La oficina operativa de Citi en Málaga, dependiente de la sucursal en España de Citigroup Global Markets Europe AG, estaría capacitada para operar a partir de mañana, 1 de junio, si bien un portavoz del banco reitera la intención del grupo de debutar oficialmente en la plaza malagueña “en los primeros días de julio”.

Para el visto bueno de esta oficina, que estará situada en la calle Larios, número 4, se ha designado como representante permanente a Pedro López-Quesada, actual presidente del área de Banking, Capital Markets & Advisory de Citi para Iberia, un histórico banquero que lleva trabajando para el grupo norteamericano desde 1989 en las ramas de banca corporativa y de inversión. No obstante, la entidad ha abierto un proceso interno para buscar al responsable que se encargará de liderar su desembarco en Andalucía, cuyo resultado podría saberse en varias semanas.

El gigante bancario eligió la región andaluza por su “calidad de vida”. Citi espera contratar tres decenas de banqueros de inversión júnior y el equilibrio entre trabajo y calidad de vida que ofrece la ciudad malagueña ha sido clave para su aterrizaje y la futura atracción de talento.

Como explicó Citi el pasado marzo, estos nuevos profesionales apoyarán al resto de equipos en las divisiones de banca, mercados de capitales y asesoramiento en Europa, Oriente Medio y África (EMEA, por sus siglas en inglés).

Perfiles internacionales y mujeres

El proyecto de Citi con respecto a su nueva sede del sur pasa por hacerla crecer a medida que la iniciativa coja tracción, si bien el banco ya descartó abrir hubs similares en otras plazas españolas, confirman fuentes conocedoras. Además, el banco norteamericano utilizará Málaga para captar talento de diversas nacionalidades, no solo española, así como impulsar la incorporación de la mujer a la banca de inversión.

Su traslado a Málaga sigue la estela de otros bancos estadounidenses que también han expandido sus capacidades europeas más allá de Londres. Goldman Sachs abrió oficinas en Birmingham (Inglaterra), Varsovia (Polonia) y Estocolmo (Suecia), mientras que Morgan Stanley ha redoblado su apuesta por París (Francia).