Un trabajador en una fábrica de Vigo.

Un trabajador en una fábrica de Vigo. EP

Observatorio de la movilidad

Reinventar 300.000 puestos de trabajo, el gran reto para la automoción europea que llega de la mano del coche eléctrico

Los fabricantes deberán capacitar a trabajadores actualmente dedicados a oficios que desaparecerán con los motores de combustión fósil.

30 septiembre, 2021 04:29

"Con la llegada del coche eléctrico necesitamos formar a nuestros trabajadores en multitud de nuevas profesiones. Algunas de ellas aún ni las conocemos". De esta forma, resume un directivo de una de las plantas de automoción más importantes de España el principal reto al que se van a enfrentar en los próximos meses

La transformación que necesitarán las factorías que consigan hacerse con la producción de modelos eléctricos va a ser muy profunda. Tanto en lo que implica a las propias instalaciones como a gran parte de los trabajadores que actualmente forman parte de las plantillas de los fabricantes. 

Un estudio elaborado por Platform Boston Consulting Group calcula que la llegada el cambio de producción de vehículos de combustión a la nueva generación de eléctricos generará una necesidad de 300.000 puestos de trabajo centrados en los nuevos requerimientos

Según el informe, el número de puestos de trabajo en las ocho industrias claves que rodean al automóvil permanecen casi constantes hasta 2030. Sin embargo, prevé "cambios significativos en las especializaciones". En consecuencia, la industria pasará por momentos de fuerte actividad temporal, industrial y laboral que podrían llegar a generar transiciones regionales en los mercados laborales del automóvil en Europa.

Momento clave para la formación

Según las estimaciones de Boston Consulting Group, hasta 2,4 millones de trabajadores necesitarán pasar por procesos de formación de diferentes intensidades. En concreto, 1,6 millones de empleados permanecerán en sus empresas y en sus actuales puestos pero deberán actualizar sus capacidades.

Del mismo modo, hasta 600.000 empleados cambiarán de especialización desde su actual formación. Un grupo sensible ya que desde la industria señalan que serán los que tengan que lidiar con cierta competencia externa y dependerá tanto de los planes de las empresas como del esfuerzo de los trabajadores que sean capaces de adaptarse a las nuevas necesidades.

Por último, el informe señala que unos 200.000 trabajadores se verán obligados a cambiar de industria. En este colectivo se encuentran los trabajadores cuyos puestos de trabajo desaparezcan totalmente y carezcan de una formación de base que les permita reengancharse a los nuevos puestos. Estos profesionales deberán empezar prácticamente de cero su formación para poder mantenerse dentro de la industria. 

Nuevas industrias

En paralelo a estas tensiones también aparecen oportunidades en el horizonte. Concretamente, el estudio señala tres nuevas industrias que tendrán un rol clave en la nueva automoción: manufactura de baterías, producción de energías renovables e infraestructura de carga

Según estas estimaciones, el segmento de las baterías será el más intensivo en mano de obra. De cara a 2030, esta incipiente industria necesitará 270.000 empleos en Europa. En el mismo periodo de tiempo, las energías renovables adscritas al coche eléctrico generarán 60.000 puestos de trabajo. Una cifra similar a los puestos necesarios para cubrir los requerimientos de la industria de carga.

En total, 400.000 puestos de trabajo hasta 2030 que irán creciendo a un ritmo de unos 40.000 empleados al año. La clave de gran parte de estas oportunidades laborales es que, actualmente, no existen. Esto hace que la formación y las necesidades irán evolucionando prácticamente en paralelo. Una cuestión compleja pero, a la vez, llena de oportunidades.

En este contexto, la industria del automóvil encara la que todo apunta será la década con más retos de su historia. Gran parte del éxito de la futura transición recaerá en lo acertadas y flexibles que sean las estrategias laborales para adaptarse a los nuevos tiempos. Y es que, en el sector del automóvil tienen claro que, al igual que en los últimos 100 años e independientemente a la fuente de energía que propulse los automóviles, el principal valor de esta industria es y será sus trabajadores