesional está obsoleto, con muchas concesiones caducadas y gestionadas por pocas compañías, y existe presión del sector para modernizar el modelo y permitir mayor competencia.

Sólo cuatro CCAA aceptaron el mapa concesional por autobús presentado por el Ministerio de Transportes, que dio un plazo que finalizó el 15 de septiembre. El resto, la mayoría del PP, lo rechazaron por el aislamiento que suponía para la España vaciada.

Una situación que ha obligado al Gobierno a trabajar en una fórmula para “adaptar” y “ajustar” el mapa con el objetivo de mantener todas las paradas de las líneas de autobús interurbanas, según fuentes ministeriales.

Eso no quiere decir que se mantenga el actual sistema. Lo que se va a hacer es “combinar la idea inicial con conservar las paradas”, señalan.

No se eliminarán paradas, pero tampoco se descarta que haya servicios y ofertas diferentes en cada línea.

En un inicio, Transportes ofreció 40 millones a las regiones para que fueran ellas las que gestionen sus rutas de autobús locales e interurbanas, mientras que la red estatal gestionaría la demanda de viajeros de largo recorrido.

El diseño del mapa presentaba la reorganización de los servicios en 22 corredores.

Asimismo, contemplaba la optimización de las rutas en desplazamientos entre comunidades autónomas. La idea era hacerlas más rápidas, eficientes y rentables.

También se estimaron reducciones de tiempo de hasta en tres horas en algunos recorridos, aunque la media por trayecto era de 20 minutos menos.

Pero si se conservan todas las paradas, esos tiempos peligran.

Por ello, para mantener algunas de estas reducciones anunciadas habrá “rutas directas, semidirectas y con paradas”, detallan desde la cartera de Transportes.

En cuanto al plazo para implementarlo hay más incógnitas. Desde el Gobierno lo quieren tener cuanto antes, pero no dan una fecha estimada.

Desde el sector, saben que hay un margen de dos años con la Ley de Movilidad aprobada en el Congreso.

Así lo recordó Rafael Barbadillo, presidente de Confebus, durante su intervención en el VI Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia.

Oposición

Desde un inicio el mapa concesional no gustó a la oposición. Las CCAA del PP lo rechazaron en bloque.

Alegaron que el nuevo mapa dejaba sin autobús a más de 3,2 millones de personas, ya que eliminaba 456 rutas (un 47,2% del total) y alrededor de 9.305 paradas. Es decir, 1.417 municipios se quedaban sin parada.

Soria Ya, Teruel Existe, Cuenca Ahora y La Otra Guadalajara denunciaron en el Congreso de los Diputados que el nuevo sistema agrava el aislamiento de sus provincias y suponía otro paso más en el abandono institucional de la España rural.

El sistema actual ofrece rutas de Obligación de Servicio Público (OSP) que, en opinión del presidente de Confebus, hay que “seguir garantizando”. El autobús conecta 8.000 poblaciones al día.

Si bien es cierto, el sistema actual está obsoleto. Data desde principios del siglo XX. Muchas de las concesiones actuales están caducadas y en algunos casos tienen 100 años de antigüedad.

Se basa en un sistema de subvenciones cruzadas en el que las rutas más rentables subvencionan aquellos trayectos que no lo son. En este último apartado entran muchas paradas de la España vaciada.

Además, no hay competencia. La mayoría de los contratos estatales los gestionan tres compañías: Alsa, Samar o Avanza.

“La mayoría de las concesiones vigentes están caducadas o no han sido licitadas nunca, en parte porque ningún ajuste parece que pueda resolver los principales problemas del sistema concesional en larga distancia”, señalan fuentes de la empresa de transporte Flixbus.

Además, la multinacional pide a España desde hace tiempo la prestación de servicios de cabotaje.

Es decir, poder aprovechar sus líneas internacionales para realizar trayectos domésticos en nuestro país. Actualmente no está permitido.