
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe al lehendakari Imanol Pradales, en el Complejo de La Moncloa.
Alerta en el País Vasco con casi tres gigavatios para proyectos industriales parados por falta de capacidad en la red eléctrica
Hay hasta cinco gigavatios de generación renovable a la espera de entrar en las subestaciones vía concurso que solventarían gran parte del problema.
Más información: García Merino (Redeia) asegura que el nuevo plan de la red eléctrica pondrá el foco en la demanda.
El atasco en las redes de transporte y distribución eléctrica por la fuerte demanda para proyectos industriales, centros de datos y almacenamiento está generando tensiones en zonas de mayor actividad productiva, donde mucha inversión se congela o se va por falta de enganche.
La situación es especialmente grave en el País Vasco, donde se acumulan casi tres gigavatios en peticiones de enganche a la red de distribución mayorista, y se retienen hasta cinco gigavatios de entrada a las subestaciones de transporte, pendientes de concurso.
Aunque el problema es sobre todo técnico y jurídico, por las limitaciones legales que sufre un negocio regulado como el de la generación y distribución eléctrica, en el caso vasco ha llegado a plantearse ya como una cuestión política prioritaria a negociar con el Estado.
Tanto el lehendakari Imanol Pradales, como el consejero de Industria, Mikel Jareugi, insisten en el descalabro que supone para la industria vasca que muchas empresas de automoción, máquina-herramienta o siderurgia no puedan ampliar su actividad porque no hay red eléctrica con capacidad para darles energía.
Fuentes empresariales vascas recuerdan que Mercedes Benz en Vitoria tuvo que esperar hasta el límite para ampliar su proyecto al coche eléctrico, mientras que otras iniciativas de baterías y de componentes están aún "colgadas" porque la distribuidora no tiene capacidad para darles electricidad.
La fuerte demanda de energía eléctrica de los dos últimos años que ha acumulado ese atasco en el País Vasco se centra también en el desarrollo de centros de datos y en nuevos proyectos para almacenamiento.
Pero es la parte industrial la que más demanda y preocupa en el ámbito político y empresarial, a la vista de que ya se ha habido algún proyecto millonario que ha desistido en su inversión por falta de enganche, aseguran fuentes conocedoras de ese proceso.
Desde la Unión Española Fotovoltaica (Unef) advierten que el País Vasco es una buena oportunidad para invertir en redes y demostrar cómo se puede potenciar "de una tacada, la descarbonización industrial, fomentar la producción renovable y apostar por el almacenamiento con grandes ventajas para todo el mundo", explica su director general, José Donoso.
Merlin y Forestalia
El País Vasco no es una zona de grandes proyectos renovables, salvo en el caso de Álava, que acapara 3,8 gigavatios de los 5 pendientes de entrar en la red de transporte de toda la comunidad vía concurso, señalan fuentes técnicas del sector en el País Vasco.
Es en esa provincia donde Merlin Properties tiene planteada la construcción de uno de los mayores centros de datos de su red, con 100 megavatios de consumo eléctrico, que fuentes cercanas al proyecto aseguran que ya están garantizados por parte de la distribuidora i-DE (filial de Iberdrola y con más presencia en la zona) y otra más, a partir de fuentes renovables.
En el País Vasco se proyectan otros centros de datos menores a ese, dada la gran presencia de centros tecnológicos que alberga y la conexión internacional con los cables de fibra óptica que salen de su costa. "Tiene suelo industrial, tiene agua y buena conexión mundial -señalan fuentes empresariales vascas-, pero le falta el enganche eléctrico".
De hecho, la mayor parte de la energía eléctrica vasca llega de otras zonas de España. Tanto es así, que la aragonesa Forestalia pretende aprovechar la situación y llevar energía hasta Álava con una red de alta tensión de 200 kilómetros, un proyecto aún sobre el papel que será difícil que salga, explican las fuentes consultadas en Euskadi.
Esa línea de alta tensión de Forestalia tendría que atravesar La Rioja, una comunidad en la que este tipo de iniciativa no se ve con buenos ojos, hasta el punto de que se han congelado los proyectos renovables hasta tener una planificación más elaborada.
Proceso negociador
El País Vasco está negociando en estos momentos con el Ministerio de Transición Ecológica la planificación de la inversión en redes para el periodo 2025-2030. Desde el Ente Vasco de la Energía llevan más de un año trabajando para evaluar e identificar las necesidades de potencia de Euskadi, en colaboración con Redeia (Red Eléctrica) e Iberdrola.
La inversión en redes de transporte, por parte de Redeia, y las que se hagan en el negocio mayorista de la distribución, por parte de las grandes eléctricas, está limitada por ley dado su impacto en el gasto público y en la factura de la luz.
Desde Redeia aseguran que siempre se ajustan al plan de inversiones que se plantea desde el Gobierno, si bien también vigilan junto al Ministerio la proliferación de proyectos puramente especulativos. No en vano, solo la demanda de enganches para centro de datos en los próximos cinco años a nivel nacional triplica la capacidad de generación actual.
Pero el malestar político y empresarial que se respira en suelo vasco por la pérdida y el retraso de proyectos industriales que hasta ahora han sufrido, y que frena su reindustrialización, ha colocado ese proceso negociador como la mayor prioridad económica de la comunidad.