Así, los fabricantes de chips no lograron escapar de las caídas que el pasado ejercicio se vivieron en los mercados en general y de forma especial en el sector tecnológico. Y ello se debe a que “el de los semiconductores es, por definición, un sector de crecimiento, que se ve muy afectado cuando las perspectivas económicas se recortan”, explican los analistas de Bankinter.

“Además, la inflación de costes y los cuellos de botella de las cadenas de suministros afectaron negativamente tanto a las ventas como a los márgenes del sector”, indican los mismos expertos.

Mejor escenario

Sin embargo, en este 2023 el escenario se presenta mucho más benigno en estos aspectos, lo que lleva al banco a prever “una recuperación de la actividad que debería permitir a las compañías del sector recuperar los niveles de crecimiento de los años 2020 y 2021”.

En la entidad naranja se muestran “más positivos en segmentos como automóvil, la nube y centros de datos”, donde creen que “la recuperación de la demanda va a ser más rápida”, y dan “menor peso a segmentos como telefonía o PCs donde la demanda está aún ralentizada y podría tardar algo más en recuperar”.

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Así, su lista de valores favoritos está formada por TSMC, ASML, Nvidia, Infineon, AMD, Broadcom, ASMI y ON Semiconductors. Todas ellas se anotan fuertes subidas en lo que va de año, que van del 59,5% de Nvidia al 3,3% de Broadcom, según datos de Refinitiv al cierre de la sesión bursátil del pasado viernes.

La cotización de Nvidia se ha visto impulsada por la presentación de sus resultados, mejores de lo esperado por los analistas. La compañía registró en el año fiscal 2022, que comenzó en febrero de 2022 y terminó en enero de 2023, unos beneficios netos atribuidos de 4.368 millones de dólares (unos 4.126 millones de euros), un 55,2% menos que en 2021.

Josh Gilbert, analista de mercados de eToro, destaca que Nvidia “superó las expectativas de beneficios y ofreció unas previsiones mejores de lo esperado para el trimestre en curso, lo que ayudó a impulsar las acciones al alza”. Solo en esa jornada la subida fue del 14%.

“Como era de esperar, la inteligencia artificial (IA) fue el tema candente de la conversación, y las seguras previsiones ofrecidas por Nvidia apuntan a la fuerte demanda que la compañía ha visto de sus chips en lo que va de 2023, a medida que la IA se convierte en el centro de atención”, subraya el mismo experto.

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“Las perspectivas de negocio más atractivas en 2023, especialmente en la segunda mitad del año”, es uno de los factores de los que se beneficiará no solo Nvidia, sino el conjunto del sector, opinan en Bankinter.

También lo son el entorno macroeconómico favorable -“el sector se ve favorecido por el final del proceso de subida de tipos, y la recuperación del crecimiento y el consumo”- y “unos ratios de valoración más atractivos tras las fuertes caídas del año 2022”.

Según las cifras que Bankinter manejaba en un reciente informe el sector cotiza a un PER, el ratio precio/beneficio, de 20,7 veces, “lo cual supone un potencial atractivo si se compara con los múltiplos de 24 o 25 veces que vimos en los años 2020 y 2021 donde el sector presentó fuertes crecimientos”.

En Europa

El empuje del sector se nota en Wall Street, como refleja la evolución del índice de semiconductores de Filadelfia, pero también en Europa. Mientras que el Stoxx 600 -índice en el que cotizan las 600 compañías más grandes del Viejo Continente- ha avanzado un 7,7% desde que comenzó el ejercicio, las tecnológicas que forman parte de él suben en conjunto un 12,8%.

Entre ellas destacan algunos fabricantes de chips. La revalorización que STMicroelectronics acumula desde que comenzó el ejercicio supera el 35%, por el 33,5% de ASMI, el 18,2% de Infineon y el 15% de ASML.