Luis Amodio (izquierda) y Juan Villar Mir.

Luis Amodio (izquierda) y Juan Villar Mir.

Construcción e Infraestructuras

ACS confía en los Amodio (OHLA) frente a la falta de credibilidad de Villar Mir

Los cambios en OHLA desde la llegada de los Amodio para mejorar su viabilidad han sido razones de peso para retomar la relación con ACS.

8 septiembre, 2021 03:12

Noticias relacionadas

Se llaman Purple Line y LaGuardia AirTrain. Varios son los puntos en común que tienen los dos proyectos. Por ejemplo, ambos están relacionados con el mundo ferroviario y se desarrollan en Estados Unidos. El primero, es un tren ligero en Maryland. El segundo, conectará el aeropuerto de La Guardia, en Nueva York, con Manhattan. Y lo hará en sólo media hora.

Pero hay un tercer punto que sirve de conexión entre ambos: ha servido para ‘unir’ a ACS y OHLA (la antigua OHL). Cierto que no es la primera vez que las compañías presididas por Florentino Pérez y ahora por Luis Amodio, respectivamente, van de la mano en proyectos internacionales de envergadura.

Pero la relación entre ambas se había enfriado durante los últimos años. Años en los que la sombra de la corrupción y la mala gestión económica planearon sobre la compañía que en su día fundó Juan Miguel Villar Mir.

¿Por qué se ha retomado las relaciones? La clave está en el cambio sufrido en la antigua OHL. Los hermanos Amodio (Luis y Mauricio) ya son los máximos accionistas, con el 26%. Primero, compraron el 16% al Grupo Villar Mir. Luego, inyectaron 37 millones de euros para hacerse con el 9,96% de la constructora.

La presencia del grupo Villar Mir, de esta manera, se ha diluido hasta el 7%. A la par que lo han hecho sus acciones, también se ha disuelto su poder de decisión. Reactivar la capacidad financiera y el prestigio empresarial, para devolver a OHLA a la viabilidad, es el objetivo de los hermanos Amodio.

Números rojos

Lo de OHL con los Villar Mir (Juan Miguel Villar Mir y su hijo, Juan Villar Mir de Fuentes) iba camino de convertirse en un pozo sin fondo. Los malos resultados se encadenaban año tras año. En 2018, la pérdida neta fue de 1.577 millones de euros (ya era el tercer año consecutivo en números rojos), y su cifra de negocio se redujo un 6,9%.

Ese año, los resultados se vieron afectados principalmente por tres hechos: 235 millones anotados por proyectos de construcción internacional fallidos (legacy); 550 millones derivados de la venta de Concesiones; y 163 millones fruto de la desinversión de los proyectos de Desarrollos. El Ebitda fue negativo (496 millones de euros). En el lado positivo, presentaba una posición de caja de 1.033 millones.

Sede de ACS en Madrid.

Sede de ACS en Madrid.

En 2019 llegó el cuarto año en números rojos. La pérdida fue de 127,8 millones aunque el Ebitda logró ser positivo (64,8 millones). Los recursos que salieron para los proyectos internacionales fallidos fueron de 146 millones. La deuda neta se situó en 55,4 millones, por debajo de los 127,8 millones de 2018.

Las pérdidas registradas en 2020 subieron hasta los 151,2 millones de euros. La deuda neta fue de 83,2 millones, y el Ebitda llegó a 67,5 millones. A principios de este año, OHLA consiguió la recapitalización y refinanciación de su deuda.

Así, el vencimiento de su estructura de bonos se alarga hasta 2025 y 2026 tras una reducción del salvo vivo en 2.015 millones de euros. Oxígeno insuflado por los Amodio que traerá estabilidad a sus cuentas.

Apuesta por el cambio

Fue en mayo de 2020 cuando los hermanos Amodio compraron el 16% de acciones en manos del Grupo Villar Mir. En junio, Luis Amodio fue nombrado presidente sustituyendo a Juan Villar Mir de Fuentes. Un año en el que han conseguido más de 1.700 millones de euros en adjudicaciones. Sólo en el primer trimestre de 2021, sumaron 711 millones (un 14% más que en idéntico periodo de 2020).

Poderosas razones que no han pasado desapercibidas a los ojos de ACS. Como tampoco otras actuaciones... y los números. OHLA ha retomado la rentabilidad en el primer semestre de 2021, con un beneficio de 74,5 millones (gracias a las desinversiones y a la reestructuración financiera). Y espera finalizar el año con una facturación de entre 2.900 y 3.000 millones, un Ebitda que supera los 80 millones, y alcanzar proyectos por más de 3.000 millones.

Ética y transparencia, frente a los escándalos por presuntos sobornos y fraudes contables (sobre todo en México), han sido un mantra que los Amodio se han puesto por montera (más todavía siendo ellos mexicanos). Las aventuras de OHL en mercados desconocidos les acabó pasando factura (los legacy antes reseñados). De ahí que su punto mira apunte a mercados en los que tienen experiencia. Nada de asumir riesgos innecesarios.

Ningún mercado tan conocido como Estados Unidos, donde llevan quince años con sus filiales OHL USA, Community Asphalt, OHL Building y Judlau Contracting. Un mercado que representa el 37,3% de su cartera total. California, Nueva York, Connecticut, Massachussets, Texas, Illinois y Florida son los estados en los que está presente.

Por lo que respecta a ACS, el peso de Estados Unidos en sus ventas es del 45%, con 15.750 millones de euros. Asimismo, representa un 38% de la cartera: 26.700 millones. Dicho de otra manera, es su primer mercado, con presencia en buena parte de los estados. Y, en el horizonte, el plan Biden. Un jugoso panal al que acudirán constructoras de todo el mundo.

Dura competencia

A la espera de conocer los detalles del Plan Biden, ACS y OHLA han decidido ir de la mano y optan al tren ligero Purple Line, de 16 millas, que conectará el condado de Montgomery con el de Prince George. El anterior adjudicatario, Fluor, salió del contrato en noviembre de 2020 tras un sobrecoste de 800 millones de dólares (unos 674 millones de euros).

La Purple Line estima que será a finales de año cuando se conozca quién será el nuevo constructor. Florentino Pérez (con Dragados USA) y Luis Amodio (con OHL USA) tendrán como rivales a dos empresas locales: Halmar International, por un lado, y Tutor-Perini y Lunda, por otro.

En el caso del tren a desarrollar en Nueva York, la competencia será más numerosa. Competirán contra el consorcio conformado por la sueca Skanska, la francesa Alstom y las norteamericanas Halmar y HNTB; también, contra Yonkers Contracting, The Lane Construction, Stantec y BYD Transit Solution; y, finalmente, contra Tutor-Perini, O&G Industries, Parsons Transportation y Dopplemayr. ACS y OHLA van de la mano con la estadounidense Aecom y la japonesa Mitsubishi. El ganador se anunciará en verano de 2022.