Empieza el baile de fusiones. Y de qué manera. El inicio de las negociaciones entre CaixaBank y Bankia ha activado las alarmas del mercado ante la evidencia de que la fiesta de la consolidación ha llegado, por fin, para quedarse. Y todo apunta a que el proceso será “rápido y urgente” como ha pedido el Banco Central Europeo (BCE) esta misma semana.

Los analistas consultados por Invertia coinciden en que la operación bancaria del año desatará la tercera ola de movimientos corporativos en el sector. Integraciones que los reguladores vienen solicitando desde hace años y que, hasta el jueves por la noche, parecían completamente en suspenso por la crisis.

Ahora, con CaixaBank y Bankia preparados para dominar el negocio bancario en España, todas las miradas apuntan hacia Banco Sabadell, a quien muchos consideran el gran damnificado de la operación bancaria del año.

“La entidad vallesana se ha quedado fuera de uno de las movimientos más importantes que afrontará el sector y ve cómo se emparejan los dos solteros más atractivos de la fiesta, especialmente, cuando uno de ellos, Bankia, era un firme candidato a realizar una operación similar con ella”, indican los analistas de IG.

La respuesta oficial de Banco Sabadell, que ve con buenos ojos la fusión de Bankia y CaixaBank en favor de la salud del sistema, es que “el foco de la entidad está en el negocio en España y Reino Unido, la digitalización y la mejora de la eficiencia”.

El anuncio de fusión entre CaixaBank y Bankia reactiva la consolidación del sector en España.

¿Abiertos a una operación?

Fuentes del con su antigua sede en Cataluña insisten en que siguen siendo referente en el segmento de empresas y en que “hoy por hoy, no hay nada con nadie”. Pero desde una consultora nacional consultada por Invertia indican que “el anuncio de la fusión ha puesto nerviosa a la entidad, que ahora abrirá las puertas a otras opciones para su futuro”.

Desde el sector apuntan de forma contundente a que la pareja ideal para Sabadell sería BBVA, que a su vez evitaría con la operación quedarse rezagado en el mercado español, por detrás de la entidad resultante entre Bankia y CaixaBank y de Banco Santander.

Más lejana ven los expertos la opción de que Sabadell se integre en una posible unión entre los pequeños, aunque esa posibilidad abriría la puerta a que, más adelante, otro banco apostase por hacerse con la entidad resultante, una vez el 'grupo' haya completado su integración. Julián Pascual, cofundador y gestor de Buy & Hold, también considera que el banco comandado por Josep Oliu tendrá que hacer un movimiento en el medio plazo. “Se han quedado solos y la fusión entre Bankia y CaixaBank les perjudica, en un entorno en el que su rentabilidad se desplomó por debajo del 2% a cierre de junio”.

Desde la firma desechan por completo la posibilidad de que el banco pueda unirse a la operación de Bankia y CaixaBank. “Con una cuota de mercado de entre el 30% y el 40%, ya entraríamos en problemas de competencia y la entidad fusionada puede acercarse a ese 30%”, recuerda.

Movimientos en los pequeños

Como era previsible, la operación anunciada el jueves por ambas entidades ha desatado una nueva quiniela de posibles candidatos a las próximas fusiones. Además de Sabadell, otras entidades de menor tamaño como Liberbank, Unicaja o Abanca vuelven a estar en el centro de las apuestas de los analistas, que dejan fuera a Bankinter, al menos de momento, en el nuevo proceso de consolidación.

El mercado también lleva tiempo interpretando esta posibilidad, con una fuerte recuperación bursátil en el caso de las dos entidades del Mercado Continuo durante el mes de agosto. Ambas intentaron su fusión el pasado año, en una operación que fracasó poco antes de su firma final y algunas voces apuntan a que podrían retomar sus conversaciones en las próximas semanas.

El Banco Central Europeo (BCE) lleva meses presionando por fusiones de 'urgencia'. BCE

La presión de los tipos negativos que el sector arrastra desde hace años, sumado al impacto de la crisis del coronavirus en la calidad de los activos en balance, obliga a la industria financiera a moverse para mejorar en rentabilidad. Y para ello, desde la  propia Asociación Española de Banca (AEB), tienen claro que “no queda otra que fusionarse”.

Desde Buy and Hold añaden otro factor de presión que podría empujar a este tipo de operaciones, o bien a integraciones por nichos de negocio. “Hay muchos nuevos jugadores que van comiéndose los ingresos tradicionales de la banca en áreas como banca privada e inversión, transferencias internacionales, crédito al consumo, seguros...etc. Ante esta continua presión en ventas, la forma de compensarlo es reduciendo costes y simplificando la estructura”, explican.

Es por eso que los bancos tienen un claro incentivo para fusionarse y aprovechar para posteriormente reducir costes. Los analistas de Credit Suisse también apuestan por estas operaciones, considerando que aunque la crisis del coronavirus “ha retrasado la fase de consolidación natural”, el apoyo regulatorio y “las posibles barreras para mantener los niveles apropiados de inversión tecnológica entre los más pequeños podría conducir a un resurgimiento de la consolidación”.

La recuperación económica será, en este sentido, clave para el éxito de los planes del sector. Sobre todo porque, si las cosas no mejoran, las provisiones seguirán siendo un lastre para el atractivo de algunas entidades. 

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