Paneles del Palacio de la Bolsa de Madrid muestran la cotización de varias compañías.

Paneles del Palacio de la Bolsa de Madrid muestran la cotización de varias compañías. Europa Press

Mercados

La banca trunca el rebote del Ibex 35 (-0,65%) y el selectivo arriesga los 15.000 puntos

El índice español enlaza tres caídas consecutivas. Nvidia presentará sus resultados una vez termine la jornada en Wall Street.

Más información: La posible caída del Gobierno de Bayrou dispara la prima de riesgo de Francia y eleva la brecha con España a máximos

L. Pedehierro
Publicada
Actualizada

La banca trunca el rebote del Ibex 35. El selectivo de la Bolsa española registra su tercera sesión en negativo ante la incertidumbre política francesa y la injerencia de la Casa Blanca en la Reserva Federal (Fed).

Al cierre de la sesión de este miércoles, y a la espera de que se conozcan los resultados de Nvidia, el Ibex 35 ha perdido un 0,65%, hasta los 15.020,9 puntos, lastrado por el sector bancario.

Sabadell (-3,66%) -que hoy ha descontado dividendo-, Bankinter (-2,4%), CaixaBank (-2,34%), BBVA (-2,02%) y Unicaja (-1,82%) han encabezado las pérdidas. Solaria (+8,22%), Acciona Energía (+1,98%) y Puig (+1,64%) han liderado las ganancias.

Las acciones de Solaria se han disparado después de que los analistas de UBS hayan respaldado su estrategia respecto a los centros de datos. Los mismos expertos han elevado el precio objetivo de la cotizada de 11 a 14,7 euros y han reiterado su recomendación de compra.

El rojo volvía a los principales parqués europeos, que han terminado el día con tendencia mixta. El Dax alemán ha restado un 0,53%; el FTSE 100 británico, un 0,15%, y el FTSE Mib italiano, un 0,7%.

Tras dos días de fuertes bajadas, el Cac 40 francés ha repuntado un 0,44%.

También lo ha hecho el Euro Stoxx 50, que ha sumado un 0,18%; y el Stoxx 600, que ha subido un 0,09%.

Los bancos europeos caen

El foco en el Viejo Continente se mantenía en Francia por tercera jornada consecutiva, desde que el primer ministro del país, François Bayrou, decidió pedir un voto de confianza en respuesta a la creciente oposición a sus planes de ajustes incluidos en el presupuesto de 2026.

De momento, todos los partidos de la oposición han señalado que votarán en contra del Gobierno el próximo 8 de septiembre.

De ser así, y no lograr antes Bayrou un acuerdo con algún partido de la oposición, lo más probable es que, tras perder la votación, presente su dimisión al presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Para los analistas de Link Securities, “pase lo que pase, lo que está ocurriendo en Francia es un buen ‘toque de atención’ para otros países europeos que, aunque en menor medida, presentan elevados déficits estructurales y unos niveles deuda descontrolados”.

Creen que “la necesidad de reformas estructurales, imprescindibles en Francia, digan lo que digan los partidos “populistas” de derechas o de izquierdas, se extiende a otras economías de la región, entre ellas España e Italia”.

La crisis política y la situación de las finanzas galas hacen temer a los inversores por una potencial crisis de deuda. Dicho temor ha provocado el aumento de las primas de riesgo de Francia, especialmente, y de España e Italia, en menor medida.

En la sesión de este miércoles, la rentabilidad de la deuda de los bonos franceses a 10 años se reducía al 3,495% y la de los españoles al mismo plazo, al 3,32%.

Al mismo tiempo, el interés ofrecido por los bonos alemanes –que son la referencia en la eurozona– se elevaba al 2,727%.

En este contexto, el sector bancario europeo era, con mucha diferencia, el peor de todos. El Stoxx 600 Banks se ha dejado un 1,26%, mientras que el sectorial que sólo mide la evolución de las entidades de la eurozona ha perdido un 1,53%.

Es decir, no eran las entidades españolas las únicas en caer. Commerzbank ha bajado un 4,98%; Deutsche Bank, un 3,36%; BPER Banca, un 2,69%, y ABN AMRO, un 2,65%.

Los bancos italianos se veían a su vez afectados por las informaciones aparecidas en relación con el presunto interés del Gobierno liderado por Giorgia Meloni en elevar la contribución del sector para impulsar la consolidación fiscal.

Frente a las caídas en Europa, Wall Street registraba subidas, aunque los avances eran mínimos, a la espera de que Nvidia presente sus resultados.

Los resultados de Nvidia

El gigante tecnológico dará a conocer sus resultados correspondientes al segundo trimestre de su ejercicio fiscal 2026 una vez termine la jornada en Wall Street.

Se espera que la compañía presente fuertes crecimientos de sus cifras, tanto a nivel de ventas como a nivel de beneficios, y que se muestre muy optimista sobre el devenir de todo lo relacionado con la inteligencia artificial (IA).

“La gran pregunta es si será suficiente a ojos de los inversores para justificar los muy exigentes múltiplos a los que cotiza la compañía. Dada la relevancia de la compañía, lo que ocurra 'moverá' las bolsas el jueves, para bien o para mal”, añaden también desde Link Securities.

Por su elevada presencia en el S&P 500 –es la compañía con más peso en el índice los resultados de Nvidia pueden impactar, para bien o para mal, en Wall Street.

Por otro lado, la gobernadora de la Reserva Federal Lisa Cook, a la que el presidente Donald Trump lleva días hostigando y acusando de fraude, presentará una demanda contra el despido que le ha notificado por carta el propio mandatario, según anunció este martes el abogado de la economista.

"El presidente Trump no tiene autoridad para destituir a la gobernadora de la Reserva Federal Lisa Cook", ha explicado el abogado de la economista en un comunicado.

El euro pierde fuerza

El euro perdía fuerza frente al dólar y se cambiaba a 1,161 billetes verdes.

El precio del petróleo Brent, la variante de referencia en Europa, avanzaba un 0,72% hasta los 67,17 dólares por barril. El repunte del West Texas Intermediate estadounidense era del 1%, hasta los 63,88 dólares.

Los avances se producían a pesar de la entrada en vigor de los aranceles del 50% impuestos por EEUU a algunos productos importados de India en represalia por sus compras de petróleo ruso.

El oro volvía a acercarse a los 3.450 dólares por onza, mientras que el bitcoin rozaba los 112.000 dólares.