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Distribución

Los analistas se acuartelan en Dia: aguantar o vender en el mercado, pero no acudir a la opa

  • El mercado todavía especula con la posibilidad de una contraopa
  • La exclusión bursátil no está entre los objetivos prioritarios de Fridman
6 febrero, 2019 06:00

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Fridman ha dado el golpe en la mesa. Se esperaba, pero no se sabía ni cuándo ni cómo procedería al asalto definitivo de Dia. Al final, el empresario ruso ofrece 0,67 euros por cada acción de la española justo cuando su consejo comenzaba a mover fichas hacia la reestructuración. Una coincidencia y un precio que generan dudas entre la comunidad inversora y que lleva a los analistas a recomendar la espera de acontecimientos.

La invitación a la cautela para no tomar decisiones precipitadas con las acciones de Dia es la sugerencia más compartida por los analistas que más de cerca han seguido el volátil valor. A favor de su consejo, que el folleto de la oferta pública de adquisición (opa) de LetterOne, la empresa cabecera de Mijail Fridman, llegará en menos de 15 días a los mostradores de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Un tiempo corto pero suficiente para que haya más elementos de juicio sobre el convulso tablero en el que se ha convertido la cadena de supermercados.

El gestor Miguel Jiménez, responsable del fondo Renta 4 Nexus, que tiene un 1,3% comprometido a la evolución bursátil de Dia, está entre los que se decantan por este discurso. Ha sido uno de los pocos gestores que en el último trimestre ha reforzado posiciones en Dia, tanto en bonos como en acciones, convencido de que “valen bastante más de lo que están cotizando”. En este sentido, le parece que el precio ofertado por LetterOne “infravalora una compañía que, a pesar de los últimos episodios, aún cuenta con unos fundamentales sólidos”. El problema que percibe es que ese negocio no brilla como debiera por la falta de un plan estratégico, que es lo que ha traído a la gresca a los hombres de confianza de Fridman con el resto de consejeros de la cotizada española.

Su compañera Ana Gómez, analista de Renta 4 Banco, se decanta también por "una postura de esperar y ver hasta que se conozcan más detalles". Además, aventura que "el consejo de administración se mostrará contrario a la oferta anunciada por LetterOne" con el objetivo de seguir trabajando en el plan estratégico que no termina de ver la luz en el que "llevan trabajando los últmos meses".

Con el argumento de que aun a riesgo de perder el tren de los 0,67 euros por acción que ofrece el ruso los inversores de Dia “tienen poco que perder y mucho que ganar”, el analista Roberto Moro también se decanta por esperar a que la bolsa ponga en valor el plan de reflote de la cadena de supermercados, provenga de donde provenga. En cualquier caso, para librarse de otro eventual desplome, señala que “todo lo que sea mantenerse por encima de los 0,66 euros es positivo”, mientras que reconoce que mientras que no se supere la todavía lejana resistencia de los 0,85 euros por acción, no se puede hablar de senda de vuelta para el valor.

Además, esta senda parece improbable siempre y cuando los inversores no descuenten a corto plazo una mejora de la opa de Fridman o una guerra por el control de la cotizada. Moro señala aquí a los recurrentes rumores que sitúan a la firma en el objetivo del grupo francés Carrefour, su antigua matriz. Aquí, comentan otros operadores del mercado, el mayor riesgo es para los que ahora entran confiados en el rebote y que podrían terminar absorbidos por una oferta que coseche suficientes apoyos como para proceder a la compra forzosa del poco capital que escape de su control. Una historia que, sin ir más lejos, tuvo lugar en la reciente adquisición de Abertis por ACS y Atlantia.

Ciertamente, para los que llevan tiempo en el valor, la diferencia entre esperar acontecimientos y lanzarse ya a la venta no es tan mayúscula como la que podrían sufrir los que lleguen ahora atraídos por especulaciones y bruscos bamboleos de precio. En cualquier caso, los analistas rechazan por completo la idea de que Fridman vaya a tener que vérselas con una opa a 3,47 euros, el máximo precio al que ha adquirido títulos de la minorista en el último año.

