Kwasi Kwarteng y Liz Truss, ministro de Economía y primera ministra del Reino Unido, en un mitin del Partido Conservador.

Kwasi Kwarteng y Liz Truss, ministro de Economía y primera ministra del Reino Unido, en un mitin del Partido Conservador. Stefan Rousseau / PA Wire / dpa - Europa Press.

Fondos de inversión

Reino Unido intenta evitar la quiebra de sus fondos de pensiones mientras favorece a los ‘hedge funds’

Kwasi Kwarteng y Liz Truss han reculado en su rebaja de impuestos a los ricos y la libra se ha estabilizado temporalmente.

9 octubre, 2022 03:24

Los británicos son capaces de lo mejor y de lo peor. Aunque ahora les toca esquivar un charco tras otro. Su particular idiosincrasia ha tenido reflejo en los mercados financieros durante las dos últimas semanas. Reino Unido intenta evitar la quiebra de sus fondos de pensiones mientras, por otro lado, ha dado munición a los hedge funds para que apuesten contra su propia economía.

Esta historia comienza el viernes 23 de septiembre. Kwasi Kwarteng, ministro de Economía británico, había asistido a un cóctel privado en el acaudalado barrio londinense de Chelsea, en el que estuvieron presentes donantes del Partido Conservador y bastantes gestores de hedge funds de la City.

Durante el evento, Kwarteng habría adelantado a estos financieros su ‘megaplan’ para rebajar impuestos (el mayor recorte en 50 años), del cual se beneficiaban especialmente los más ricos del país.

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El chivatazo dio el margen suficiente a estos fondos para que se pusieran cortos contra la libra esterlina y los bonos públicos del Tesoro. Los gestores anticiparon que la reacción de la opinión pública y los mercados al anuncio del ministro sería hundir la divisa británica y disparar la prima de riesgo de la deuda.

Dicho y hecho. El lunes siguiente, día 26, la economía de las islas estuvo a punto del ‘KO’, aunque estos fondos de cobertura, que acentuaron el traspiés, ganaron varios miles de millones con la jugada.

Un desliz del político tory que causó una verdadera sangría en las finanzas públicas británicas y que tuvo que salir a enmendar el Banco de Inglaterra el miércoles 28. ¿Cómo? Comprando deuda pública del país de manera ilimitada hasta, como mínimo, el próximo 14 de octubre para así estabilizar el mercado.

Según han recogido los medios anglosajones, el vicegobernador del Banco de Inglaterra, Jon Cunliffe, remitió una carta el pasado miércoles al legislador del Partido Conservador y presidente del Comité Selecto del Tesoro, Mel Stride, revelando que los liability-driven investing (LDI) -un tipo de instrumento financiero que iguala pasivos actuales y futuros en los fondos de pensiones- emitieron una serie de alertas en la noche del 27 de septiembre.

Los bonos británicos a 30 años sobre los que estaban construidos aumentaron su rendimiento en 67 puntos básicos con respecto a esa misma mañana. Cabe recordar que, en un título de renta fija, cuando el tipo de interés sube, el precio del bono cae. 

Los rendimientos se mueven a la inversa que los precios. Por lo que un rápido ascenso de la rentabilidad, cuando la prima de riesgo se descontrola como le sucedió al gilt -como se conoce al bono británico-, provoca fuertes pérdidas en la valoración del título.

Rescate

El pánico se desató para los 1,5 billones de libras (unos 1,7 billones de euros) en fondos impulsados por pasivos (LDI), habida cuenta de que los títulos de deuda británica a largo plazo representan alrededor de dos tercios de las tenencias de los LDI.

Al Banco de Inglaterra no le quedó más remedio que rescatar a los fondos de pensiones porque dejarles caer hubiera supuesto la pérdida de los ahorros de toda la vida para miles y miles de británicos. Tras su intervención, la prima de riesgo británica se relajó y cayó en más de 100 puntos básicos.

Algunos analistas como José Luis Cárpatos, director de Inversiones de Gloversia Capital EAF, ya muestran su preocupación por una posible extrapolación de la situación británica al resto de mercados, influidos también por las subidas de tipos de los bancos centrales.

Este experto señaló que “el Banco de Inglaterra reconoce que varios fondos de pensiones estaban al borde del caos y que, por eso, intervino comprando bonos. Pues no me ha dejado el comentario muy tranquilo, pues muestra que, como siga la caída de los bonos globales, se puede montar el lío con los fondos de pensiones y aseguradoras”, instituciones cuyas carteras por regla general van muy cargadas de la deuda pública de su país.

¿Recuperación en falso?

Este lunes acababa el culebrón. Kwarteng y la primera ministra británica, Liz Truss, reculaban y no bajarán los impuestos a las rentas altas. “Lo entendemos, y hemos escuchado”, fueron sus palabras en tono de mea culpa.

La moneda británica lleva cayendo desde mayo de 2021, cerró en mínimos de 1,07 dólares por libra el 27 de septiembre -algunos ya ven muy posible la paridad- y ahora ha recuperado algo del terreno perdido, situándose en los 1,11 ‘billetes verdes’.

Veremos cuánto dura este periodo de estabilidad transitoria, pero si hay algo seguro es que los hedge funds afilan sus cuchillos por si hay episodios de volatilidad similares, al tiempo que los ahorradores británicos miran con recelo hacia su gobierno. No quieren más deslices.