Así, en los ejercicios de 2019 y 2020 Crowe Servicios de Auditoría emitió su opinión con salvedades sobre las cuentas de Teal Retail Spain (sociedad que gestiona la marca de jugueterías en España). En concreto, reconoció que, al ser contratados con posterioridad a 31 de julio de 2018, fecha de constitución de la sociedad, no pudieron asistir a los inventarios. Por lo tanto, no pudieron verificar la variación de existencias de la cuenta de pérdidas y ganancias y cuyo importe arrojó un saldo negativo de 1,5 millones de euros.

En el ejercicio de 2020, la misma firma auditora también afeó la falta de información sobre las operaciones realizadas entre empresas del mismo grupo. Así, señalan en su auditoría que no han recibido el correspondiente estudio de precios de transferencia, ni han podido obtener evidencia mediante procedimientos alternativos acerca de si estas operaciones se encuentran realizadas a precios de mercado. 

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Esta misma opinión se repetirá en años sucesivos, incluso en el último ejercicio registrado, correspondiente a 2023, en el que hay un cambio de auditor (Crowe Servicios de Auditoría por SW Auditores España), pero no de opinión.

Los dos auditores también coinciden en mostrar incertidumbre acerca de la viabilidad de la empresa en sus últimos ejercicios al registrar un fondo de maniobra negativo como consecuencia de los resultados negativos que arrastra.

Por ejemplo, en 2023 los fondos propios de la sociedad resultan negativos en 14,7 millones de euros y el balance de situación presentó un fondo de maniobra negativo por importe de 16,1 millones de euros. Lo que implica que las deudas de la empresa que vencen a corto plazo son mayores que la liquidez disponible, según expertos consultados.

No obstante, los administradores de la sociedad siempre han formulado estas cuentas anuales bajo el principio de empresa en funcionamiento al considerar que su accionista único continuaría prestando el apoyo financiero necesario para reequilibrar su patrimonio neto y continuar sus operaciones (incluyendo un préstamo participativo de 14,7 millones en 2023). 

Pero el grupo británico ya no está por la labor de seguir ayudando financieramente a Poly. A principios de semana, la dirección comunicó a la plantilla la intención de poner en marcha un concurso de acreedores debido a las constantes pérdidas que la compañía ha ido registrando y que superan los 15 millones de euros en los últimos años, según la carta interna a la que tuvo acceso este medio.

En su último ejercicio fiscal correspondiente al pasado año, la juguetera cerró con unos números rojos de 2,3 millones de euros. Pero sus mayores pérdidas las registró en 2019, con 5,2 millones de euros. Además, desde Teal Retail afirman que las “previsiones no son nada optimistas para este año 2024”.

La esperanza de los trabajadores

A pesar de la situación, la plantilla de Poly no pierde la esperanza. “Los trabajadores están esperanzados y esperamos que alguna empresa o inversor salve a Poly durante el proceso concursal”, aseguran a este medio fuentes conocedoras. Y lo hacen porque la plantilla de 186 trabajadores repartidos en 28 tiendas, almacenes y oficinas ya ha pasado por esto en dos ocasiones. Concretamente en 2012 y en 2018. 

En ambos casos Poly fue salvada y reflotada por otra empresa. La última vez que sucedió esto fue, precisamente, The Entertainer (perteneciente a Grupo Teal) quien acudió a su rescate. Pero ahora es el grupo británico quien asegura que la empresa no es viable.

Tienda de Poly.

Los trabajadores son conscientes de que se han cerrado muchas tiendas (seis en 2023 y una en 2024). Algunas de ellas por no abrir los domingos, mientras que otras han dejado de recibir mercancías. A pesar de ello, no pierden la esperanza ante el inminente cierre de la empresa. 

Desde los sindicatos consideran que la empresa es viable, por lo que no están de acuerdo con la decisión tomada. De hecho, al parecer la empresa también habría trasladado su intención de encontrar un comprador.

Aún así, los sindicatos ya están preparados para negociar con el grupo durante estas semanas. “Vamos a pedir que se formalice un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para que los empleados tengan una buena indemnización y sufran lo menos posible”, señala a este periódico Alejandro Blanco, responsable de comercio minorista de Fetico, uno de los sindicatos que forman parte del comité de empresa.