Aunque ahora sea más famosa por sus rutas a Latinoamérica, Plus Ultra -desde que inició operaciones en 2015- ha basado gran parte de su negocio en este tipo de vuelos. Los vuelos chárter son aquellos que no son regulares, ni tienen horario fijo. El avión suele alquilarse por una empresa o para un grupo de personas en exclusiva para llegar a un determinado destino. 

Y, de momento, el resultado para la aerolínea está siendo positivo. “La compañía está cumpliendo hasta la fecha con todas las previsiones recogidas en el plan de viabilidad, gracias a que ha podido compensar la escasez de vuelos regulares con una mayor cantidad de vuelos chárter y de carga”, explican fuentes de la aerolínea a EL ESPAÑOL-Invertia.  

Actualmente, está operando 32 vuelos chárter mensuales de larga distancia, una cifra que la aerolínea prevé mantener hasta fin de año y para la que tiene asegurada la continuidad en 2022.  

Asimismo, “la cantidad de vuelos chárter se podría incrementarse dependiendo de las peticiones y capacidad operativa de la empresa. En todo caso, estas operaciones siempre se atienden protegiendo la plena y normal realización de los vuelos regulares de la compañía”, señala. 

Previsiones

No obstante, sigue operando algunas rutas regulares como Lima, Quito, Guayaquil y Caracas. “Esta última actualmente en suspenso porque, dada la situación de la pandemia, el gobierno de Venezuela no permite en estos momentos la entrada de pasajeros desde España. La aerolínea está a la espera de su próxima apertura para reanudar los vuelos a dicho destino”, reconocen.

Si todo sale como la aerolínea tiene pensado, alcanzará en 2022 los 183.000 pasajeros, lo que supondría superar el número del año previo a la Covid, en el que alcanzó la cifra de 173.396 viajeros. 

La compañía tiene planificado operar a partir de verano de 2022 un total de 66 vuelos semanales de larga distancia, siempre y cuando las restricciones por la Covid hayan sido superadas. Ahora mismo cuenta con tres aviones de su flota (dos Airbus A340-300 y un A340-600) "con vistas a ampliar la flota en los próximos meses", afirman.

Sin embargo, en el caso particular de Plus Ultra Líneas Aéreas, por los vuelos internacionales y transoceánicos a Latinoamérica que realiza, la compañía estima que “la recuperación de su mercado será más lenta”. Hay que tener en cuenta que la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) prolonga el período de recuperación de la industria aérea hasta 2024. 

No obstante, y gracias al apoyo financiero público conseguido y a la hoja de ruta que el plan de viabilidad ha trazado la aerolínea se muestra "moderadamente optimista".

Rescate y pérdidas  

Cabe recordar que Plus Ultra tiene un plazo de siete años para devolver la ayuda de la SEPI canalizada a través de dos préstamos: un préstamo ordinario de 19 millones que vence en 2024 y un préstamo participativo de 34 millones que vence en 2026. Algo bastante complicado de cumplir ya que lleva años acumulando pérdidas. 

De hecho, hace unos meses redujo capital para restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio neto disminuido como consecuencia de las pérdidas. Ya en 2017, la aerolínea esquivó una situación de disolución que la compañía corrigió con un préstamo participativo de 6,3 millones de euros que computó como patrimonio neto a efectos de reducción de capital y liquidación de sociedades. 

Esta maniobra suscitó polémica para Ciudadanos. En primer lugar, porque se usa un truco contable para asimilar el crédito participativo al capital. Fuera de los casos de reducción de capital y liquidación de sociedades, los préstamos participativos no deben computar como patrimonio neto de la empresa, según denunció el jefe de la delegación de este partido en Bruselas, Luis Garicano.

En segundo lugar, Garicano explicó que el préstamo participativo de 6.304.000 euros de Panacorp era simulado, porque 4.046.000 euros están bloqueados en Panamá. Esta situación hace que cada movimiento de la compañía aérea sea analizado con lupa e incluso puesto en cuestión.