El reparto de costes y el miedo a una fuga de electricidad barata frenan 'europeizar' la excepción ibérica de Sánchez
Bruselas excluye el modelo de España y Portugal de sus propuestas para intervenir el mercado del gas, aunque asegura que seguirá estudiándolo.
19 octubre, 2022 02:56Noticias relacionadas
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- Bruselas da el primer paso para imponer un límite flexible al precio del gas durante este invierno
Del nuevo paquete de medidas de emergencia para intervenir el mercado del gas que acaba de presentar la Comisión Europea destaca una sonora ausencia: la ampliación al conjunto de la UE de la denominada 'excepción ibérica'. La presidenta Ursula von der Leyen planteó hace ya un mes 'europeizar' el modelo que aplican España y Portugal para rebajar la factura de la luz. Y esta solución cuenta con un amplio apoyo entre el resto de Estados miembros, empezando por Francia.
Sin embargo, los escollos técnicos y políticos han llevado a Bruselas a frenar de nuevo o, al menos, aplazar indefinidamente la propuesta legislativa para extender la 'excepción ibérica'. Un retraso que ha indignado a la vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
"En España y Portugal estamos cubiertos gracias al 'mecanismo ibérico', pero somos los únicos. Grecia ha adoptado algunas medidas y hay un buen número de Estados miembros de la UE que reclaman que se regule esa solución ibérica para el conjunto de la Unión. Todavía no hay nada en el texto que ha planteado la Comisión al respecto", ha denunciado Ribera. "Son propuestas que siguen dejando una sensación de que no estamos actuando a la velocidad y con la intensidad que se requiere", se queja la vicepresidenta.
[Bruselas da el primer paso para imponer un límite flexible al precio del gas durante este invierno]
El reglamento de Bruselas consta de tres pilares. En primer lugar, un tope general y flexible para el precio del gas en las transacciones en el mercado TTF holandés, cuyo objetivo es evitar subidas extremas durante el invierno. En paralelo, la UE pondrá en marcha un nuevo índice de referencia para el gas licuado al que puedan vincularse los contratos.
Además, la norma establece la obligación para los Estados miembros de comprar de forma conjunta el 15% del gas para rellenar los depósitos, con el fin de reforzar el poder de negociación frente a los proveedores. Finalmente, el reglamento incluye un mecanismo de solidaridad obligatoria entre los Estados miembros en caso de corte de suministro, así como nuevas medidas de ahorro de gas.
¿Por qué ha decidido la Comisión cambiar su plan original y descartar cualquier propuesta para convertir la 'excepción ibérica' en norma en la UE? "Este modelo se ha implantado en España y Portugal, donde ha reducido los precios de la electricidad. Creemos que merece ser considerado para su introducción a nivel de la UE. En este momento estamos investigando los datos disponibles para encontrar respuestas a una o dos cuestiones que aún están abiertas. Pero realmente merece la pena analizarlo en profundidad y ver cómo podemos hacerlo operativo a nivel de la UE", responde Von der Leyen.
La propia presidenta ha detallado cuáles son los tres escollos que dificultan 'europeizar' el mecanismo ibérico. El más importante es el reparto de los costes. En España y Portugal, la compensación a las energéticas por el tope al gas utilizado para producir electricidad la pagan los consumidores. Una posibilidad sería que cada Estado miembro pague su parte con cargo a la factura o a sus presupuestos nacionales.
Sin embargo, eso penalizaría a los países que usan una mayor cuota de combustibles fósiles, que tendrían que pagar más compensación que otros. En este sentido, Alemania y Holanda han pedido que si se generaliza la 'excepción ibérica' (lo que les sigue generando dudas), se establezca también un mecanismo europeo para repartir los costes de forma equilibrada entre todos los Estados miembros.
El segundo gran escollo es el miedo a que la electricidad barata subvencionada con fondos europeos acabe fugándose a países extracomunitarios que tienen interconexiones con la UE, como Reino Unido, Noruega, Suiza o los países de los Balcanes. Es el mismo argumento (extendido a escala europea) que utiliza el PP de Alberto Núñez Feijóo para oponerse a la 'excepción ibérica', cuando dice que los españoles están subvencionando la electricidad a Francia.
Finalmente, Bruselas teme que la 'europeización' del mecanismo ibérico fomente un aumento del consumo de gas en un momento en que es un bien muy escaso porque Rusia ha cortado la mayor parte de su suministro. Una preocupación que en este momento es menos acuciante que en primavera porque los depósitos de gas están llenos al 92%. Aún así, el Ejecutivo comunitario avisa de que consumir más gas contradice los objetivos de la UE en materia de lucha contra el cambio climático.
Pese a la ausencia de una propuesta formal de Bruselas, la extensión del modelo de España y Portugal volverá a discutirse en la cumbre de líderes europeos que se celebra este jueves y viernes en Bruselas, según ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
"Espero que abordemos otras intervenciones de mercado a corto y largo plazo, como un marco de la UE para limitar el precio del gas para la generación de electricidad. Estoy seguro de que, a pesar de las diferentes dificultades nacionales, abordaremos nuestro debate energético de manera constructiva, conscientes de nuestro urgente interés colectivo", escribe Michel en su carta de invitación a los jefes de Estado y de Gobierno.