Esta cota habría sido exigible solo si no hubiera sido voluntaria o si incluso así hubiera sido vinculante sin alcanzar una aceptación del 50% de las acciones a la que va dirigida. El ruso se ha cubierto las espaldas y, además, ha rechazado a priori la idea de excluir de bolsa al valor, lo que da más argumentos a los que se decantan por la espera.

El analista Ismael de la Cruz, de Investing.com, aconseja a los inversores “no adelantar acontecimientos y no tener prisa con el valor”. En este sentido, considera que el bajo precio ofrecido juega a favor de que muchos opten por la espera, gracias también al hecho de que la eventual exclusión se plantea tras la ampliación de capital de 500 millones de euros para ayudar a sanear las finanzas de la compañía y dotarla de músculo para su reestructuración. Actualmente, su cotización ya tiene descontada una por 100 millones más -hasta 600 millones- que el consejo de administración anunció hace casi dos meses.

Sin embargo, en el punto de la ampliación es donde Aitor Méndez, analista de IG, comienza a ver problemas para esperar sin alterarse. En el caso de que la oferta de Fridman no saliese adelante, difícilmente este apoyaría la hoja de ruta promovida por el consejo y contra la que sus hombres de confianza ya se han manifestado en repetidas ocasiones. Si el ruso saca adelante su plan, con el apoyo de un 50% de las acciones que ahora se le escapan de su control, la posterior emisión de nuevos títulos conllevará “una mayor dilución” en cuanto a su valor real sobre el conjunto de la empresa.

BUSCAR VENTANAS EN LUGAR DE SALVAVIDAS

En lugar de acudir con prisas a la opa, que por otra parte considera que “podría ser el último salvavidas que tendrán muchos para minimizar las pérdidas”, su consejo pasa por vigilar “algunas subidas puntuales en los próximos días conforme vaya llegando más información” para buscar “ventanas de oportunidad para la venta” por encima de los 0,67 ofertados que, mientras dure el proceso, no deberían perderse en ningún momento por estar asegurados.

De esta misma opinión es Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, que rechaza las especulaciones en torno a una contraopa por un valor en sus horas más bajas no solo en su cotización, sino también en su negocio. La prima del 56% ofrecida por Fridman “puede sonar elevada”, según el experto, pero más lo es el castigo que sufren una buena parte de los accionistas, por lo que considera que “lo más sensato para los actuales accionistas sería vender en el mercado mientras que su cotización supere el precio de opa”.

EL ATRACTIVO DE LA OPA… CUANDO VALORAS A CERO

Ante el escenario del todo incierto que se abre sobre Dia, lo único asegurado que contempla el analista es el precio de la oferta pendiente de formalizar en dos semanas y que se trata de “la tercera cadena de supermercados de España por cuota de mercado, con una marca reconocida y con una serie activos inmobiliarios significativos”. Factores que, en principio, deberían ayudar a aguantar la cotización de sus acciones.

El contrapunto a estas recomendaciones lo da Bankinter, que se encomienda al refrán de que más vale pájaro en mano. Los analistas de la casa aconsejan acudir a la opa, lo que no es de extrañar si se considera que son los únicos de cuantos siguen el valor que dan a la cotizada un precio objetivo de 0,0 euros con opinión de vender. Frente al convencimiento de que la debilidad de Dia es tan grande que no vale nada, siempre será mejor algo. La segunda casa más bajista, Alantra, otorga a la cadena de supermercados un precio objetivo de 0,40 euros.

En todo caso, la cota se sigue quedando muy lejos de los 1,54 euros que marca el consenso de analistas de Thomson Reuters y que, a pesar de la revalorización conseguida este martes, aún supone un potencial alcista del 120% que a la luz de los últimos acontecimientos se antoja más que inalcanzable en los despachos de la entidad naranja.