Hacendado, la marca blanca de Mercadona.

Hacendado, la marca blanca de Mercadona.

Distribución

Hacendado, Alipende y el resto de marcas blancas ya no son tan baratas: su precio crece más que el del fabricante

En 2022, la marca de distribuidor alcanzó un récord: su peso en la cesta de la compra fue del 46%.

26 abril, 2023 02:13

La marca blanca sigue siendo protagonista en la cesta de la compra de los consumidores. Y no solo porque su peso aumenta desde hace años, sino porque ya no es ajena a la inflación. ¿Qué quiere decir eso? Que el precio de la marca propia de los distribuidores crece más que la de fabricante, que por norma general suele ser más cara. 

En concreto, el precio de las marcas de distribuidor aumenta en un 17,8% frente al 14,8% que lo hace la marca de fabricante en el primer trimestre del año. Al final, también soportan elevados costes de producción (energía, combustible, transporte...) que ya no pueden absorber. 

Que el precio de la marca blanca aumente no evita para que las ventas en valor se incrementen. De enero a marzo de 2023, crecen en un 15,4% para la marca de distribuidor, frente a la subida del 7,3% de las marcas de fabricante, según los últimos datos publicados por Nielsen IQ. 

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Pero las ventas en volumen caen en los dos casos: se reducen en un 2% para las primeras y un 6,5% para las segundas. Este último parámetro se debe a una caída generalizada de la demanda. Solo en el mes de marzo, la demanda descendió el 5,3%.

A pesar de ello, la marca blanca sigue teniendo un peso vital en la cesta de la compra y más en este periodo inflacionista, que se alarga en el tiempo. De hecho, el precio de los alimentos sigue disparado en el 16,6%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, en 2022 se alcanzaron cifras históricas de marca blanca en cuanto a cuota. En concreto, la marca blanca tiene un peso en la cesta de la compra del 46%Se trata de una cifra superior al 42% de 2020 y al 43% de 2021, según el informe ‘Tendencias del consumidor’ de Nielsen IQ. Eso hace, por tanto, que los productos de fabricante hayan reducido su cuota al 54% en 2022 y que estén cerca de pesar lo mismo o menos que la marca propia. 

Si echamos la vista atrás, la marca blanca acapara en nuestra cesta de la compra casi más del doble que hace dos décadas. En 2004, era del 22%. También es mucho mayor al dato que registró al inicio de la crisis de 2008 (34%). Cierto es que aquí tuvo una evolución creciente, hasta rozar el 42% entre 2010 y 2011. Años después, el dato se relajaría. En 2014 era del 38,7%.

Marca blanca de leche Hacendado de Mercadona.

Marca blanca de leche Hacendado de Mercadona.

Hay dos razones principales que explican que el consumidor se decante por la marca blanca. El primero es que los hábitos de consumo han cambiado y el propio consumidor necesita ahorrar en la cesta de la compra. Y la marca blanca históricamente ha sido la más barata, aunque en estos momentos su precio crezca más que la de fabricante.

La segunda razón es el peso que los distribuidores dan a la marca blanca en su propio surtido. Y aquí empresas como Mercadona (con Hacendado o Deliplus), Ahorramas (Alipende) o Lidl y Dia (con sus marcas propias) se llevan la palma, ya que llevan años potenciándolas.

Datos en marzo

Al margen de la marca blanca, llenar el carro en el 'súper' sigue siendo muy caro. Las ventas totales de bienes de consumo en las cestas de la compra españolas en el mes de marzo de 2023 se incrementaron un 9%, respecto a lo que nos gastamos un año antes, un dato que se sitúa por debajo de los dos dígitos por primera vez en este trimestre de 2023.

Sin embargo, se observa un crecimiento del 15,2% en el precio promedio y un retroceso en la demanda del 5,3%, según datos de Nielsen IQ.

Desglosado por las tres categorías principales, la alimentación ya no es el capítulo que registra mayor gasto para los españoles frente a un año antes, ya que sube en un 7,7%. Las ventas en valor en el apartado de bebidas lo hicieron en un 12,5% y droguería, perfumería e higiene registraron un alza del 11% interanual.

No obstante, lo ocurrido en alimentación se explica por una bajada en la demanda sin precedentes del 10% y un aumento en el precio del 19,6%, la mayor subida desde que iniciamos este periodo inflacionista. 

Por el contrario, bebidas registra un crecimiento de las ventas en volumen del 3% y un incremento en el precio del 9,2%, mientras que droguería, perfumería e higiene también ven cómo la demanda baja un 4,7% y su precio se eleva un 16,5%.